7-Cap

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Narra Harry:

  Me paseo de un lado a otro en aquella esquina oscura de la habitación observando la situación. No tengo paciencia como para estar esperando tanto. A medida que el doctor le está examinando las múltiples heridas que marcan su bronceada piel, su rostro permanece muy cambiante.

  En varias ocasiones incluso el horror se apoderaba de todo su cuerpo como preguntándose la razón por la cual ella aún está viva, yo le fulmino con la mirada para que termine ya de una maldita vez.

  Me voy a volver loco si continúo escuchando su parloteo, él trata de hacer que la morena vuelva en conciencia y despierte, pero no reacciona.

¿Me habré pasado de la raya?

  Por otro lado comienzo a perder la poca paciencia que tengo.

— ¿Conde? —Sentí su voz en un hilo, sinceramente ya me tenía aturdido.

¿De dónde sacará tanta energía para seguir hablando? Santos murciélagos.

— ¿¡Qué quiere ahora!? —grité apenas conteniendo mi rabia, sintiendo unos deseos insasiables de colocar mis garras de un tirón en toda la zona de su cuello.

Verle gritar y retorcerse del dolor sería divertido, mientras con mis afilados colmillos desgarro cada milímetro de su piel a sangre fría.

  «Ya ha captado tus ideas.» añade mi subconsciente.

  «Me alegro, así no molesta más.»

  «No lo creo.»

— No ha considerado seriamente que esta joven puede ser más que una simple presa. —añadió con voz temblorosa sin siquiera alzar la vista para mirarme, era tanto el terror que le infundía que tan solo bastaba con escuchar mi voz para sentirse más que aterrado.

  Con la mirada encrustada en los arabescos del suelo, sus palabras ocasionan un sentir extraño dentro de mí ¿más que una presa? ¿A qué se refiere?

  Por un momento me dejó confuso, sin entender siquiera la razón por la que formuló aquella oración inconclusa ¿qué podría hacer ella más allá de ser mi presa? ¿En qué puedo convertirla?

  En vampiro no creo, porque entonces eso no sería para nada divertido. No obstante no estoy para soportar una suicida por el resto de la eternidad.

  Mi objetivo con esta joven es divertirme, satisfacer mis diabólicas e inhumanas necesidades. Hacerla sufrir y que viva un total infierno. Para ello la necesito viva, no muerta ¿qué podría ser?

— ¡EXPLIQUESE! —le grito fuertemente estallando en un profundo cólera, de muy mal humor.    

  Me dirijo hacia el señor de bata blanca que examina a la morena adormilada sobre las suaves sábana de satén plateadas de la cama. Estoy a punto de tener un ataque por cuentas de este hombre que me impacienta.

Amante de un Príncipe Oscuro (II Libro: Bilogía Amantes Siniestros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora