Huesos de un Muerto©

🔮Capítulo 11🔮

Nota de la autora:

°. Este capitulo es un poquito largo (bueno, un poquito harto). Les pido que lo lean con suma atención, ya que se explicarán y aclararan muchas cosas de la vida de Morrigan, cosas que entenderán completamente con el transcurso de la historia. Espero que les guste y me ayuden votando y comentando .°

"Saludos Nell
🌌🔮🌌"

Drakon:

— Ya han pasado tres días, ¿por qué no reacciona?

El padre de Morrigan reclama contra el médico, está preocupado, bueno todos lo estamos.

Han pasado tres días.

Tres putos días en los que Morrigan no despierta, no reacciona, apenas si está respirando, y yo no puedo hacer nada.

He llegado a pensar que esto es algo natural, algo humano. Pero sé que esto va más allá de lo mundano.

Alice está con sus rodillas pegadas al pecho, desde que Mor fue inducida a un coma, no sé a despegado de ella. Los tres días a estado en el mismo rincón, no come, no duerme, ni siquiera habla, y eso me preocupa.

— Su sistema inmunológico está muy debilitado, es normal que no haya despertado, no es algo tan alarmante — responde el médico

Me levanto bruscamente y lo agarró del cuello de su bata, me tiene hasta la coronilla con sus respuestas estúpidas.

— ¡¿Que es normal?! ¡¿A visto cómo está su rostro?! — le grito con rabia, aunque sepa la verdadera razón de sus marcas, necesito descargarme con alguien.

— Es un efecto secundario, es normal...

— ¡Pura mierda! ¡Deje de dar respuestas mediocres! ¡Lleva tres días sin dar una respuesta concreta! — le grita John posicionándose a mi lado.

Cuando me abalanzó sobre él médico, Volker se interpone en mi camino y sujeta mi cabeza con sus manos.

— ¡Hey! ¡Él no tiene la culpa! Solo tranquilízate — me reclama con frialdad.

— No me vengas con estupideces, no me voy a tranquilizar y quedarme con los brazos cruzados —él frunce el ceño—. No voy a ser como tú, que eres incapaz de mover un dedo para ayudar a tu hija.

Se queda mudo, no esperaba esa respuesta por mi parte, cuando veo que John va a decir algo, lo callo:

— Ni te molestes en ir como perrito faldero a defender a tu padre —me observa con odio, pero ni me inmuto—. Al final, sabes que tengo razón.

— Eres un...

— John, cállate, ¿sí? — le reprende
Volker agotado.

— Pero...

Su padre le da una mirada furibunda y John cierra la boca sin protestar.

De reojo veo como Alice mira de una forma extraña a Morrigan, ignoro a los idiotas que tengo al frente y me dirijo a la pelirroja.

— ¿Qué sucede? — le pregunto

Ella dirige sus lindos ojos verdes hacia mí, pero lo que me sorprende es que en ellos veo miedo.