🔮Capítulo 18🔮

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Morrigan:

Mis sentidos tardan en reaccionar completamente cuando despierto, dormí como nunca lo he hecho en mi vida, esa sensación de protección que sentí al dormir ya no está.

Me estiro y observo la hora en el reloj de mi mesita de noche, levanto una ceja porque nunca he dormido hasta tan tarde. Me levanto y frunzo el ceño cuando tocan la puerta, me acerco y la abro hundiendo las cejas cuando veo la expresión abatida de mi hermano, mis labios se curvan cuando veo todos los golpes en su rostro.

— ¿Qué quieres? — pregunto de mala gana.

— Necesito hablar contigo.

— ¿Sobre qué? — hablo mientras me apoyo en el umbral de la puerta.

— Lo siento por lo que pasó ayer, yo no quería intentar golpearte — responde mientras se le cristalizan los ojos.

Suelto a reír cruzándome de brazos.

— ¿Sabes cuántas veces escuche la misma frase por parte tuya? — pregunto con amargura.

— Yo...

— John, vengo recién despertando y lo que menos quiero ahora es hablar contigo.

— Por favor perdóname — suplica mientras se pasa la mano por el cabello.

— No.

— Mor...

— Eh dicho que no, no te voy a perdonar porque siempre vienes con la misma mierda — mascullo intentando cerrar la puerta.

— Déjame explicarte — demanda mientras evita que cierre mi puerta.

— ¿Que me vas a explicar? — me burlo.

— Entiende que yo no quería intentar golpearte.

— ¿No? —tuerzo mis labios—. Eso mismo me decías cada vez que me molías a golpes en el suelo —levanto el mentón—. ¿Recuerdas lo que pasó la última vez que me pusiste la mano encima?

El miedo se extiende por su rostro.

— No lo digas...

— Hace dos años me pateaste en el suelo hasta que me quebraste una costilla, termine en el hospital y tuve una recuperación de casi dos meses para que mi costilla lograra sanarse, ¿entiendes lo que es eso? —él cierra los ojos—. Ni siquiera fuiste capaz de dar la cara, solo agarraste todas tus cosas y te fuiste del país. ¿Y en serio quieres que te perdone? Por favor, no me hagas reír.

— Yo no sabía lo que hacía, no era yo en ese momento — responde mientras agacha la cabeza.

— Eso no justifica tus actos —hago presión en la puerta para intentar cerrarla—. Solo quiero saber una cosa.

— Morrigan, por favor no...

— Hubo un tiempo en donde me golpeabas hasta porque respiraba — hablo con frialdad.

Él se calla, ni siquiera me mira.

— Eh incluso me humillabas por mis ataques de pánico. ¿Por qué? ¿Por qué lo hacías? — pregunto mientras él levanta la cara con las lágrimas brillando en sus ojos.

Huesos de un Muerto©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora