Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Muchas veces vemos los sueños como algo simple, una simple idea que olvidamos mayormente al despertar siendo las pesadillas, las que llevan nuestros miedos las más recordadas, pero es probable que cada sueño lleve un significado oculto. Tal vez vemos nuestros recuerdos reproducirse constantemente para luego ser olvidados
Ruri no solía detenerse a pensar tanto en ello, ya que su único miedo o preocupación era los sueños premonitorios que Ubuyashiki Kagaya pudiera llegar a tener, similar a una ilusión en donde se vieran pequeños fragmentos de un futuro incierto, una advertencia, una señal o también... una despedida en el momento exacto en que la muerte se desliza por el viento
Una muerte silenciosa para los humanos que dormían e ignoraban lo que sucedía, alguien había estado tan solo y rodeado de maldad en su agonía. Poco a poco sus latidos los sentían tan lejanos y más bien llegó a preguntarse si alguna vez había estado vivo y soltando un último suspiro, una última lágrima, cerró sus ojos entregándose a la oscuridad mientras alguien despertaba en ese momento
¡Tsuyoshi!
— ¡¿Ruri, qué sucede?! —inquirió Kyojuro preocupado al sentir como su prometida se había levantado tan abruptamente— ¿un mal sueño?
— Yo... —balbuceó confundida mientras un escalofrío recorría su cuerpo— tengo un mal presentimiento ahora, Kyojuro —confesó apoyando su cabeza en el hombro de su amado— no sé porque, pero siento que tiene que ver con Tsuyoshi
— Hum, no podemos darlo por hecho ya que fue un mal sueño —negó Rengoku acariciando su espalda en un intento de calmar el ligero temblor de su cuerpo— descuida Ruri, en unas horas amanecerá e iremos a buscarle. Lo prometo
— Gracias, Kyojuro —susurró Ruri mirándole— pero ya has hecho suficiente y pronto retomaran el entrenamiento ¿cierto? —inquirió a lo que el contrario asintió enseguida— no es algo que podamos seguir aplazando, por eso déjame a mi la tarea de buscar a Tsuyoshi ¿si?
— Pero... —el pilar de la Flama parecía titubear en sus palabras
— Descuida, también tengo algunos asuntos pendientes que resolver, y a ti te necesitan los cazadores, por eso...
— No quiero dejarte sola Ruri... —le cortó atrayéndola a sus brazos y ocultando su rostro en su cuello— Ruri, yo... desde que perdí a mi madre me dije a mi mismo que debía ser fuerte, pero cuando despareciste mi propio mundo se vino abajo lentamente, aunque me decía a mi mismo que no debía dejarme llevar por mis emociones, en realidad estaba cediendo poco a poco —confesó con la voz ligeramente rota, la peliverde por su parte pudo sentir su pecho ligeramente cálido.
— Oh, Kyojuro... —susurró la peliverde sorprendida por sus palabras y que él estuviera derramando lágrimas en su pecho— si lloras, yo también lloraré, el dolor que sientas, yo también lo sentiré —confesó abrazándole antes de hundir su rostro en sus rubios cabellos— pero no debes temer, yo no volveré a desaparecer
