Cap 33: Si hay amor... nada malo tiene que pasar.

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¿Listxs?

Su hijo estaba por nacer. Se había adelantado. Un mes, menos quizá pero aún debía permanecer un poco más dentro de Mina y no haciéndola sufrir entre gritos de dolor con un precoz parto.

Cargó con esfuerzo a su novia y la llevó a su cama. La recostó, con el cuidado que nunca tuvo en algo y le colocó algunos cojines bajo su espalda y cuello.

Estaba nerviosa. Afuera, Fiona no quiso de su ayuda porque cuando la vió llegar le lanzó una patada que pudo esquivar. Y por eso había regresado en busca de Mina, para llevarla con tranquilidad a conocer el pequeño potrillo que oyó a sus espaldas, mientras caminaba al rancho.

Pero ahora era su hijo el que pedía llorar fuera de su madre. Y si iba a intervenir, tenía que hacerlo de manera adecuada, rígida y mejor aún, perfecta. Para cuidar a la nipona y al niño que exigía a través de los alaridos de Mina aparecer por fin.

-¡Chaeyoung! ¡Mi pantalón! -

Con sus manos temblorosas y sus dientes chocando de conmoción, ella se lanzó al botón de la prenda y lo abrió, antes de deslizarlo por las piernas. La respiración de Mina descendió ligeramente pero su pecho subía y bajaba como si nunca más quisiera volver a hacerlo. E irónicamente debía, en ese momento debía respirar mejor que cualquier otro día.

- Minari - la llamó frente a ella y sosteniéndose a cada lado de su cabeza, para ni siquiera sumarle el peso de una pluma a la carga de su novia - Mina, te miraré ¿de acuerdo? Quizá solo sea una falsa alarma -

- ¡Qué demonios es una falsa alarma, Chaeyoung! ¡Duele como si estuviesen cortándome el estómago! -

- Lo sé pero tal vez.... -

- ¡Qué diablos vas a saber! ¡Me duele a mí no a ti!... ¡Dios, Chaeyoung!...haz que se detenga -

No sabía cómo iba a lograr eso. Pero las lágrimas de su novia cayendo de dolor hacia un lado, la obligaron a ingeniar una idea y llevarla a cabo cuánto antes.

Se alejó de ella con miedo y rapidez. El miedo de pensar que en realidad no, no era una falsa alarma y su hijo buscaba con énfasis la salida al mundo exterior. Y con la rapidez de aliviarle aquella tortura a Mina. Quería calmarla y tras escucharla gritar varias veces, entendió que solo lo lograría si arrancaba el problema de raíz.

- ¡Chaeyoung! - volvió a gemir con pena pero trató de ignorarla. Hizo un repaso mental de las veces que había presenciado los partos de sus antiguos animales que, para confirmar que en efecto debía llevar el acto a cabo, tenía que regresar a su parte más íntima y comprobar que estuviese preparándose para el momento.

Lo hizo. Volvió a Mina y le alzó con cuidado las rodillas, antes de separarlas y quitar su ropa interior. Miles de recuerdos como un rayo directo a reventar en su cabeza, le atravesaron los pensamientos y tuvo que pestañear decenas de veces para alejarlos. De manera injusta, la noche en que hicieron el amor por primera vez, las veces que se excitó y las fricciones contra su novia la limitaron al orgasmo y las horas compartidas a un lado del río, aparecieron para burlarse y recordarle que, tal vez, ya nada de eso volvería a repetirse a partir de que aquella hora terminara.

- ¿Qué sucede? - La voz de la sicóloga le arrebató la emoción de aquellos recuerdos y regresó a la realidad, notando que, en concreto, debía prepararse para dar a luz - ¡Chaeyoung, regresó! ¡El maldito dolor volvió! -

De los doce partos que había intervenido como una rápida veterinaria, cuatro no terminaron como debían y la punzada de opción igualitaria a ese momento, le apretó el corazón sin vergüenza.

Se echó atrás, cobarde como si no pudiese hacerlo y con una mano en su frente observó el dolor de su novia en la cama ¿Y si lo hacía mal?

- ¡Chaeyoung! -

My Lady | Michaeng [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora