Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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Debían ser casi las seis de la mañana y Ruri ya se encontraba lista mientras daba una ultima mirada a la habitación asegurándose de no olvidar nada importante, pero a fin de cuentas no había nada por lo que cerró la puerta a sus espaldas y se encaminó hacia la entrada de la residencia para calzarse sus sandalias y acomodar su espada en el cinto
El día anterior había recibido la orden de ir en conjunto a una misión en el norte, para la joven esto no representaba un problema hasta que se enteró que su compañero sería el pilar de Viento con el cual se habían golpeado la noche anterior. Realmente no comprendía del todo las acciones Ubuyashiki Kagaya
En esos momentos se golpeaba internamente al recordar que durante el tiempo que le estuvo ayudando a sentirse mejor prometió aceptar la culpa por haber roto las reglas y golpeado a un pilar, pero jamás espero que dos días después tendría que ir a una misión con él ¿realmente podrían trabajar junto? ¿Y si Sanemi decía que la confundió con un demonio y por eso la mató?
"Ordenes son ordenes y debes seguirlas"
— Me voy —se despidió Ruri haciendo una reverencia en señal de despedida
Estaba segura que debían ser ya las seis, pero aún era demasiado temprano como para que la familia Ubuyashiki estuviera despierta y ella mejor que nadie sabía lo importante que era dormir, algo que al parecer cierto pilar grosero definitivamente no parecía importarle pues le había enviado un mensaje de verse a las seis o la mataría
Realmente ¿qué clase de persona en su sano juicio dice eso? Ruri había descubierto que existía alguien así y era Shinazugawa Sanemi. Apretando el paso hasta llegar al camino principal en donde se unían las demás fincas Ruri vio a lo lejos a Shinazugawa que se mantenía levemente recostado hacia la pared sin quitar su mano izquierda en el mango de la espada
— Por fin llegaste, Tsukino —hablo Shinazugawa rompiendo el récord de amanecer con el ceño fruncido causando solo un corto suspiro por parte de la joven
— ¡Buenos días Shinazugawa-san! —le saludó Ruri con energía intentando ser positiva y amable con la persona que le había buscado pelea y golpeado hace dos noches
— Tsk —masculló el hombre antes de empezar a caminar y dejarla atrás
— ¡Espere por favor, Shinazugawa-san! —pidió la joven corriendo hasta ponerse a la misma par que el— ¿ya desayunó?
— No es de tu incumbencia —le cortó seco
— Shinazugawa-san ahora mismo somos un equipo —le recordó Ruri frunciendo el ceño— como compañera es normal preocuparme por tu estómago
Antes de que fuera a recibir otra negativa por parte del pilar sacó de una de las mangas de su haori un paquete improvisado en donde tenían dos panecillos, mientras de su cinto colgaban dos "termos" hechos de bambú para llevar agua. Ruri realmente agradecía los detalles y regalos prácticos de Senjuro
