Cap 1: Antes de que despierte

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Su padre había enloquecido, no encontraba otra excusa para lo que estaba pasándole ahora.

Ella, la recién graduada en Psicología y con mejor promedio en su facultad, iba a directo a la sepultura de su carrera mucho antes de que la comenzara a ejercer.

Debía hacer su primera asistencia social, eso era cierto. Y luego de eso su padre la ayudaría a abrir su propio consultorio. Él tenía más influencia y era reconocido por su trabajo. Pero no creía que ir a un pueblo que nadie conocía y enterrarse en un rancho viejo por los próximos cinco meses, iba a ayudarla a alcanzar su mayor logro.

Sólo a su padre, el Sr Myoui se le pudo haber ocurrido semejante, y desquiciada para ella, idea de mandarla lejos de casa aprovechando para ayudar a su buen amigo de toda la vida también.

Lo peor es que ella no conocía al Sr Son. Así que el lazo que lo unía con su padre, en realidad, le era menos importante que una lluvia que no mojaba.

Ahora debía pasar tiempo alejada de sus amigos, de la comodidad de su departamento y sobre todo extrañaría a Nieve, aquella pequeña gata que era su mascota desde que la encontró un año atrás, encerrada en una caja y en un callejón de Seoul.

Seoul, pensó y lanzó un suspiro. Aunque sus padres vivieron en Japón con ella cuando era apenas una niña, Seoul era el lugar en el que pasó gran parte de su vida en la adolescencia y del que nunca podía separarse, sería ahora como un recuerdo insignificante hasta que regresara.

Mina se recostó contra la ventanilla de su limusina y disfrutó las últimas luces de las ciudades que pasaban, para no olvidarlas por las próximas semanas.

—Está callada, señorita— le habló Si-won, mientras conducía con su acostumbrada paciencia—¿se siente bien? ¿Quiere que nos detengamos en algún lado?—

—Si, en casa. Vuelve a casa—él rió, doblando y sonriendo ligeramente—Es broma. Papá me mataría—

—Lo sé. Su padre está muy entusiasmado con este nuevo proyecto—

—No es un proyecto, Si-won. Él sólo...quiere continuar ordenando en mi vida. como siempre—

—Eso no es así, señorita Mina. El Akira es un muy buen padre y un ejemplo para cualquier hijo, si me permite comentarlo, claro—agregó frente a sus cejas alzadas. Ella asintió. Si-won era el típico chófer con antigüedad en una casa de familia adinerada y cumpliendo los caprichos de la niña mimada. O el oído que siempre la escuhaba frente a sus problemas adolescentes.

Quizá porque, en realidad, era una niña mimada e hija única de una familia acentuada económicamente a la perfección. Mina miró a su alrededor. Después de todo, su bolso decía Chanel, su perfume CH y su reloj de oro, en la muñeca derecha, era un Rolex y regalo de u padre como cada año. Uno nuevo.

Pero no veía lo malo en dejarse consentir por sus padres todavía ¿Por esa razón Akira estaba enviándola lejos de casa con la excusa de que luego la recomendaría y sería una codiciada psicóloga?¿O porque se había desligado desde temprana edad del negocio familiar y ella quería comenzar con sus propios sueños alejada totalmente de él? Tenía que ser eso.

—Sé a lo que te refieres y comparto tu opinión. Pero si vivo en mi propio departamento, gasto el dinero de mi propio trabajo y mantengo aún la educación por la que él pago ¿por qué cree que puede tomar esta decisión?—se quejó ella y estirándose entre los asientos de adelante para observarlo—Ni siquiera me preguntó. Sólo me llamó y dijo que preparara mis maletas porque necesitaba que hiciera esto por él ¿No es un poco injusto? No quiero hacerlo—

—Le diré que es injusto señorita. Los robos, los animales muriendo, los niños abandonados cada día, el hambre en los países más necesitados y el abuso de los adultos a los menores. Eso es injusto ¿Considera usted injusto ir a otro lugar solo para ayudar a alguien? Con mi total atrevimiento responderé por usted. No, no es injusto.—

My Lady | Michaeng [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora