Akane [Walls]

C A P I T U L O 4 0.

A L F O N.

Entré de nuevo con los chicos, no sabía cómo hacer que mi hermana no le cogiese odio a Ginés porque él no tenía la culpa de esto, me limité a abrazarla hasta que dejó de llorar, o al menos lo intenté porque ni cinco minutos tardaron en volver a llamar a la puerta, era Soen, buscaba a mi hermana para ir a hacer la pruebas de sonido, se levantó del sofá después de que el recién llegado le preguntase que si estaba bien varías veces y que ella le dijese que si fuimos al escenario mientras Nerea se iba a buscar al resto.

G I N E S.

Después de haberle hecho eso a Leire y decirle a Zasko lo que pensaba fui con Manel, que al verme llorar me abrazó sin preguntarme que me pasaba, después de calmarme un poco se lo pude contar todo y aunque él no quisiera admitirlo sabía que se había enfadado con Zasko, un rato después apareció Nerea y nos dijo que fuésemos a la prueba de sonido, no voy a mentir fue muy tenso, estaba Leire que se notaba triste y apagada, yo estaba igual, Manel enfadado con Zasko el cual estaba triste por alguna razón que desconocía, Alfon se notaba entre triste y cabreado, Sergio y Pablo estaban confusos, supongo que algo sabían porque me miraron un poco bastante mal cuando aparecí por allí, Guille estaba muy confuso mirándonos a todos y Chemi, Hander y Alex ni idea la verdad, yo solo podía mirar a Leire sin parar.

Eude: vale chicos el primero, Chuty va venga-salió y empezó a rapear pero se trababa constantemente y eso no era común en el-vale bro Sergio, déjalo, luego al final volvemos contigo, Walls-salí al escenario y la vi delante mía, me quedé ahí como una estatua mirándola, ella me miraba a mi y yo a ella, teníamos los ojos rojos de tanto llorar y ninguno decía nada, sentía la voz de Eude por el fondo pero yo estaba demasiado perdido para hacerle caso, noté como llegaba Chemi y me tocaba el hombro, después me dijo que le tocaba a el y salí del escenario, creo que no estaba yendo muy bien la cosa porque según Manel salió Alfon y empezó a insultar a todo lo que pasaba por delante suya y que Zasko no podía ni hablar, por lo que suspendieron la prueba de sonido de ese día para la mañana siguiente. Dadas las circunstancias volvimos al hotel a la hora de cenar y después subí a la habitación no me había acordado hasta ese momento, pero compartía habitación con Leire; entré a la habitación y la vi en el sofá sentada con los cascos puestos y ropa grande, le quedaba genial, como todo; me quedé mirándola con la tristeza más profunda que jamás había sentido, sabía que le había fallado a una persona que confiaba en mi muchísimo y que jamás debí hacerlo, y lo peor es que yo no sentía de verdad todo lo que dije, la quería, y verla con los ojos rojos y con con la luz tan vitalicia que normalmente desprendía con su sonrisa y con el simple echo de estar cerca, apagada, verla así, me partía cada trozo de mi ya partido corazón en mil piezas más, todos los momentos a su lado pasaron por mi cabeza, y cuando digo todos, son todos, aquel día en el aeropuerto cuando estaba haciendo el tonto de una manera que en cualquier persona se vería ridícula pero en ella era mágico, en las vacaciones en aquel hotel, el reencuentro en aquella tienda de souvenirs en Murcia, la tarde de risa que tuvimos, las noches de horas y horas de videollamada, los abrazos después de cada batalla y de cada evento tanto ganado como perdido, la tarde con Manel en Barcelona en la que si no fuese por ella nos habríamos perdido, el reencuentro en el aeropuerto, aquel casi primer beso también en Barcelona, su apoyo incondicional cuando lo dejé con Irene, el que se quedase toda la noche despierta para componer una canción que luego no sirvió de nada, la noche siguiente cuando salió conmigo y mi amigo renunciando a pasarla con su mejor amigo, las tardes de estudio con videollamada, aquel viaje a la nieve en el que salió corriendo detrás de mi descalza por la nieve, el que me enseñase a patinar, el que yo la enseñase a ella a esquiar, aquella foto de los durmiendo juntos, el que me contase a mi el primero que es bi, la fiesta en la que me atreví a decirle todo lo que siento por ella con una canción, nuestro primer beso, nuestra primera cita, nuestra primera vez...estaba llorando y lo sabía, ella también, pero ninguno decía nada, ninguno se atrevía a romper aquel incómodo silencio,dicen que en un silencio así la primera persona en hablar es el más valiente y una vez más ,ella demostró serlo.