🕊: uno

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Mudarse a Madrid ha sido la mejor y la peor de las decisiones que ha tomado en su vida. Por una parte, siente que la gran ciudad no será nunca su hogar, que siente que la gente vive a otro ritmo muy diferente al suyo, que nunca va a encajar allí. Y por otra, siente que quizás, si no hubiese dejado tenerife atrás, aún viviría anclado a un pasado que no quiere volver a revivir. Que no quiere volver a sentir.

Sin embargo, vivir solo se le hace cada vez más complicado. No encontró ningún compañero de piso con el que irse a vivir cuando llegó a Madrid, y dos de sus mejores amigas, Miriam y Nerea, ya compartían piso juntas y no querían dejarlo. Las entendía. Él nunca sería la primera opción de nadie.

Se sube en la misma línea de metro de siempre. Esa que le deja en la biblioteca de su universidad. Y cuando entra, escoge el mismo sitio en el que lleva sentándose desde que empezó a prepararse los exámenes finales. Se le hace cada vez más cuesta arriba estudiar, pero hace lo que puede para no rendirse y mandarlo todo a la mierda. Lo único que quiere es componer. Cantar.

Dejarse llevar por primera vez en su vida.

[🕊]
Sale de la biblioteca con la cabeza a punto de explotarle. No ha conseguido que se le quede nada de lo que ha estudiado, a pesar de que lleva más de 5 horas allí. Está cansado. Y siente que no puede más.

Camina dentro de la estación buscando la línea que le lleva de vuelta a casa. A esa hora suele estar lleno de gente. De vidas que aún no han terminado su jornada. Que estarán sintiendo su mismo cansancio.

Y en ese momento, le escucha. Your song de elton john le cala hasta el alma. Y el chico que la canta le roba el aliento. El rubio le devuelve la mirada, y durante varios segundos no son capaces de apartarla. Sienten una conexión brutal, como si ya se conocieran. Como si se hubiesen estado buscando toda su vida.

El canario se obliga a sí mismo a desviar la mirada. No quiere irse, pero no tiene más opciones, a pesar de que se quedaría allí a escucharle. Y quizás hasta se quedaría toda la vida con tal de ver lo mucho que le brillan los ojos cuando canta.

Se sube en el metro con el corazón latiéndole con fuerza dentro del pecho, deseando volver a verle mañana.

Aunque la vida no siempre es justa.



Nota de la autora:
Pues aquí el primer capítulo. A pesar de lo liada que estoy con las clases online, prometo actualizar rápido(o intentarlo).

Dadle amor, nos leemos pronto 💛

el chico del metro| ragoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora