Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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El amanecer finalmente había llegado causando terror en Muzan, quien ejerció una gran presión en el ambiente mandando lejos a todos quedando únicamente Tanjiro que debió perder su brazo por la fuerza bajo la atónita mirada de los presentes. Giyuu no dudó en acercarse enseguida para brindarle haciendo logrando que su espada finalmente se tornara carmesí
La sensación comenzó a extenderse por todo el cuerpo de Kibutsuji, mientras los rayos del sol que comenzaban a salir por el horizonte llegaban a ellos y comenzaba a quemarle, sin embargo se apresuró en crearse una armadura de carne para evitar que la luz le consumiera por completo hasta volverlo polvo
— ¡Tanjiro! —exclamó Giyuu al notar como el menor fue absorbido también
Aquella gran coraza de carne similar a la forma de un bebé, comenzó a lanzar gritos ensordecedores mientras se lanzaba contra el suelo y gateaba en busca de sombra. Los jóvenes hijos de la familia Ubuyashiki al notar esto, por medio de los ojos de Yushiro se apresuraron a dar una orden y alertar a los cazadores presentes
— ¡¡No dejen que se cubra con la sombra!! —soltó Kiriya enseguida— ¡acaben con él!
— ¡Empujen! —gritaron un grupo de cazadores que buscaron tirar un gran librero para que impactara en Muzan y le evitar seguir moviéndose
— ¡No se detengan! —volvió a pedir, siendo ahora los Kakushi quienes lanzaron sus carros contra él.
"¡Aliento de viento, noveno estilo, tifón!"
— ¡Que obstinado de mierda, convierte en polvo de una vez!—masculló Sanemi mientras sentía su cabeza palpitarle y la sangre nublar su vista. El impacto de la caída le había afectado enormemente
"¡Aliento de Niebla, sexta forma, mar de nubles y neblinas!"
— Deberías tener cuidado, Shinazugawa —soltó Tokito a su lado— estás sangrando demasiado
Lo que decía Muichiro era cierto, ya que si bien casi todos los pilares habían sido ayudados por Ruri, eso no evitaba que hubieran vuelto a consumir sus fuerzas y obtener nuevas heridas, el estado de todos era deplorable, pero al menos no con riesgo de muerte. Sus cuerpos les pesaban, estaban cansados, sin embargo debían seguir hasta el final
"¡Aliento de la flama, noveno estilo, Rengoku!"
— ¡Retrocedan por favor! —les pidió Kyojuro a los Kakushi, quienes obedecieron sin chistar— ¡vamos, ataquemos todos juntos!
— ¡Yo lo mantendré! —soltó Himejima, mientras enredaba su cadena en el cuello de la criatura— ¡tiren! —añadió siendo ayudado por varios Kakushi a detenerlo y haciendo que finalmente cayera de espaldas
