El nudo en su garganta le ahoga. Y las lágrimas que amenazan con salir nublan su vista. Quiere gritar, pero el cuerpo que tiene encima suya no se lo permite. Sostiene sus muñecas por encima de su cabeza, anulando cualquier movimiento. Y su mente no deja de maquinar. Su peor error.
Se levanta de golpe en mitad de la madrugada. Le cuesta respirar. Hacia tiempo que no soñaba con aquel acontecimiento. Y a pesar de que estuvo dos años yendo al psicólogo para poder superarlo, en ese momento siente que no le ha servido una mierda. Ha vuelto a él como si nada. Atormentándole. Y ya no sabe qué hacer para frenar esa sensación de debilidad. De desprecio hacia sí mismo por no haber hecho nada aquel día.
Porque para aquella persona había sido una noche más, pero para él, había sido el comienzo de todos sus problemas. De su baja autoestima y su falta de confianza. De perder amigos. De desear acabar con ese sufrimiento para siempre.
[🕊]
Se levanta a la mañana siguiente, temprano. Y se mete en el estudio. Se sienta delante del piano y vuelve a leer la canción que escribió ayer. No está terminada. Y aún hay cosas que no ha escrito por miedo. Por exponerse demasiado. A pesar de que nunca será capaz de cantársela a nadie.Su móvil suena en la otra habitación. Probablemente sea su madre. Lleva dos días sin llamarle, aunque le ha escrito. Y cuando coge la llamada, la voz del otro lado de la línea le tranquiliza.
—Hola, cariño. ¿Cómo va todo? —le pregunta.
Duda si contarle lo que ha soñado. No quiere preocuparla, pero en ese momento necesita soltarlo.
—No muy bien —dice y tiene que aclararse la garganta. —He vuelto a soñar con...él.
Reina el silencio durante unos cuantos segundos.
—¿Lo mismo de siempre? —le pregunta.
—Sí, aunque esta vez me encuentro peor.
—Llevabas tiempo sin soñarlo, Ago. Es normal que ahora vuelvas a sentirte mal.
—Lo sé, pero pensé que ya lo estaba superando.
—Lo harás, pero lleva su tiempo. Piensa siempre que estás muchísimo mejor que hace unos años. —dice y hace una pausa. —¿Qué tal las clases?
—Bien, estoy preparándome los exámenes finales. A ver cómo me salen —dice intentando quitarle importancia.
—Poco a poco. Seguro que te salen bien. —dice. —¿Has hablado con Nerea y Miriam?
—No, llevamos semanas sin hablar. Ellas también se están preparando los exámenes. Supongo que cuando acaben nos veremos.
Habla un rato más con ella, y cuando la llamada finaliza, vuelve al estudio. Se pasa allí el resto de la mañana. Y vuelve a sentir esa conexión con la música que creía haber perdido.
Decide que esa tarde no va a ir a la biblioteca. Lleva bien el resto de asignaturas, a pesar de que hay temas que no logra que se le queden en la cabeza. Ya irá mañana. Aún tiene tiempo.
Sin embargo, si hubiese sabido que el chico del metro iba a estar allí esa noche, no se hubiese quedado en casa.
Pero el destino es muy capullo.
Trazando espirales, la tinta de mi verdad. Dibujo animal.
Nota de la autora:
Aquí el tercer capítulo. Espero que estéis llevando bien la cuarentena(o al menos intentándolo). Cuidaos mucho.Dadle amor, nos leemos pronto 💛
ESTÁS LEYENDO
el chico del metro| ragoney
Fanfiction22:00 p.m. Último metro. Miradas cómplices. Y quedarse con las ganas.