Cap 32: ¿Cómo se cura un corazón roto?

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¿Preparadxs? Espero que no les dé un ataque al corazón con el título. No se me infarten antes de tiempo.

— ¿Recuerdas qué estabas haciendo el día de hoy pero un año atrás? —

Chaeyoung entornó los ojos y ladeó ligeramente su cabeza. No lo recordaba. Pero podía hacer un esfuerzo y rebuscar entre su nueva vida, al fondo y desenfundar algo que su mente le permitiera.

Quizá estaba trabajando; ordeñando una vaca o quitando los huevos del gallinero. O tal vez solo perdía tiempo sobre el techo del granero, observando las formas de las nubes pasajeras y esperando pasar las horas.

Ya no tenía eso. Y lo extrañaba. Suponía que cualquier persona aguardaba ansiosamente el reencuentro con las cosas que le hacen bien y ya no lo tiene diariamente. Extrañaba su antigua vida, sí y el corazón se le comprimía como una caja bajo una máquina aplanadora pero tenía otra ahora. Y otra que extrañaría mucho más si se le quitara.

Una novia. Un pequeño espacio que compartían para demostrarle cuánto la quería. Una mascota que dormía sobre ella. Amigos, como Mina le aseguró que podría llamar a los suyos y un hijo que pronto podría cargar entre sus brazos. Tenía una familia que escapaba de sus padres y solo involucraba su felicidad real. Sentía que tenía una vida de verdad ahora. Estaba viviendo en verdad.

Y un trabajo.

Chaeyoung bajó la cabeza y escondió una sonrisa. Blaine Anderson inauguró una galería propia, en la que expondría cuadros de pinturas para atraer al público y terminaría convirtiéndolos en clientes cuando descubrieran el negocio de ventas cual casa fotográfica.

El novio del mejor amigo de Mina la había contratado como parte de su equipo. Él arrastró dos empleados del local de New York y con los que le aconsejó aprender a su lado y terminar por perfeccionar su manejo con las cámaras.

¿Había algo más que necesitara en ese momento de su vida? Sí, el día del parto, con urgencia y así por fin conocer a su hijo.

— ¿Lo recuerdas, Chaeyoung? — insistió su sicóloga y ella negó con la cabeza. 

— Todos los recuerdos que comienzan a gustarme son desde que tengo a Mina en mi vida. Y un año atrás ella no estaba conmigo. No la abrazaba al menos de la misma manera —

— Bueno — suspiró la mujer — supongo que haber pasado veinte minutos sin nombrarla fue un logro — ella la miró, avergonzada del trato drástico dado y pensó qué decirle. Algo que no incluyera a su novia. 

— Conseguí un empleo — le informó y la señora Trevor se enderezó interesada. 

— ¿Aquí? ¿En la ciudad? —

— Sí, es…bueno, no sé si le dije pero me gusta tomar fotografías. Y un amigo de Minari…— se detuvo, preguntándose si nombrarla cambiaria el rumbo de la sesión o todo seguiría hacia el mismo diagnóstico. Se humedeció los labios y carraspeó, antes de seguir con total soltura — Blaine Anderson abrió una galería, si busca su nombre entre las noticias lo reconocerá. Él me contrató y trabajaré cuatro horas cada día —

Caroline asentía mientras la escuchaba y, aunque suponía que mayor distracción sería mejor en la vida de su paciente, el cambio violento de su sedentarismo en Lost Springs al vital en Seul, debía darse de pequeños pasos. Como esas cuatro horas y no seis u ocho.

— Eso es un excelente logro, Chaeyoung. Te felicito. Hacer lo que uno en verdad quiere y le apasiona es signo sincero de que su vida será más tranquila que la de cualquier exitoso que piensa en el salario. La dependencia hacia tus apegos comenzará a modificarse y aprenderás cosas nuevas a la par de un propio crecimiento. Me ha hecho muy feliz esa noticia. Es bueno ver que colaboras en ese cambio —

My Lady | Michaeng [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora