Akane [Walls]

C A P I T U L O 4 7.

L E I R E.

Me desperté y con cuidado de no despertar a Ginés, me levanté de la cama, le escribí una nota para que supiese porque no estaba allí al despertarse que decía: He salido con Ro para hacer unas cositas, vuelvo cuando termine, hasta entonces, buenos días cariño cogí algo de ropa, salí, cerré la puerta con cuidado y fui al cuarto de baño a vestirme, me puse un pantalón corto de rayas de colores y una camiseta blanca.

Entré a la cocina y mis padres aún estaban allí.

Mamá: buenos días preciosa-susurró, después me abrazó y yo a ella.
Leire: buenos días mami.
Mamá: ¿estás nerviosa?-aún susurraba.
Leire: un poco.
Papá: bueno hija tranquila que todo va ir bien.
Leire: ya lo sé pero es muy raro todo, llevamos toda la semana trabajando para que todo esté tan bonito y luego todo se va a pasar tan rápido...
Papá: mejor que se pase rápido, eso significa que te lo has pasado bien.
Leire: ya...llevas razón-desayuné y salí de casa.
El porque de levantarme tan temprano ese día es que tenía que hacer mil cosas como ir a la peluquería, a hacerme la uñas, llevar ropa para mañana a la casa de FJ, pagar el alquiler del local donde era la fiesta, pagar al DJ, ensayar el acto,maquillarme y algo que jamás pensé hacer, ir al salón de belleza, no era nada fuera de lo común solo nos iban a exfoliar la piel,hacernos unos tratamientos con mascarillas,depilarnos... bueno tal vez si nos pasamos pero bueno, la ocasión lo merecía y tampoco es que fue idea mía, se le ocurrió a Andrea que de alguna manera nos convenció a todas para ir con ella, el maquillaje y la peluquería sería lo último ya que mi madre es peluquera y además también dio un curso de estética así que sabe maquillar muy bien.

Caminé hasta la casa de Ro que vivía unas tres o cuatro calles delante de la mía, piqué al timbre y dos minutos después estaba delante mía, nos saludamos y fuimos a donde nos harían las uñas, no quería que fuesen muy largas ni tampoco algo muy extravagante, al final me hicieron unas de un color claro, todas lisas menos una que te tenía una espiga dorada.

Después fuimos al instituto a ensayar el acto y a pagar lo que nos quedaba, cuando acabamos con eso eran las doce así que fuimos a tomar algo de picar, y ya al medio día volví a mi casa.