Cap 18: Por sobre los deseos de ella: dominar

3.5K 282 248
                                    

Estaba alistado, creado y esperado aquel momento. La noche lucía cómplice secreta y se manifestaba fresca, natural y especial para ellas. Era como la invitación de una tarjeta costosa, abrillantada y entregada luego de un viaje largo en un lujoso vehículo.

Mina sonrió, mirando el exterior desde la ventana y con sus ojos en la luna; llena, amarilla y testigo invitada para lo que fuese a ocurrir. Soltó la cortina, cuando los pasos se acercaban y volteó, encontrándose con la sonrisa tímida de Chaeyoung.

Apretó los dientes y entreabrió la boca, sin sentirlo e inconscientemente mientras la recorría de arriba abajo. Llevaba un pantalón negro, como ella, un top y un saco del mismo color. Mina recordó cuando compraron la ropa, como un descanso luego de dejar la clínica de Jihyo y tras caminar por la ciudad. Apenas lo vió tras una vidriera, ingresó a la tienda pero ahora se veía mejor: definitivamente Chaeyoung le daba forma y no el traje a cualquier persona.

Se acercó y la rubia dejó una mano en su desnuda cadera, porque ella llevaba una camiseta blanca hasta bajo sus pechos, dejando su abdomen también descubierto y un pantalón con tirantes. Los zapatos de tacón permitían permanecer a la misma altura, por lo que coló una mano en su rubia melena húmeda y desprolija y la atrajo para besarla.

Fue un contacto fugaz, de esos que una pareja se da en despedida al separarse rumbo al trabajo o al reencontrarse, con el cansancio del día ocupado y antes de compartir una cena.

— Te ves preciosa —se le adelantó Chaeyoung acariciando su largo cabello, que caía lisamente en su espalda — ¿crees que así estoy bien? ¿No tendría que ponerme algo más? —

— Podrías ponerte todo lo que quisieras porque no se trata de la ropa en tu caso. Tú puedes llevar cualquier cosa y seguirías siendo la mujer más hermosa que alguien podría ver... ¿vamos? —Agregó ante el rojo furioso que tiñó el rostro de su paciente y, tras ver su asentimiento, tomó su mano y dejaron el departamento — ¿quieres ir a ese restaurante que vimos hoy? —

Apenas anduvieron en el coche de los Myoui antes de que Si-won las dejara en una plaza y ellas comenzaran a caminar. La tarde soleada, calurosa y con los niños corriendo en el parque, fue motivo suficiente para que la rubia pidiera detenerse y lo hicieron al instante.

Atravesaron calles largas y completas, repletas de tiendas y locales de comida. Seúl era una ciudad turística más que llamativa, recorrida todo el tiempo por peatones, automóviles y otros tipos de transportes. Sin embargo, había un lugar que Mina había planeado llevarla al día siguiente, o antes de regresar al rancho pero en ese momento, era la rubia quién decidiría a dónde irían.

— Muero de hambre, donde haya mucha comida —ella rió, enredándose en el delgado cuerpo de Chaeyoung y recibiendo su brazo alrededor de los hombros. Ocuparon el ascensor y, tras verse solas en el pequeño cuadrado, no se separaron y aguardaron en una esquina — ¿tú crees que mis exámenes estarán bien? —la sorprendió mientras la acariciaba con su pulgar y Mina se hundió más contra ella. Después de haber recibido aquel preocupante mensaje de Jihyo, intentó despejar malos pensamientos pero ahora regresaron, tras la pregunta imprevista de la rubia.

— ¿Hay algo que te inquiete? —

— Todo mientras se trate de alejarnos —

— Chaeyoung, te he dicho...—

— No, Mina, hablo en serio —la interrumpió con seguridad — no se trata de si queremos o no, se trata de que tengamos que hacerlo. No elegiría separarme de ti ¿pero si Jihyo dice que sí? —

— No sé mucho de medicina, Chaeyoung pero no hay enfermedad que haga alejar a dos personas. Por favor, dudo que tengas algo —se mofó al separarse y adelantarse, cuando el ascensor se detuvo y la jaló tras ella — las creaciones hermosas como tú no hacen daño —alardeó guiñándole un ojo al voltear y regresó su mirada al frente, tras verla ensanchar una sonrisa.

My Lady | Michaeng [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora