C A P I T U L O 5 5.

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L E I R E.

La feria se acercaba y por lo tanto mi fiesta preferida, unía la tradición de mi tierra por el día con caballos, tortilla y flamenco, gente bailando por sevillanas, rumbas...y por la noche música a tope y no solo eso si no que también hay juegos y atracciones, me encantaba subirme en la más grande de todas con mis amigos, cenar un kebab o una hamburguesa en un camión en la calle, intentar conseguir algún premio en la tómbola o en los juegos de puntería, podía estar allí toda la noche sin problema y sin parar de reírme, encima venían mis abuelos, mis tíos y mis primas, vivían lejos y no solíamos vernos a no ser que fuese alguna ocasión especial y las ferias lo eran.

Estaba en mi habitación editando un vídeo cuando mi hermano entró, podría haber dejado el cerrojo puesto pero por lo visto se me olvidó hacerlo, se sentó en mi cama, me quité los auriculares y me miré.

Alfon: hermanita.
Leire: hermanito.
Alfon: ¿qué haces?
Leire: trabajar.
Alfon: eso está bien.
Leire: eh... si.
Alfon: ¿qué pasó al final con Red Bull?
Leire: pues no se, en unos días me tendrán que decir qué pasa.
Alfon: seguro que te contratan.
Leire: ojalá-sonreí-¿a que has venido?-me senté a su lado.
Alfon: a ver a la persona que más quiero-me abrazó.
Leire: que mono que eres-le seguí el abrazo.
Alfon: que va-se echó para atrás, tumbándose.
Leire: si lo eres bicho-le puse una pierna por encima.
Alfon: me apetece un helado, ¿vienes?
Leire: emm vale, pero tengo que terminar de editar el vídeo de mañana.
Alfon: va, lo terminas luego, va venga.
Leire: bueno vale, pero rápido.
Alfon: BIEN-se levantó-venga vamos-me tiró del brazo.
Leire: joder Alfon-me puse de pie.
Alfon: se que me quieres.
Leire: te amo Alfonso-salimos de la habitación.
Alfon: más mona- entró a la suya a por dinero.

Salimos de casa, bajamos en el ascensor hasta la planta baja, salimos del edificio y después del bloque, empezamos a andar hablando de tonterías nuestras, entonces él se paró delante del coche, le miré extrañada no sabía porque se detuvo allí si la heladería estaba a poco tiempo andando.

Alfon: sube al coche anda.
Leire: pero si la heladería está a unos minutos de aquí.
Alfon: vamos al McDonald del centro.
Leire: pero creía que íbamos a tardar poco.
Alfon: bueno ya estás aquí así que ya no te vas a ir ¿no?
Leire: esto es muy raro ¿que estás tramando?
Alfon: yo...-levanté una ceja- vale, me has pillado, abre la puerta del coche, la de atrás, hay una sorpresa para ti.
Leire: ¿para mi?
Alfon: así es.
Leire: ¿y que es?
Alfon: abre la puerta y lo verás-me gire hacía el coche y cogí el mango de la puerta, no sabía muy bien que esperarme o que iba a encontrar allí dentro pero sin duda no me esperaba ni por asomo lo que vi, sobre el asiento trasero del coche estaba Ginés con una caja de bombones en la mano y una flor muy bonita, en ese momento supe que se trataba de una sorpresa que querían darme ente los dos y una sonrisa de lado a lado se dibujó en mi cara, creo que estuve demasiado tiempo mirándole porque le escuche reír.

Ginés: bueno, creo que te he asustado-dijo haciéndome que volviese a la realidad.
Leire: no no, bueno no me lo esperaba.
Ginés: anda ven y dame un beso o algo-sonreí, me subí en el coche y le di un beso corto en los labios.
Leire: ¿qué haces aquí?
Ginés: tu hermano me ha dicho que si quiero helado y le he dicho que si-reí-y bueno, me perece que dentro de unos días empieza la feria por aquí así que me quedaré unos días.
Leire: ¿y el chocolate y la flor?
Ginés: no te he regalado nada en cuatro meses y cuando vi la flor me acordé de ti pero me pareció muy poco así que decidí ir a por algo que sabía que te iba a gustar y compré bombones, iba a comprar una vela pero creo que he acertado.
Leire: bueno una vela no habría estado mal, pero prefiero los bombones.
Alfon: tortolitos, no es por arruinar el momento pero me siento un poco marginado aquí solo así que si salís mejor-ambos reímos y bajamos del coche.
Leire: ¿cuanto tiempo llevas ahí?
Ginés: na, poco, media hora como mucho.
Alfon: lo que yo no sé es como no te has dado cuenta de que había algo dentro del coche.
Leire: tampoco le he prestado mucha atención la verdad-reí.
Ginés: toma-dijo dándome la flor.
Leire: ¿qué es?-la olí.
Ginés: una alstroemeria.
Leire: joder la próxima vez regálame una con un nombre más sencillo.
Ginés: si bueno-rio- también del llama lirio del Peru o lirio de campo.
Leire: me quedo con ese nombre-los tres empezamos a andar de vuelta a mi casa después de coger la maleta del chico.
Alfon: es que con lo fácil que es regalar un rosa.
Ginés: ¿una rosa? Esta muy visto ¿no?
Alfon: es un clásico.
Ginés: puede serlo pero no tiene una leyenda detrás.
Leire: ¿el lirio peruano este tiene una leyenda?
Ginés: si y es muy bonita-entramos a la urbanización.
Leire: cuéntamela porfa.
Ginés: bueno vale-entramos a mi edificio- Cuentan que había una vez joven llamado Quintral, hijo del cacique de una tribu india. Su corazón estaba ocupado por una humilde joven llamada Amancay, que, aunque él no lo supiera también le correspondía. Sin aviso, una epidemia de fiebre asoló la tribu y nadie conocía la cura (juro que no lo he hecho a propósito xd).En pocos días, Quintral también cayó. El cacique, le escuchó murmurar un nombre: "Amancay". No le llevó mucho averiguar quién era y mandó a sus guerreros a traerla. Pero Amancay se hallaba trepando una montaña en la que, según una hechicera, estaba el único remedio capaz de curar la epidemia: una flor amarilla y solitaria.Amancay alcanzó la cumbre y vio la flor. Apenas la arrancó, levantó los ojos y vio un gran cóndor, que le acusó de tomar algo que pertenecía a los dioses. Aterrada, Amancay le contó lo que sucedía en el valle, donde Quintral agonizaba, y que aquella flor era su única esperanza. El cóndor le dijo que la cura llegaría a Quintral sólo si ella accedía a entregar su propio corazón-el ascensor llegó a la planta en la que estábamos, abrió sus puertas y entramos-Amancay aceptó y dejó que el cóndor la envolviera en sus alas y le arrancara el corazón con el pico. El cóndor tomó el corazón y la flor entre sus garras y se elevó, volando sobre el viento hasta la morada de los dioses. Mientras volaba, la sangre que goteaba cayó sobre los valles y montañas, que se cubrieron de pequeñas flores amarillas moteadas de rojo-pulsé el botón mientras le escuchaba-la hechicera salió al exterior, mirando con ojos asombrados el vuelo de un cóndor gigantesco. Y supo que había llegado la cura. Por eso, cuando los guerreros llegaron en busca de Amancay, les entregó un puñado de flores como única respuesta.Por esta historia, los indios vuriloches tenían la creencia de que "Quien da una flor de amancay está ofreciendo su corazón".
