Capítulo 31 Canción de Cuna ꪜ

5.6K 588 72
                                    

— "Kamado-kun, te hice algo horrible

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— "Kamado-kun, te hice algo horrible..."

"Gracias por defender el honor de Kyojuro. Oí que en los pasados cuatro meses se han estado enviando cartas con Senjuro, él ha mejorado en sobremanera. Recuerdo como terminó la primera vez que nos conocimos y con mucha vergüenza me recriminaba mi propia incompetencia, y como si fuera poco mi amada esposa sucumbió ante su enfermedad, después de ello, intenté ahogar mis penas en el alcohol, increíblemente me convertí en un tonto y un cobarde.

A diferencia de mí, Kyojuro es un hijo asombroso. Después de haber abandonado todo lo que le enseñé, leyó desde el mismo libro de instrucciones del "aliento de la Flama" y entrenó solo para convertirse en un pilar con solo un libro de tres volúmenes.

Ruka, como su madre les otorgó una sangre fuerte tanto a Kyojuro como a Senjuro, ambos son hijos asombrosos, los cuales no soy digno de llamarme su padre. Ahora estoy seguro que aquella jovencita, Ruri... si no fuera por ella y su constante intervención, es seguro que le habría fallado aún más a mi esposa de lo que podría pagar con mi vida

Si tienes dudas en tu camino o entrenamiento, estoy seguro que ella como tu superior podrá guiarte o apoyarte. Puede ser más lista e intuitiva de lo que parece y aunque parezca que no es seria y le gusta gastar bromas, es una mujer dedicada y fuerte

Y Kamado-kun, tú cuentas con un poder que es incluso más asombroso. Los elegidos por el aliento del sol son exactamente como tú, tienen manchas de nacimiento carmesí en su frente, por eso estoy seguro que tú eres..."

— Rengoku Shinjuro

— No... —negó Tanjiro para si mismo al recordar vagamente las palabras que leyó en aquella carta— estas no son manchas de nacimiento...

La cicatriz que residía en su frente era producto de una quemadura que obtuvo al intentar proteger a uno de sus hermanos pequeños que le había dado vuelta a las brazas de la cocina. La selección final al parecer lo había empeorado, pero incluso en sus vagos recuerdos la figura de su padre también llevaba una marca similar en su frente, aunque sentía era diferente a él

Aún si no era un elegido, ni tenía el poder, existían estos momentos en que no podía darse por vencido. Debía pelear ya que en este mundo existen personas que no tienen un corazón humano e irracionalmente matan sin remordimiento alguno, ese tipo de maldad simplemente no podía ignorarla, por eso no importaba si estaba herido o débil. Debía seguir y detener a aquella mujer malvada

— Las vidas arrebatadas no volverán jamás —habló alzando su espada hacia atrás— ellos jamás regresarán. Las criaturas vivientes, no van por el camino de los demonios —continuó provocando más furia en su adversario— ¿por qué te las llevas? ¿por qué hieres la vida de las personas?

— Esas palabras... —pensó Daki tocando inconscientemente su sien— siento que las he oído antes

— ¿Qué tiene de divertido? ¿qué crees que son las vidas humanas? —Tanjiro siguió cuestionando, sin embargo a los ojos de aquella mujer no era un niño lo que vislumbraba sino un hombre desconocido, de larga caballera, mirada fría y voz profunda.

𝙁𝙪𝙚𝙜𝙤 𝙚𝙣 𝙩𝙪𝙨 𝙊𝙟𝙤𝙨 - 𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤 ꪜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora