Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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Al sentir mis manos arrugar levemente una de las paginas del manga me hizo caer en cuenta de que me dolía mucho lo que estaba leyendo. Ya había perdido la cuenta de cuántas veces había leído esos capítulos y aún así no lograba aceptarlo ¿por qué la mangaka decidió que Rengoku debía morir? Siendo él un gran personaje, sinceramente no podía entenderlo.
Había leído muchos blogs y criticas al respecto y aunque me dieran mil y un razones de porque ese había sido su final, no lograban convencerme. Si con solo detenerme y contemplar su dibujo me hacía recordar que la primera vez que leí aquel capítulo estuve dos días llorando sin descanso mientras una etapa de depresión me invadía.
Es seguro que la mayoría piensa que es exagerado y quizás sea un poco cierto, al menos es el pensamiento que las personas normales tendrían, pero para aquellos amantes del anime y en especial de kimetsu no Yaiba estaba segura que me comprendían perfectamente y de alguna manera eso era un pequeño consuelo.
— ¡Rechazo este final! —grité a todo pulmón desde mi habitación, logrando de seguro que todos los vecinos me hubieran escuchado; pero, no era algo que me importara precisamente— Ah, el final ya está hecho después de todo
La verdad, rechazaba todos los finales que fueran tristes y hasta ahora eso se centraba en la muerte de los pilares; Shinobu, la pilar de insecto; Muichiro, el pilar de Niebla; Genya que si bien no era un pilar su muerte si me sacó varias lágrimas, pero la más dolorosa de todas para mí había sido la de Rengoku Kyojuro, pilar de la Flama.
Me resultaba difícil comprender los sentimientos y pensamientos de la Mangaka ¿por qué creó un personaje tan bueno y con el cual sus lectores se terminarían encariñando para luego matarlo? Si me detenía y lo analizaba con la cabeza fría comprendía que aquellas muertes le brindaron una convicción a los demás personajes para seguir.
Al final de todo ese camino lleno de tristeza aquellos que heredaron sus palabras y deseos se volverían más fuertes y lograrían su objetivo consiguiendo que su sacrificio no fuera en vano, pero tal era mi cariño hacia ellos que mi parte emocional se negaba rotundamente a aceptarlo.
¿Realmente debían morir? Soy el tipo de persona que le gusta creer que siempre hay esperanza, que existen otros caminos que no terminen en un gran tragedia, después de todo debía haber una manera de engañar a la muerte ¿no? Si, estaba pensando demasiado las cosas para ser un manga, y una historia con muy buenos personajes.
— ¡Ruri, ya es hora de cenar! —la voz tan clara de mi madre era una buena manera de alejar aquellos pensamientos tristes
— ¡Enseguida voy, mamá! —a veces me preguntaba de donde mi madre sacaba tanta paciencia y me aguantaba mis charlas sobre el anime y los mangas
"Definitivamente ella es increíble"
Aquellos pensamientos tan cálidos se quedaron en mi mente mientras apagaba la luz de mi cuarto para bajar a cenar, ya que mañana sería un gran día que estuve esperando durante varios meses y así fue al ver que la mañana llegó muy rápido junto a una suave brisa fría, estamos en invierno después de todo