Leire: ay amor-le besé-¿me estás dando tu corazón?
Ginés: bueno, está un poco roto pero creo tú puedes ayudarme a arreglarlo.
Leire: solo si tú arreglas el mío.
Alfon: hostia joder callaos ya que parecéis los hijos de mr.wonderful y un unicornio adicto al algodón de azúcar-los tres nos reímos, justo en ese momento llegamos a nuestro destino, abrí la puerta y para sorpresa de todos mis padres estaban allí- mamá, papá-les saludó a los dos.
Papá: hola Alfonso.
Mamá: hola hijo.
Leire: ¿qué hacéis aquí?
Mamá: pues habíamos decidido trabajar un par de horas menos para estar con vosotros.
Papá: ¿pasa algo?
Alfon: no no, nos encanta.
Leire: pero a venido Ginés...
Mamá: ¿otra vez?
Leire: si a sido una sorpresa-sonreí.
Papá: ¿y esa flor?
Leire: es un lirio de campo.
Mamá: ¿y quien te lo ha regalado?-sin darme cuenta miré a Ginés pero volví a mirar a mi madre rápidamente- oye hija ¿podemos hablar contigo?-esa pregunta me dio mucho miedo.
Leire: te...tengo que ter...terminar de hacer una cosa en mi habitación...
Mamá: bueno luego lo terminas.
Leire: bueno...vale.
Mamá: Alfon-le dijo a mi hermano-Ginés y tú podéis jugar mientras a la consola.
Alfon: eh...-me miró y supe que estaba pensando lo mismo que yo, que al menos mi madre sabía que salía con Ginés- si vale-los dos chicos se fueron por el pasillo, tragué saliva.
Leire: ¿qué pasa?-disimulé mis nervios lo mejor que pude.
Mamá: nada, ven que vamos a poner la flor en agua-se levantó y fue a la cocina, yo la seguí, al entrar estaba llenando un vaso de tubo con agua- tranquila, puedes decirme la verdad ¿te la ha dado Ginés?-dijo en un tono calmado y bajo, le agradecí que lo hiciese porque así al menos mi padre no se enteraba.
Leire: si...-miré hacia el suelo.
Mamá: no pasa nada hija-la miré y estaba sonriendo-ven ponla aquí-dijo dejando el vaso en la mesa, puse la flor dentro-es muy bonita.
Leire: si lo es-sonreí.
Mamá: ¿y que pasa con Ginés?-se sentó en una silla, hizo una seña de que me sentase a su lado, le hice caso.
Leire: pues es...es...mi...amigo...
Mamá: ¿solo? He visto cómo le miras hija.
Leire: ¿si?
Mamá: claro.
Leire: ¿y como le miro?
Mamá: le miras con amor, como si fuese algo más que un amigo.
Leire: bueno, tal vez lo sea-sonreí.
Mamá: lo sé hija, te brilla la mirada, eso aparece con el amor.
Leire: ¿enserio?-asintió- ¿tu mirabas así a papá?
Mamá: y aún lo hago-sonreí.
Leire: a mi también me gustaría llegar a vuestra edad y seguir viéndole así.
Mamá: no dudo que lo logréis-me sonrió- oye, sé que a lo mejor no estáis preparados pero si quieres, si queréis, podemos hablar y conocerle, para que estéis más cómodos delante nuestra.
Leire: a mi me parece bien, pero... ¿se lo puedes decir tú a papá?
Mamá: claro que si, tú dile a Ginés que si quiere hablar con nosotros, si dice que no podéis cenar en tu cuarto y si dice que si venís para cenar aquí.
Leire: vale, gracias mamá.
Mamá: de nada cariño-se levantó y me dio un beso en la cabeza, después se fue, cogí la flor y salí para mi habitación, allí estaban los chicos esperándome.
Leire: hola-sonreí y solté el vaso con la flor en la estantería, junto a la foto con Ginés-amor-le sentí acercarse.
Alfon: bueno, creo que esto son cosas de pareja así que mejor os dejo solos-me miré y asentí, salió de la habitación dejándonos a los a solas, cerré el pestillo y miré a Ginés.
Leire: le he dicho a mi madre que salimos juntos-le di un beso en el hombro mientras que le abrazaba por la espalda rodeando su cintura, él seguía mirando la foto y la flor.
Ginés: yo también tengo una foto nuestra en mi habitación.
Leire: cariño no me cambies de tema.
Ginés: vale perdón-me acarició los brazos, apoyé mi cabeza en su hombro aún desde atrás-¿tu padre sabe algo?
Leire: mi madre va a hablar con él, dice que si estamos preparados podemos hablar con ellos, en plan no se, lo típico que se hace cuando le presentas tu novio a tus padres, hablar y no se, lo que sea.
Ginés: ¿nunca le has presentado un novio a tus padres?
Leire: solo he tenido un novio serio a parte de ti y era un capullo integral.
Ginés: visto así es normal.
Leire: escucha, si no quieres podemos cenar aquí, me lo ha dicho mi madre.
Ginés: yo quiero lo que tú quieras.
Leire: a mi me apetece poder estar tranquilamente en el sofá sin miedo a que nos vean o no se.
Ginés: a mi también, pero no sé si estoy listo, siempre da respeto.
Leire: lo que quieras cariño.
Ginés: está bien, lo haré-sonreí.
Leire: eres el mejor-le di un beso en la mejilla, nos separamos y fuimos al salón, ayudamos a hacer la cena, cuando terminamos llegó mi hermano, todo iba bien hasta que mi padre hizo esa pregunta que lo estropeó todo.
Papá: bueno Ginés, ¿qué quieres estudiar?
Ginés: pues voy a coger Administración y Dirección de Empresas.
Mamá: eso es parecido a lo de Leire ¿no?
Leire: bueno, yo quiero estudiar marketing y publicidad, el dirige la empresa y yo hago que tenga clientes.
Ginés: pero están muy relacionados si-sonrió.
Papá: ¿y hay de eso en Murcia?
Ginés: en realidad, había pensado, perdón, Leire y yo habíamos pensado en irnos a estudiar juntos.
Leire: si, como son carreras que están dentro del mismo campo por así decirlo pues creímos que estaría bien.
Papá: ¿y eso sería aquí o en Murcia?
Ginés: pues la verdad es que...
Leire: habíamos pensado que irnos a la ciudad del otro sería injusto para el que tuviese que mudarse.
Ginés: y que teníamos que buscar un sitio donde ninguno de los dos esté en "ventaja" por así decirlo.
Mamá: ¿habéis pensado alguna ciudad?
Leire: pues habíamos pensado en Barcelona-pude ver cómo mi padre puso mala cara,dio un golpe sobre la mesa y se levantó.
Papá: claro que si-dijo de mala manera y se fue de cocina dando un portazo.
Alfon: papá-se levantó.
Mamá: déjalo Alfon, quédate con ellos, yo hablo con él-salió de la cocina tras mi padre, miré a Ginés, tenía la mirada perdida y triste, me acerqué a él, me senté en sus piernas y le abracé, ni medio segundo tardó en seguírmelo.
Leire: lo...lo siento yo...-me sentía fatal porque estuviese así por mi padre.
Ginés: no es tu culpa...
Alfon: no es culpa de ninguno-se acercó a los dos y nos abrazó, necesitaba un abrazo suyo en ese momento y él lo sabía, por eso alargué un brazo para meterle también en el abrazo.No sé cuánto tiempo estuvimos abrazados así pero nos separamos cuando la puerta se abrió de nuevo, eran mis padres, mi padre se acercó a mi.
Papá: no se quien te crees para decidir irte de casa sin preguntarme antes nada.
Leire: papá yo no me creo nada.
Papá: NO ME CONTESTES.
Leire: pero...
Papá: NADA LEIRE.
Leire: papá...por favor.
Papá: ¿POR FAVOR QUE?
Leire: estas haciendo que Ginés esté incómodo para.
Papá: ENCIMA LE DEFIENDES, ES QUE HAY QUE JODERSE AQUÍ CON LA NIÑA ESTÁ, PRIMERO QUE LE GUSTAN LAS CHICAS Y AHORA QUE SE VA CON SU NOVIO A LA OTRA PUTA PUNTA DE PUTO PAÍS DE MIERDA-intentaba contener mis lágrimas pero era muy difícil.
Leire: yo no le estoy...no le estoy defendiendo.
Papá: MIRA LEIRE, NO ESTOY DISPUESTO A DISCUTIR CON UNA NIÑATA, SI TE VAS A IR VETE, PERO POR FAVOR TE LO PIDO, NO ME VUELVAS A HABLAR EN TU VIDA-esas palabras se clavaron en mí como un puñal y las lágrimas no tardaron en salir-PORQUE ESTA ES LA ÚLTIMA VEZ QUE TE HABLO YO A TI POR LO MENOS.
Alfon: papá te estás pasando.
Papá: CLARO EL ÚNICO MALO DE AQUÍ SOY YO, MI HIJA DE DIECISIETE AÑOS-eso último lo dijo aún más fuerte- SE QUIERE IR A VIVIR SOLA CON SU NOVIO AL QUE APENAS CONOCE PERO EL MALO AQUÍ SOY YO.
Alfon: tú no sabes cuanto se conocen.
Papá: mira Alfonso, no estoy enfadado contigo así que si no quieres que lo esté cállate.
Alfon: perdón, pero creo que no estás viendo a tu hija llorar por tu culpa.
Papá: esto es increíble de verdad-se volvió a ir.
Leire: ¿podemos irnos mamá?
Mamá: si...claro, voy a intentar hablar con él, Ginés duerme con Leire, tranquilo, no pasa nada-le sonrió un poco.
Ginés: gracias-se puso de pie y nos fuimos a mi habitación con mi hermano.
Alfon: bro me siento mal de que mi padre se haya portado así.
Ginés: no te ralles, no pasa nada, bueno si pasa pero da igual.
Leire: amor lo siento.
Ginés: yo lo que quiero es que tú estés bien.
Leire: pues es un poco difícil estar bien cuando mi padre no me habla ni quiere que le hable y encima te a tratado mal.
Ginés: por mi no te pongas así.
Leire: ¿cómo quieres que me ponga?
Alfon: yo me siento mal por los dos, me importáis ¿sabéis? Mi padre no es así, bueno se enfada, pero no tanto.
Ginés: tu también me importas Alfon-les miré sonriendo, para mi era muy importante que se llevasen bien entre ellos.
Leire: al menos puedes dormir conmigo, legalmente.
Ginés: ya...algo bueno tenia que tener-me sonrió ligeramente- ¿tú sabías lo de la universidad?-dijo mirando a mi hermano.
Alfon: claro, me lo dijo Leire, pero tranquilo, no me voy a enfadar contigo.
Ginés: gracias-mientras hablaban, buscaba una camiseta para ponerme de pijama en mi armario, tras no encontrar ninguna miré en la maleta de Ginés-oye-me miró- ¿qué haces?-rio y se acercó.
Leire: robarte una camiseta ¿puedo?
Ginés: claro que si-sonrió- te regalo la que quieras.
Leire: Nono, eso no.
Ginés: que si mujer, tranquila.
Leire: bueno, vale, gracias-le di un pico y seguí mirando camisetas hasta que encontré una en la que apetecía Bart Simpson montando en monopatín-me gusta esta.
Ginés: toda tuya-sonreí.
Leire: ¿me la puedo poner delante vuestra verdad?
Alfon: como si no te hubieses cambiado delante mía nunca o el no te hubiese visto desnuda-reí, me quité el pantalón y luego mi camiseta sin quitar el sujetador y me puse la camiseta del murciano, me quedaba por debajo del culo.
Ginés: no se como hace tu hermana,Alfon ,para que toda mi ropa le quede mejor que a mi.
Leire: siempre dices eso-me quité el sujetador.
Ginés: es la verdad amor.
Alfon: me tengo que plantear traer a mi novia a casa cuando venga Ginés.
Leire: sisisi.
Ginés: y ya si quieres nos vamos de cita doble y corremos hacia un arcoíris cogidos de las manos los cuatro dando saltos por un campo lleno de flores de colores mientras comemos algodón de azúcar y un unicornio canta La vida es una tómbola- reímos.
Alfon: no eres el más adecuado para hablar de eso.
Leire: somos demasiado cursis Dios-reí.

Estuvimos un rato hablando hasta que se hizo tarde y nos fuimos a dormir, no fue una noche maravillosa la verdad, aunque dormir con Ginés sin escondernos, al menos en parte, me tranquilizaba, pero hubiese preferido que mi padre me hablase o que yo le pudiese hablar a él.




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Holiiii, ya está aquí el nuevo capítulo, espero que os haya gustado y que lo hayáis pasado mal, no me malinterpretéis xd, es que yo lo he pasado mal escribiéndolo y si lo pasáis mal es que os he conseguido transmitir eso y es mi intención, no que yo quiera que os sintáis mal, bueno, podéis comentar o escribirme un mensaje contando lo que más os a gustado o que os a parecido, también podéis dadle a la estrellita si os a gustado, un beso y un abrazo, os amo ❤️

Akane [Walls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora