🔮Capítulo 23🔮

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Morrigan:

Despierto asustada con los gritos que retumban en mi casa, miro la hora y levanto una ceja preocupada: 2:00 a.m.

Me levanto desorientada y abro la puerta de mi habitación, pero me quedo estática cuando veo dos puertas más allá a mi hermano con la misma cara de confusión que yo. Los gritos son ininteligibles hasta que se escucha como mis padres caminan haciendo demasiado ruido y siguen discutiendo hasta llegar a la sala de estar.

— ¿Que sucede? — le susurro a John.

Me mira con el ceño fruncido.

— No lo sé.

Pongo atención a la discusión del primer piso, y apoyo la cadera en el umbral de la puerta cuando ya no hablan si no que comienzan a gritar:

— ¡Se acabó, Volker! ¡La decisión ya está tomada!

— ¡No! ¡Ni siquiera me lo consultaste!

— ¡Me importa nada preguntarte o no! —mamá se escucha afligida—. Morrigan se irá de esta casa en dos días.

Mi corazón se detiene, ¿qué está diciendo esta bruja?, John me mira confundido al escuchar lo que dice mamá.

— ¡NO SE IRÁ! — le grita papá desesperado.

— Si lo hará, los del psiquiátrico vendrán en los próximos días y se la llevarán, no quiero tener a una desquiciada en mi casa y punto — responde con fuerza sin darle punto de objeción a papá.

John me dice algo, pero lo único que escucho es un pitido en mis oídos, ¿mi propia madre me quiere encerrar en un psiquiátrico?

No me lo esperaba de ella.

Fue un golpe bajo.

Cierro mi puerta de un portazo y le pongo seguro, camino hasta mi cama y me recuesto con las lágrimas inundando mis ojos. Yo nunca he sido feliz con mi familia.

Laney tenía razón.

Tengo que largarme de esta casa.

Es eso o que me encierren de por vida.

Porque mi madre, habla enserio.

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Drakon:

Los ojos me arden de una forma insoportable cuando salgo del portal que me lleva al averno. Me arde el pecho, siento como si no pudiera respirar, la orden que me dieron es absolutamente dañina.

《Tienes que matarla》esas malditas palabras me condenaron a esta frustración intolerante.

Siento como me golpean el hombro sin mucha fuerza, me giro enrabietado hacia el chico que me mira con diversión.

— No te frustres tanto, hombre —le quita importancia al asunto—. Creo que no es tan difícil vivir conmigo desde ahora en adelante.

Me tenso.

— ¿Crees que es por ti que estoy así? ¿Tan egocéntrico eres?

Huesos de un Muerto©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora