C A P I T U L O 4 9.

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L E I R E.

Cerré la maleta y mire a Ginés que me sonreía desde la puerta, en unos minutos estaría con el en el tren para ir a Murcia y ayudarle con su graduación al igual que el me ayudó a mi con la mía, cogí mis cosas, el ya tenía las suyas así que tras despedirme de mis padres, que estaban en casa ya que era domingo por la tarde y los demás se habían ido por la mañana, mi hermano nos llevó a la estación donde me despedí de él y a eso de las siete más o menos cogimos el tren, nos sentamos en unos sitios que estaban libres, yo al lado de la ventana y el a mi lado, puso su cabeza en mi hombro y yo sobre la suya, estuvimos así un rato hasta que decidimos ver una película, me apoyé en la pared con las piernas encima de su asiento, él se dejó caer en mi colocando el ordenador en sus piernas,cuando le película terminó ya habíamos llegado a la ciudad del chico, guardé el portátil, cogimos nuestras cosas y salimos, un bus nos llevó hasta la parada de al dado de la casa de Ginés, metió la llave en la puerta y entramos, nos recibió una señora rubia, de la edad de mi madre, quizás un poco más joven, era Carmen, la madre de Ginés.

Ginés: ¡mamá!-abrazó a la señora.
Carmen: ¡Ginés! -le siguió el abrazo y después me miró- ¡ah! Hola ¿te llamabas Leire no?
Leire: si-asentí sonriendo.
Carmen: ya me había dicho que Ginés que vendrías, ¿habéis cenado?
Ginés: no mamá, el tren a llegado antes de que nos pusiesen la cena ¿y Lucas y Jimena?
Carmen: Lucas está en la cama, papá le está durmiendo y Jimena en la cocina.
Ginés: jo ¿ya se ha ido a dormir? quería darle un abrazo.
Carmen: mañana le darás dos, ahora dejar las cosas aquí y a comer.
Ginés: ¿qué hay?
Carmen: pues he hecho aguacates rellenos de huevos y bacon.
Ginés: genial, vamos-dejamos las cosas en las escaleras, la madre de Ginés se fue a la cocina mientras.
Leire: amor-susurré- ¿que son aguacates con huevo y bacon?
Ginés: es una comida que hizo mi madre un día y nos gustó tanto a todos que cada vez que puede lo hace, ya verás, te va a encantar.
Leire: estoy segura de ello-sonreí.
Ginés: va venga tengo hambre ¿tú no?-me dio un beso rápido en los labios y fuimos a la cocina, allí estaba la hermana de Ginés sentada en una de las sillas, al vernos entrar se levantó.
Jimena: tete-corrió para abrazarle.
Ginés: bichito-le siguió el abrazo.
Jimena: menos mal, por fin estás aquí, toda la semana fuera...
Ginés: bueno ahora voy a estar toda la semana aquí así que puedes disfrutar de tu hermano mayor-después se separaron y la chica me miró.
Jimena: hola-dijo sonriendo.
Leire: hola-le devolví la sonrisa.
Jimena: ¿eres Leire no? La amiga de Ginés.
Leire: si, eso es-la verdad es que por un momento se me había olvidado que allí nadie sabía que salía con el mayor de los hermanos-y tú eres su hermana, Jimena.
Jimena: exacto-Carmen dejó en la mesa la cena y empezamos a comer.
Leire: está muy bueno-dije al probar los aguacates que había hecho para cenar la madre de los chicos.
Carmen: gracias-me sonrió, la cena pasó como una cena normal, como sus padres no sabían que salíamos fue mucho más cómodo de lo pensaba.

Al terminar el padre junto a su esposa a limpiaron los platos y yo subí con Ginés a su habitación para dejar las cosas allí y tal, eran casi las once de la noche cuando salí de la ducha y me puse una camiseta ancha amarilla y volví al cuarto de mi novio, que estaba en la cama tumbado mirando el móvil, cerré la puerta, que por cierto no tenía cerrojo, y me tumbé a su lado, él me miró, dejó el móvil debajo de la almohada, me rodeó con sus brazos y me pegó a él, le miré sonriendo, y él me besó, le seguí, era un beso muy bonito, o tal vez solo fuesen cosas mías, porque todos los besos con el me parecían geniales, ambos sabíamos que no iba a ser nada más que un beso ya que sus padres y sus hermanos dormían en habitaciones muy cerca de la suya, pero con besarnos era suficiente, mordí su labio inferior, él me separó sonriendo y empezó a besar mi cuello como venganza empezó a dejar marcas pequeñas en mi piel, sabía cuales eran mis puntos débiles y los besos en el cuello eran uno de ellos, pero yo también conocía los suyos, a parte de morderle el labio también le gustaba que le rodease por la cintura con las piernas, como con las dos no podía ya que estábamos acostados de lado lo hice con la que estaba más arriba, hice fuerza con esta cuando ya estaba en su cintura y me pegué más el, al notar la piel de mi pierna desnuda en contacto con su cintura que estaba medio tapada ya que en ese momento no llevaba camiseta se le erizó un poco la piel y se movió para colocarse encima de mi otra pierna y quedar así envuelto entre mis dos piernas, le noté moverse seria de mi, el ruido de la puerta de al lado cerrándose nos sacó de aquel momento tan intenso haciendo que nos separásemos de rápido el uno del otro, después de unos segundos en los que parecía que nos íbamos a ahogar entre nuestras propias respiraciones empecé a hablar.

Akane [Walls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora