Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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El dolor de las pérdidas poco a poco se estaba haciendo presente, aquellos heridos de gravedad que aún luchaban por sobrevivir, por seguir respirando bajo la atenta mirada de los kakushi y la pilar de insecto, quien a pesar de tener años de práctica, sus manos constantemente estaban temblando por la presión y miedo a fallarles
Shinobu siguió su camino en busca de más herido de nuevo se topó con quien le había confiado su sueño, Kamado Tanjiro. Ya habían pasado algunos minutos desde que uno de los kakushi le había declaro muerto y Tomioka por primera vez se atrevía a demostrar su tristeza, misma que le había sorprendido y calado en su corazón
— Kamado-kun.... —susurró con mucha pena al pensar en el joven dedicado y amable, en su hermana por quien luchó tanto. El destino no era para nada justo
— Lo siento, Nezuko... —le escuchó susurrar a Giyuu entre lágrimas, provocando aún más dolor en ella. No quería también llorar así que se concentró en retener sus lágrimas— lo siento...
Los Kakushi a su alrededor seguían llorando por Tanjiro, uno de ellos mientras secaba sus lágrimas pudo observar atónito como el joven que supuestamente estaba muerto, abría sus ojos nuevamente, sin embargo su expresión estaba en blanco, como si luciera perdido por unos instantes. Su brazo mutilado volvió a crecer y se dirigió dispuesto a acabar con la vida de uno de ellos, pero Giyuu y Shinobu fueron más rápidos y les alejaron
— ¿Qué...? ¿Tanjiro? —cuestionó confundido el kakushi al ver a su amigo con una expresión de hambre, mientras de su boca caía saliva
— ¡Kocho! ¡mantenlos lejos! —exclamó Giyuu a la sorprendida pilar de insecto, quien no dudó en obedecer la orden.
No era necesario tal esfuerzo, pues Tanjiro se detuvo al sentir los rayos del sol quemar su piel, ahogándose así en sus gritos por el dolor y la quemazón infringidos, Giyuu desenvainó su espada protegiendo a Shinobu y los Kakushi, pero volteó bastante molesto al ver que seguían sin moverse y ponerse a salvo
— ¡Espabílense y huyan! —les pidió desesperado
— Pero Tanjiro está... —dudó uno de ellos preocupado por su amigo.
— Por favor retírense y busquen a Ruri-san —pidió Shinobu a su lado a lo que los hombres rápidamente obedecieron.
— ¡Todos los que puedan moverse tomen sus armas y vengan aquí ahora! —exclamó Giyuu atrayendo la atención de quienes estaban cerca
El llamado llegó a oídos de Zenitsu, Inosuke, Yushiro y los Kakushi que cuidaban del ya inconsciente pilar de viento, por alguna razón el temor comenzó a crecer dentro de ellos, realmente nunca hubiera deseado oír esas palabras que traían un gran dolor y peso en sus corazones
— ¡Tanjiro se ha convertido en un demonio! ¡manténganlo bajo el sol hasta que muera incinerado! ¡maten a Tanjiro antes de que asesine a alguien! —ordenó de manera fría y terminante.
