Era la segunda sesión finalmente y Mina se miró en el pequeño espejo de su cuarto antes de salir.
No tenía por qué vestirse como si estuviese a punto de entrar a su consultorio, en realidad. Pero no había razones para no lucir como lo profesional que era ya. Por lo que, con total seguridad, alzó su mentón y avanzó, con el sonido de sus zapatos de tacón retumbando en el lugar.
Cuando llegó a la cocina, Chaeyoung la vió y abandonó el sillón en el que estaba acostada. A unos metros de la mesa y en un rincón, descansaba el mueble y una pequeña mesa, separando la cocina de un peculiar living.
La rubia fue por una silla y la arrastró hasta dejarla frente a ella. Mina le sonrió en agradecimiento y, con sus manos aún tras la espalda, movió uno de sus pies, esperando porque dejara de mirarla.
— Que linda te ves — le dijo en cambio y sus mejillas se tornaron rozadas. Chaeyoung lo soltó tan natural y delicado que solo pudo asentir, nerviosa ante la posibilidad de cruzar sus miradas — solo cuando llegaste vestías así. Es tu estilo — agregó y ella no podía estar más de acuerdo. El armario de su departamento estaba repleto de camisas ajustadas a su cuerpo. Blancas, celestes, rosas, amarillas y grises que, como en ese momento, las combinaba con una falda hasta la altura de sus muslos.
— Tú también te ves muy bien —
— Sí, me duché y cambié la ropa — bromeó sacudiendo su camisa y el aroma a su jabón llegó hasta ella. El cabello húmedo de la rubia atestiguaba sus palabras y el olor fresco de su piel también. Mina le señaló el sillón y volvió a ocuparlo, mientras ella se enderezaba sobre la silla.
— Acomódate que comenzaremos en un momento — le indicó observando su reloj. Faltaban menos de cinco minutos para las seis de la tarde y a la hora en punto, empezarían. De allí que controlaría los 50 que duraría la sesión y la finalizaría hasta la semana entrante — Chaeyoung, la primera vez tú hablaste y contaste algunas cosas ¿lo recuerdas? —
— Ajá, sí. Algunas cosas — respondió recostándose nuevamente y mirándola — ahora debo hablar de otras ¿cierto? — Mina dejó los codos en sus muslos y le sonrió, estirándose hasta ella y asintiendo como si del secreto mayor guardado se tratara.
— Lo haremos de esta forma, te haré preguntas para que sea más fácil para ambas. Las que sientas que no puedes o no quieres responder, nos quedamos un momento en silencio y entenderé que debemos pasar a otra ¿de acuerdo? —
— Está bien — susurró la rubia observando su boca. Mina se alejó, cuando el olor a frutilla que desprendía de ella amenazó con gustarle y probar las cosas por simple gusto, no siempre acaba bien.
Con el sonido de sus agujas iniciando otra hora, se pegó al respaldar de su asiento y cruzó una pierna sobre la otra.
— Quiero que me cuentes de ti — le dijo de manera obvia y Chaeyoung ascendió la mirada de sus rodillas hasta su rostro.
— ¿De mí? —
— Claro. Como dices tú, por ejemplo...si alguien preguntara quién es Son Chaeyoung ¿cómo la describirías? —
— Nadie preguntaría por mí —
— Yo lo haría. Lo estoy haciendo. Estoy preguntando por ti — le aseguró y su paciente la recorrió con la mirada, antes de acomodarse de espalda al sillón y observar el techo.
— No lo sé —
— Haz un esfuerzo — pasaron algunos segundos, en que ella creyó perdida el interrogatorio e iba cuestionarle otra situación, cuando Chaeyoung comenzó a hablar animadamente.
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My Lady | Michaeng [PAUSADA]
Fanfiction"Sólo debes ir al rancho de los Son y convertir a Chaeyoung en una señorita de ciudad, Mina. Ese será tu trabajo" (Advertencia: G!P Chaeyoung) HISTORIA BASADA EN UN FANFIC GLEE. PARTE DE LOS CREDITOS PARA MICHELLE, CREADORA DEL FANFIC. Portada hech...