C A P I T U L O 7 0.

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L E I R E.

Subí al coche de mis padres, estaba lleno de cajas, íbamos a ir hasta Madrid y desde allí cogeríamos un AVE hasta Barcelona y un camión llevaría las cajas que no fuesen de ropa y cosas imprescindibles, una vez en el piso dejaríamos allí estas cosas e iríamos a comprar los muebles, estaba nerviosa porque nuestras familias se iban a conocer y tanto el cómo yo estábamos preparados por lo que pudiese pasar , sabíamos que seguramente no pasaría nada pero aún así no era algo que se viviese todos los días y daba respeto, aunque no me dio tiempo a pensar mucho en eso porque fue sentarme en el coche a las cinco de la mañana y quedarme durmiendo, cuando desperté habíamos parado a desayunar en un restaurante de carretera, después de esta pausa volví a dormirme en el asiento del coche, lo siguiente que supe fue que habíamos llegado a Madrid y que Ginés me estaba mirando desde la puerta con su sonrisa característica y preciosa.

Ginés: Leire-me acarició la mejilla- qué guapa estás así dormida ¿no?
Leire: no- me tape la cara con las manos riéndome.
Ginés: Alfon dice que llevas así todo el viaje.
Leire: es verdad, pero si te vale he tenido pesadillas con este momento.
Ginés: ¿con verme?
Leire: no idiota-reí- con que nuestros padres se conozcan.
Ginés: ah si, yo también tengo un poco el ojete encogido-reí- ¿que es lo peor con lo que has soñado?
Leire: pues estaban hablando ellos muy tranquilamente y de repente Lucas se transforma en un bebé alíen y empieza a echar rayos láser por los ojos , él cielo se ponía negro, pero negro negro negro-se rio- y entonces se rompe...
Ginés: ¿el cielo?-me cortó.
Leire: si- seguí hablando- y bajan por lo menos doce naves espaciales con un montón de luces verdes y de cada nave bajan como doscientos alíens y lo destruyen todo-mientras hablaba bajé del coche- y entonces abro los ojos y ¿sabes que?
Ginés: ¿qué?
Leire: que seguía en mi casa en mi cama tumbada, igual que ahora en plan de edad y tal, pero nunca te había conocido.
Ginés: pues menos mal que ha sido una pesadilla entonces.
Leire: si-sonreí- PAPÁ ABRE EL COCHE-grité porque estaba alejado de donde estábamos y tenía que sacar mis maletas de allí.
Papá: NO TE PREOCUPES, AÚN NOS QUEDA UN POCO PARA COGER EL TREN, VAMOS A TOMAR ALGO.
Leire: oh no, así empezaba el sueño-reí.
Ginés: entonces te beso ahora antes de que despiertes-dijo antes de dejar un beso en mis labios.
Leire: que aventura ¿no?
Ginés: más bien es una locura, pero si estamos juntos cualquier locura es posible.
Leire: totalmente de acuerdo.
Jimena: ya estáis aquí-dijo feliz cuando llegamos a donde estaba.
Leire: buenos días enana.
Jimena: buenos días-sonrió- no he hablado con tu hermano porque me has dicho que me lo ibas a presentar tú así que dale a la sin hueso- señaló a Alfon con la cabeza.
Leire: vale vale, trátalo bien porque si no te mato.
Ginés: lo dice totalmente enserio, pero tranquila, que si te mata a ti yo la mato a ella-le dijo a su hermana.
Leire: bueno, en conclusión, que vamos a ser simpáticos todos que si no acabamos muertos.
Jimena: si si, mejor-sonrió.
Leire: vale, pues Jimena, el es Alfonso, pero llámale Alfon.
Alfon: hola- le saludó.
Jimena: hola, soy Jimena.
Alfon: encantado.
Jimena: igualmente.
Leire: ¿y Lucas?
Ginés: supongo que con mis padres.
Alfon: ¿están con los míos?
Jimena: eso parece.

Así era, tanto los padres de Jimena y Ginés estaban hablando con los míos, Lucas miraba con curiosidad, creo que no entendía muy bien lo que estaba pasando, nos acercamos a nuestras familias para ir a tomar algo como dijo mi padre.

Mamá: ah, que bien, ya estáis aquí.
Leire: si, aquí estamos ¿todo bien?
Carmen: estupendamente-sonrió.
Ginés: ¿os caéis bien los padres?
Papá: pues de momento si.
Leire: menos mal.

Nos tomamos un café en una cafetería que estaba dentro de la estación de trenes y cuando se acercó la hora subimos al AVE que nos llevaría hasta Barcelona, nos sentamos Jimena, Alfon, Ginés y yo en una de las mesas y nuestros padres en otra justo en frente, el hermano pequeño de Jimena y Ginés iba y venía de un lado a otro hasta que sus padres le riñeron y se quedó con Carmen y Rafa, el padre de estos, él camino se hizo muy ameno entre charlas, risas, películas y series, al llegar a la estación de Barcelona una furgoneta nos esperaba en la salida para llevarnos al piso, allí estarían tanto Bruno como Pablo, y en los coches de estos fuimos a Ikea, la razón de llevar dos coches era para poder llevar todas las cosas que comprásemos, en la casa se quedaron los padres esperando al camión de la mudanza y adecentar aquello un poco, a Lucas lo dejamos en la zona de juegos de la tienda, ya que insistió en venir y al ver aquello se quiso quedar allí, la verdad es que se hizo más fácil así, para el dormitorio principal compramos una banqueta de madera para el pie de cama, una pegatina de pared con la forma de mapamundi, dos mesitas de noche de una madera un poco más claro y un canapé que parecía que no se sujetaba a nada pero en verdad se apoyaba en unas patas pequeñas que casi no se veían, en la casa había un vestidor así que no tendríamos que comprar ningún armario, para el salón un sofá de tres plazas, con unos cojines de varios colores, una mesa redonda y bajita, una planta, un mueble, un espejo grande y redondo y una alfombra muy grande también, en cuanto a la cocina era lo único que ya estaba preparado de antes porque había que instalarla así que hacía unas semanas pedimos por Internet que hoy fuesen a ponerla ese día, era otra de las razones por la que nuestros padres se habían quedado allí, para que alguien abriese la puerta cuando llegasen, habíamos elegido unos muebles azules celeste, otros blancos, una isla con un grifo, un frigorífico de dos puertas y horno vintage, aún así comparamos unas lámparas, tarros, vasos, platos, cubiertos y demás utensilios de cocina, para la sala de estudios compramos una mesa muy larga que con unos cajones en mitad se dividía en dos, dos flexos, unos cuadros, dos sillas blancas, un par de estanterías y una rejilla para poner cosas dentro, también había una sala de relax que básicamente era para desconectar, para allí elegirlos una estantería grande para poner muchos libros, dos sillones, las guitarras de ambos, una mesa, y muchas luces en el techo, para el comedor solo cogimos cuatro sillas y una mesa, en el balcón habíamos decidido poner una zona de chil out, así que compramos un par de cosas de decoración de exterior, al terminar de comprarlo todo eran poco más de las cuatro de la tarde y aún no habíamos almorzado nada, pero por suerte nuestras madres habían ido a un supermercado y habían comprado para hacer un bocadillo a cada uno y refrescos, al terminar de comer nos pusimos a montar los muebles, abrí una de las cajas y saqué el libro de las instrucciones.

Akane [Walls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora