Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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Cerca de las nueve de la mañana el pilar de la Flama, Rengoku Kyojuro y Tsukino Ruri llegaron a la sede principal topándose con los Pilares restantes a la espera de que llegara Oyakata-sama, sin embargo para la joven este momento era muy importante dentro de la historia y al mismo tiempo le causaba muchos nervios pues se había estado preparando desde hace dos años para manejar los futuros hechos
Actualmente ya había llegado al rango que residía por debajo de los pilares dominando la respiración de concentración total, sin embargo mientras no fuera necesario ella solo sería una espectadora a la espera del momento oportuno para intervenir. Ruri miró a su alrededor curiosa viendo que aún faltaban pilares por llegar, más notó que Giyuu se mantenía apartado de los demás y en el suelo frente a los otros Tanjiro
Al parecer seguía inconsciente por el golpe que recibió de Kanao. Aunque era de menos pues había tenido la oportunidad de observar su entrenamiento y era muy fuerte. Los ojos verdes siguieron en busca de la caja en donde debía residir Nezuko, pero no estaba confirmándole así que todo iba tal cual en los guiones del manga
— ¡Hola a todos! —les saludó Rengoku rompiendo el silencio
— Buenos días a todos los Pilares —habló Ruri brindándoles una reverencia y sonrisa pues seguían siendo sus superiores
— ¡Oya, oya! la señorita del rodillazo sangriento y Rengoku llegaron juntos ¿acaso ahora son más cercanos? —inquirió Uzui con una sonrisa pervertida
— Eso es porque dormí en su casa —confesó Ruri dejando sorprendido al pilar del Sonido— sin embargo solo fue dormir y en habitaciones separadas para su información —añadió antes de que se creara otro malentendido
— ¡Umu! Mi hermano menor, Senjuro deseaba verla y se quedó a cenar —comentó Kyojuro con una sonrisa— antes de darnos cuenta se había hecho tarde y no nos pareció lo correcto que regresara a tales horas
— Oh, eres extravagante pero a veces me preocupa lo transparente e inocente que eres Rengoku —suspiró Uzui dandole una palmadas en el hombro
— Ara, ara —negó Shinobu al ver la cara de confusión de su compañero— bueno, ya deben estar al corriente de la situación ¿verdad?
— Si, así es Shinobu-chan —respondió Ruri algo cabizbaja pues todos habían tachado a Giyuu de traidor cuando no era así
— Hum... Me cuesta creer que Tomioka-san hiciera eso... —soltó Kanroji.
— Yo también, pero... lo hizo —negó Shinobu observando de reojo al azabache más se sorprendido de ver a Ruri acercarse a él
— Tomioka-san ¿se encuentra bien? —inquirió la joven evidentemente apenada
— Si, Ruri... —soltó Giyuu imparcial— ya esperaba que algo así sucediera tarde o temprano
— ¡Todo estará bien! —le animó Ruri haciendo que Giyuu solo soltara un suspiro de alivio ¿quizás?— enseguida vuelvo —añadió dirigiéndose a Tanjiro
