Phone number [Michael Clifford]

16. Amiga-hermana.

Sábado, bendito sábado, me moví en la cama, solo para estar en una posición más cómoda, me volví a mover, no, no encontraba mi lugar feliz, evitaba abrir los ojos, si lo hacía, después no podría volver a dormir, no.

-Andy, vamos, arriba, tenemos cosas que hacer.

-Callate, Jade dejame dormir, te eh dicho mil veces que no me levantes los... ¡Jade! ¿Qué haces aquí?- Dije, abriendo los ojos de golpe.

-¿Qué? Ya no puedo visitar a mi hermana hija de otra madre.

-Claro que puedes, tu siempre eres bienvenida aquí.

Salí de la cama, me cepille los dientes, me lave la cara, me puse una blusa verde, un short de mezclilla, y unos converse negros, si, no me peinaba, la única que sabía eso era Jade, rara vez me peinaba, caminamos hasta la cocina, donde mi hermano se tomaba su típico café de sábado en la mañana.

-Buenos días Mike, ¿Me das dinero?

-Buenos días... ¿A dónde van?

-Ya sabes, cosas de chicas.

-Ah, bueno. Pero te portas bien, me llamas en caso de emergencia, no vayan por lugares peligrosos y miras a los lados antes de cruzar la calle.

-Si, ya entendí, debo tener cuidado.

Después de desayunar comida chatarra, llegamos a el parque al que solíamos ir casi todo el tiempo, nos sentamos bajo la sombra de un árbol y me recargue en su tronco, al igual que Jade.

-¿Qué tal todo? ¿Cómo te ha ido?

-Pues bien, tuve algunos problemas con Billy Stewart, conocí a cuatro chicos, golpearon a uno por mi culpa, otro es el hermano de la novia de mi hermano, uno me defendió de Billy, a otro lo conocí en el baño, mi hermano organizó una cena, un desconocido me manda mensajes, pero de ahí todo sigue como siempre, normal.

-Pues si que me eh perdido bastante, ¿Algún afortunado?

-Bueno, hay un chico que me gusta, sus ojos son verdes o azules, o azul verdoso o verde azulado, da igual son geniales, su nariz es perfecta, sus labios son tan gruesos y besables, es perfecto para mí...

-¿Pero...?

-Es mayor.

-¿Y eso qué? Para el amor no hay edades. ¿Cuantos años?

-Cuatro, supongo.

-No es mucho, hay personas que salen con alguien veinte años mayor.

-Gracias, si que te necesito.

Mi teléfono vibro, dándome un susto de muerte.
De: Acosador. Para: Andy.
Hey, hace mucho que no hablamos, ¿Sabes? Realmente empiezo a acercarme a la chica que me gusta.

De: Andy. Para: Acosador.
Bien por ti, estoy algo ocupada, así que, ¿Te parece si hablamos luego?

De: Acosador. Para: Andy.
Ah, ok, entonces hasta luego.

De: Andy. Para: Acosador.
Bien, gracias, suerte con la chica, ah y, sea quien sea, tratala bien, no se daña a quien se quiere.

De: Acosador. Para: Andy.
Lo tomaré en cuenta.

-¿Con quien hablas?

-No lo sé, pero si te preguntan, se llama Angel Sergio Gibbs.

-¿Porque?

-Ya sabes, una pequeña mentira piadosa.

-¿Y por qué esta como "Acosador"?

-No lo sé, fue lo primero que cruzo mi mente.

-Bueno, así eres tú.

-¡Oye! No seas mala.

-Pff, no puedo ser mala contigo.

-¿Sabes?, odio sentirme así.

-¿Cómo?

-Ya sabes, ver al chico y olvidar todo lo que no tiene nada que ver con él, olvido al mundo entero, aunque él podría ser mi mundo, eso no tiene sentido, y me asusta, tú mejor que nadie sabe que no quiero terminar como la ultima vez.

-Amiga mía, lamento decirte que ya es tarde, por lo que has dicho, puedo deducir que ya te llego la hora, has caído rendida al amor y no te diste cuenta.

-¡¿Pero apenas lo conozco?!

-Solo tienes miedo, deja que las cosas sigan su curso, las cosas buenas siempre llegan, tarde o temprano, solo deja que pase lo que tenga que pasar- Sonreí por su ya típica frase-, ¿Qué?

-Él un hace poco me dijo lo mismo, pero con otras palabras.

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¡Me gustaría tener una amiga como Jade!