Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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Todos se permitieron soltar un suspiro de alivio al ver que la infiltración había sido todo un éxito, por lo que su única preocupación y misión sería buscar información sobre alguna de las esposas de Uzui. Por el lado de Tanjiro y Zenitsu fueron enviados a realizar labores de limpieza, mientras Inosuke y Ruri comenzarían enseguida su entrenamiento para convertirse en una hermosa y elegante "Oiran"
Kyojuro era el único que mantenía un papel más tranquilo, ya que la mujer que les había comprado le había indicado que siguiera "instruyendo" a Ruri. Inosuke al ser más joven se le llevaron unas doncellas que parecían de su edad para entrenarle, los ojos dorados se volcaron entonces en la figura de la joven, quien hasta ahora mantenía el papel más arriesgado y a su vez accesible para reunir información del demonio
"¡Definitivamente debo protegerte!"
Ruri se mantenía totalmente ajena a los pensamientos de su compañero, pues si bien había mostrado la suficiente confianza para lidiar con la misión, ahora se preguntaba como exactamente debía atender a los clientes o socializar con ellos. Al final decidió que lo haría como siempre, pero siendo "educada y fina", aunque ahora mismo su mayor preocupación era Inosuke quien estaba siendo tratado en esos momentos
— ¡¿Qué tal ahora? —cuestionó la mujer muy orgullosa de su trabajo
— ¡Kyaaah, increíble! —le aplaudió una jovencita
— Su cara fue pintada de forma muy extraña —se quejó pues no comprendía como había acabado así— sin embargo ¡así es como se ve cuando le quitamos todo eso!! —añadió— ¡encontramos oro! ¡conseguimos a esta belleza a muy bajo precio!
— No solo eso —musitó la jovencita está vez observando a Ruri— la señora de allí también es muy hermosa, aunque sus facciones no parecen del todo japonesas
— Eso tiene una explicación —habló Ruri volcando sus verdes ojos en ellas— si me permite la palabra, mi señora. Mis rasgos son así en parte debido a mi madre, quien era extranjero a diferencia de mi padre que si es japonés
— Vaya ¡con razón tienes muy buenos genes, Rumiko! —festejó la jovencita con una sonrisa— ¡estoy segura que te convertirás en una Oiran muy famosa! —declaró aplaudiendo animadamente— dudo que trabajes esta noche, pero si llegamos a necesitar una mano tendrás que ayudarnos, por lo tanto debes estar lista
— Si, en cuanto a esta otra jovencita ¡voy a educarla muy duro! —soltó la mujer sin quitarle el ojo de encima a Inosuke— ¡¡ella va a ser más popular que "Warabihime" de la casa Kyougoku y "Koinatsu" de la casa Tokito! —aseguró con energía arrastrando al joven para llevarlo consigo— pero, por alguna razón, ¿no está tiesa esta chica?
— ¡Una chica suave y con carne sería mejor! —musitó apenada la jovencita
— Aunque ella es más tiesa que rellena... —masculló en voz baja la mujer antes de que ambas terminaran perdiéndose por los pasillos dejando a Ruri y Rengoku solos.
