C A P I T U L O 6 7.

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L E I R E.


Estaba de camino a Murcia para darle una sorpresa por su cumpleaños, estaba compinchada con sus amigos para que se lo llevasen la noche que cumplía años de fiesta y le convenciesen de que fuese a una habitación de hotel en la que le esperaba una sorpresa, él creería que le habían contratado a una prostituta y según ellos también conseguirían que subiese a decirle a esta supuesta chica que habla sido una broma de sus amigos y que lo sentía muchísimo pero que se fuese, pero al llegar estaría yo en la cama, a lo mejor no era tan especial como una fiesta sorpresa pero contando que él quería que esa noche la pasásemos los dos a solas de tranquis y que yo le había dicho que no podía ir porque tenía que recoger muchas cosas de mi habitación para la mudanza, y por lo tanto no se lo esperaba, seguro que le gustaba, también su familia lo sabía ya que me iba a quedar allí unos días con ellos, básicamente el único que no sabía nada, fuese como fuese, estaba llegando a la estación de tren así que guardé lo que llevaba editado del próximo vídeo, cerré el ordenador y lo metí en su bolsa, diez minutos después el tren paró, tras coger mis cosas bajé de el, en la puerta de la estación vi el Uber que había contratado para que me llevase al hotel, eran las ocho de la tarde, los rasgos de la gota fría ya se notaban, el fuerte viento soplaba moviendo los árboles y las nubes se veían de un gris tan intenso que parecía casi negro, veinte minutos fue lo que duró el trayecto hasta el hotel, entré y reservé una habitación para esa noche y la mañana del día siguiente, subí hasta ella, seguí editando el vídeo hasta que fue la hora de cenar, bajé a la recepción porque había máquinas expendedoras de comida y bebidas, pillé dos sándwiches mixtos y una fanta de naranja, volví a subir hasta que llegase el momento mientras veía series, cuando sus amores y el estuviesen en la puerta del hotel alguno me enviaría un WhatsApp para que me preparase, de todas formas antes de que eso pasase dejé unos condones encima del escritorio y me puse el conjunto de lencería que me habían regalado mis amigas en mi cumpleaños y encima la camiseta que el me dio cuando vino a mi casa al empezar el verano.





G I N E S.

Era el día de mi cumpleaños, y pese a que no tenía muchas ganas de hacer nada ya que lo único que quería hacer para ese día era ir con Leire a pasear, hablar, cenar y poco más, solo estar con ella haciendo algo, pero ella no podía venir porque estaba liada con la mudanza y esas cosas y al parecer no podía perder más días, mis amigos consiguieron convencerme de que saliese con ellos a cenar y luego cada uno a su casa, solo por celebrar que cumplía dieciocho años aunque ya lo hubiese celebrado en Málaga querían hacer algo ese día, hacía frío y seguramente empezaría a llover pronto así que cuanto menos tiempo estuviésemos fuera mejor, cenamos en un Burger King, los cabrones me pusieron una corona de papel y se pusieron a cantarme el cumpleaños feliz a voces provocando que literalmente todas la personas que estaban allí en ese momento, y estaba totalmente lleno,  nos mirasen, mis mejillas debían estar del mismo color que el pelo de Leire. Aún así, fue una buena cena dentro de lo que cabe ya que estaba algo ausente mentalmente, porque como ya he mencionado, esa noche había planeado pasarla con la pelirroja y no sé me había cruzado por la mente hacer otra cosa que no fuese eso y hasta hace unas horas pensaba quedarme en casa, y es a donde pensaba ir justo después de terminar la comida, pero mis amigos tenían otros planes.

Ginés: bueno hermanos, me piro a casa, hasta mañana-me despedí de ellos cuando salimos del local.
Pedro: ¡anda ya! Vamos a dar una vuelta aunque sea.
Ginés: no tengo ganas de ir a ningún lado.
Jorge: ¿quien te ha dicho de ir a ningún lado?
Pedro: eso es bro, vamos a caminar un rato sin pensar a donde vamos, como en los viejos tiempos.
Jorge: exacto, solo son las diez y media, no te vamos a dejar irte a dormir tan pronto el día que te haces adulto.
Ginés: bueno, esta bien, pero rápido que con las nubes que ha habido todo el día nada tiene que se ponga a llover.
Pedro: que si, no te ralles.
Ginés: anda vamos antes de que me arrepienta.

Akane [Walls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora