Akane [Walls]

C A P I T U L O 5 9.

NOTA: antes de empezar el capítulo quiero deciros que tanto en este capítulo como en el anterior he usado vuestros nombres para personajes de la novela, mi intención jamás a sido ni será que os sintáis mal con la personalidad  y lo que le ocurre a estos personajes, no creo que vuestra personalidad sea así ni mucho menos ya que no os conozco lo suficiente para eso, solo quería agradeceros todo el amor que me dais y por eso pensé que sería un detalle bonito crear un personaje aunque sea pequeño con vuestro nombre, sin embargo si después de leer este capítulo, o ahora antes de leerlo, no os sentís bien con esto me lo podéis decir y yo cambio los nombres, mi intención jamás a sido que creáis que yo tengo la impresión de que sois así si no que de alguna forma podáis formar parte de la historia, una vez dicho esto espero que disfrutéis el capítulo y de nuevo pido perdón si os he ofendido, si es así decírmelo y cambio el nombre del personaje, ahora si, os dejo con el capítulo 59.

L E I R E.

Estaba en casa de mis abuelos viendo La Sirenita con mis primas, Ginés y mi hermano hasta que llegase la hora de comer, era la favorita de Tania y había insistido lo suficiente como para convencernos a todos de ver esa película, mis tíos se habían llevado a las gemelas al patio para que pudiésemos verla tranquilamente ya que no paraban de llorar, era difícil que cogiésemos todos en el sofá pero más o menos nos apañamos, mientras Tania se quejaba de que Úrsula le daba miedo y Marta le decía que era mejor que Ariel sentí que alguien se apoyaba en el sofá por detrás de mi, me giré para ver quien era y vi a mi padre, tragué saliva, no sabía ni que mi madre y el habían llegado así que menos aún que hacía allí, me hizo una seña para cómo queriendo decir que quería hablar conmigo, no sabía si era bueno o malo, Ginés que estaba a mi lado también se había dado cuenta de la presencia del hombre así que me cogió a Tania que estaba encima mía y me sonrió mostrándome su apoyo, le devolví la sonrisa y me levanté, mi padre me llevó a la cocina donde estaban los adultos, no sabía que quería pero el hecho de que todos se callasen cuando llegamos no me tranquilizó para nada, los miré a todos confundida.

Abuela: venga hijo, no seas así con la chica, está nerviosa.
Papá: mamá dame tiempo-mi abuela lo miró severa, resopló y volvió a hablar- me he portado mal contigo hija-sonreí-no debí reaccionar así ante la noticia de que te querías mudar, pero tienes que entender que no es fácil para mi que me digas que te vas a ir a Barcelona con un chico del que apenas sé nada, eres mi niña pequeña y me da miedo perderte.
Leire: papá, eso es lo que quería decirte ayer pero te pusiste hecho una bestia y me empujaste contra la puerta, me dijiste que no era tu hija ¿sabes el daño que me hizo eso?
Papá: lo siento, no estaba pensando lo que hacía, actué por impulso, quiero que sepas que te apoyo en esto.
Leire: gracias papá-sonreí.
Papá: a ti hija mía.
Leire: ¿y Ginés?
Papá: parece un buen chaval.
Leire: lo es.
Papá: si tú lo has elegido seguro que lo es, ahora vuelve con él anda, que estará preocupado-asentí y volví con ellos al sofá.

El resto del día lo pasamos en la casa de mi abuela y mi abuelo hasta las ocho que volvimos a mi casa para comer, vestirnos e irnos a la feria, me puse un top blanco de tirantes con escote de V, un pantalón corto celeste con una chaqueta del mismo color y unas zapatillas blancas con plataforma.