Phone number [Michael Clifford]

3. Problemas y amigos nuevos.

Debería dejar de cagarla todo el tiempo. Corrí entre los alumnos, subí las escaleras, perdiendome entre los de bachiller.

—¡Ven acá maldita!— Me gritó.

—No gracias, no estoy loca.

Puso una sonrisa maliciosa y se abrió paso entre los demás. Un chico que iba a las escaleras para los que eran aún más grandes pasó por mi lado. Estaba tan asustada, que lo tomé por la espalda y me puse detrás de el.

—Lo siento— Le murmuré, el negó. Billy se acercó y se puso frente al chico que estaba usando como escudo.

—¡Maldita perra! Suelta a ese idiota y ven a enfrentar las consecuencias.

—T-te d-dije q-que fu-fue un a-accidente— Contesté tartamudeando.  

Todos conocían a Billy, era el típico chico malo, pobre de aquel que se lo topara de mal humor... y hoy me había tocado a mi.

—¡No me importa!

—...— Iba a contestar, pero aquel chico se adelantó.

—¿Qué fue eso tan grave que ella hizo?

—¿Y a ti quién te preguntó? No eres nadie para meterte.

—Tú acabas de hacerlo, y ella... Ella es mi amiga, ¿Como ves?

Eso fue lo ultimo que escuche, me distraje viendo a un chico con el cabello de colores directamente a los ojos, me sonroje cuando el me miró y termine desviándola.

—Bien ya se fue Billy, deberías tener más cuidado— Me dijo tiernamente.

—Eh, sí, tienes razón. Gracias...

—Ashton.

—Bueno. Gracias Ashton, espero no haber molestado.

—Nah, no eres molestia. Me gusta proteger personas, así conocí a uno de mis mejores amigos.

—Creo que debería irme, yo no pertenezco a este piso, y no quiero entretenerte y que llegues tarde, así que creo que me voy.

—Yo tampoco pertenezco a este piso, soy de arriba. Talvez yo no llegue tarde, tengo esta libre y vine a buscar a mis amigos.

—Adiós— Dije en un susurro. ¡Me estaba sonrojando! Esto si era vergonzoso.

—Adiós— Me contestó divertido.

La ventaja número dos se había cumplido, Michael nunca se enteraría de esto. Oh era tan genial, Ashton era muy guapo. Pero no me debía distraer pensando en el. Alguien me toco el hombro, me asusté y tensé al mismo tiempo.

—Oh, lo siento. No quería asustarte, vine porque olvidé preguntarte tu nombre.

—Me llamo Andy.

—Bueno, te veo luego Andy.

Después de eso cada uno se fue por su lado. Me fui a la clase que me tocaba y el a-no-sé-donde.

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