Akane [Walls]

C A P I T U L O 5 4.

L E I R E.

El día siguiente era la Regional, desperté a las diez de la mañana más o menos y Javi ya estaba despierto, se estaba terminando de abrochar las zapatillas, me miró y sonrió.

Javi: buenos días.
Leire: buenos días a ti también-me levanté de la cama y cogí la ropa que me iba a poner.
Javi: me gustó la charla de anoche.
Leire: a mi también, fue muy agradable-me fui en dirección al baño para cambiarme.
Javi: tranquila te espero-sonreí y entré, me puse un short vaquero y una camiseta ancha de varios colores y estampados, me dejé el pelo suelto y de zapatos mis convers blancas bajas.

Salí del baño y allí estaba Javi, sentado en el sofá en el que anoche estuvimos charlando, miraba por la ventana, me miró,sonrió y se puso de pie, bajamos a desayunar con Ginés y con Alfon y después fuimos a hacer las pruebas de sonido para que por la tarde estuviese todo preparado, estaba emocionada porque era la primera vez que me habían llamado para organizar un evento de Red Bull, al parecer sabían que trabajaba para Urban Rooster y le gustaba como lo hacía así que decidieron hacerme una prueba en una regional y si todo salía bien me dejarían trabajar también en la nacional y no solo con el sonido si no que también podía formar parte de las actividades que se hacían antes del evento y normalmente las actividades que organiza Red Bull me encantan, así que poder formar parte de eso sería genial, por lo tanto traté de concentrarme como nunca antes para hacerlo lo mejor posible por que eso significaba mucho para mi, y si no me cogían pues al menos podría decir que lo había hecho bien,que había dado lo máximo de mí y estar así orgullosa de mi trabajo.

El evento pasó rápido la verdad, Javi calló en cuartos por lo tanto estaría en la última oportunidad, mi hermano y Ginés por el contrario llegaron a la final y se enfrentaban entre ellos, no sabía si estaba feliz porque eso significaba que uno de lo dos iba a ganar o triste porque no me gustaba que dos personas a las que quiero tanto se enfrenten y más jugándose algo así, sabía que después no iba a estar todo lo contenta que estaría si la final fuese de otra manera porque estaría pensando en que el otro había perdido, pero bueno, mejor dejaba eso y disfrutaba, no iba a sufrir dos veces lo mismo, primero pensándolo y luego viviéndolo, finalmente ganó Ginés por segunda vez consecutiva, lo primero que hizo al bajar del escenario fue abrazarme y darme un beso, no le notaba del todo feliz así que después de abrazar a mi hermano también para felicitarle por clasificarse a la nacional fui a hablar con Ginés.

Leire: amor-dije con suavidad sentándome a su lado, él me miró e intentó disimular que le pasaba algo, pero no podía hacer como si nada, le conocía demasiado bien como para que me engañe con eso- va no disimules que sé que no estás bien.
Ginés: estoy genial Leire, en serio-dijo sin muchas ganas.
Leire: ya claro y mi ex es una buena persona-le contesté con ironía.
Ginés: sinceramente no creo que Valen sea mala persona, ni parece que tú lo pienses-no pude evitar reír un poco ante ese comentario.
Leire: no te hagas el tonto-le acaricié el hombro y la espalda-me puedes contar lo que sea.
Ginés: si estuviese mal te lo diría pero estoy bien ¿vale? así que deja de preguntarme que si estoy bien porque lo estoy-dijo en un tono cortante, la verdad es que me sentó fatal que me hablase así porque yo nunca le habría contestado de esa manera.
Leire: vale, está bien, perdón por intentar ayudarte, no lo volveré a hacer-me levanté de la silla que había a su lado.
Ginés: venga ya Leire-se levantó también detrás de mi- ¿te vas a poner así por eso?
Leire: no Ginés, déjalo, son...cosas de chicas-me alejé de él.
Ginés: Leire por favor-me agarró el brazo- tu no dices eso de "cosas de chicas"-moví la mano para que quitase la suya de encima.
Leire: ¿enserio? búa no me había dado cuenta, muchas gracias por tu imprescindible punto de vista-seguí con ironía, cuando estaba enfadada lo solía usar bastante (#datoReal).
Ginés: ¿estás enfadada?
Leire: no, estoy súper contenta, igual que tú, que estás genial.
Ginés: sé que es mentira.
Leire: y yo también se que no estás bien, pero al parecer no confías en mí lo suficiente como para decírmelo.
Ginés: Leire confío en ti más que en cualquier persona del mundo, sé que tú no mientes al menos no si te importa la otra persona, así que no me digas que no estás enfadada porque eso me va a hacer pensar que no te importo.
Leire: ¿de verdad? ¿Enserio te estás atreviendo a poner en duda que me importas? eres increíble de verdad-mordí mi labio frustrada- si Ginés, estoy enfadada porque no confías en mí porque cuando yo estoy mal te dejo que me ayudes pero tú no me dejas ayudarte ahora que estás mal, me mientes diciendo que estás bien cuando es obvio que no y encima ahora pones en duda el evidente hecho de que me importas, y todo esto por intentar ayudarte, me has hablado mal y creo que yo nunca te he hablado de esa manera a ti por preguntarme que qué me pasa, me ha dolido mucho Ginés, pero no me me ha dolido lo que has dicho, sino él como lo has dicho-me fui de aquella sala para que me diese en viento en la cara, lo necesitaba para aclararme un poco, no me gustaba discutir con él, sé que he dicho cosas que no debería pero es que no le dije nada malo para que me contestase así, empecé a llorar de impotencia, de frustración y de rabia. Ni treinta segundos pasaron cuando sentí unos pasos acercarse a mi, no hacia falta que me girase para saber quien era, su olor era inconfundible y la calidez de su aliento en mi nuca única, no me iba girar pero después de un minuto escuché un sollozo que hizo que el nudo de mi garganta se hiciese más gordo, me giré y le vi allí, con su tupé rubio peinado hacia arriba y sus ojos verdes aceituna inundados de lágrimas, sin pensarlo un solo segundo le abracé, supe que no se lo esperaba ya que tardó un poco en seguirme pero cuando lo hizo fue con fuerza, se notaba que lo necesitaba, que ambos lo necesitábamos porque los dos apretamos el abrazo como si nos fuésemos a partir, apoyé mi cabeza en su hombro derecho y él en el mío, sentí sus lágrimas en mi espalda y supongo que él también sintió las mías en la suya, no sé cuanto tiempo estuvimos así, creo que ninguno lo supo, que los dos perdimos la noción del tiempo y que ambos sentimos que las agujas del reloj se paraban mientras nos fundíamos en un tierno abrazo, el primero en levantar su cabeza del hombro del otro fue el, me dio un beso en la cabeza y que entonces la levanté yo, me miraba aún con los ojos inundados pero ya no lloraba.

Ginés: lo siento, debí de haberte dicho lo que pasaba, siento haberte hablado mal y sobre todo siento haber insinuado la gilipollez de que no te importo.
Leire: yo siento haber hecho una montaña de un granito de arena, normalmente no soy así pero no estaba pensando en ese momento, y también siento no haberte dado tu espacio y haber sido una incomprensible y una egoísta.
Ginés: no te preocupes, me lo merecía.
Leire: no te lo merecías, tendría que haber entendido que necesitabas tu espacio y que si no me quieres contar algo no estás obligado a hacerlo.
Ginés: la cosa es que si que quería contártelo pero no lo he hecho.
Leire: ¿y que era?
Ginés: me siento mal por haberle ganado a tu hermano, creo que si le hubiese dejado ganar tu estarías más contenta
Leire: valla tontería amor-le di un beso en la nariz-soy muy feliz de ver cómo has mejorado, de que seas tan bueno y de que estes creciendo tanto y ganase quien ganase esa batalla iba a estar orgullosa de los dos, pero solo si ganáis bien, si te dejas perder me haría sentir mal, y si el lo hubiese hecho igual, quiero que ganéis pero de forma justa.
Ginés: eres increíble-me acarició el pelo.
Leire: tu más-sonreí- ¿nos sentamos mejor? me apetece quedarme contigo.
Ginés: a mi también, pero no aquí-le miré extrañada- tranquila-rio- la playa está a diez minutos andando, vamos allí nos compramos un helado y hablamos sentados en el paseo marítimo.
Leire: me gusta el plan-le agarré la mano y el entrelazó nuestros dedos-pero mejor nos sentamos en la orilla.
Ginés: ¿estás loca? ¿Con que toalla?
Leire: con ninguna, nos sentamos en una sudadera o algo.
Ginés: bueno vale, pero si mi Frigopie se llena de arena te lo comes tú-reí.
Leire: ¿un Frigopie? ¿Enserio?
Ginés: así es, intenta superarlo.
Leire: emm cualquier magnum es mejor.
Ginés: ya quisieras.
Leire: ya quisieras tu-reímos.
Ginés: anda vamos-y así nos fuimos hasta la playa, de la mano, compramos nuestros helados y nos sentamos sobre una sudadera que me había dejado mi hermano antes de la final por si me daba frío y que llevaba atada a la cintura.
Leire: hemos tenido nuestra primera pelea ¿verdad?
Ginés: eso parece.
Leire: no me gusta.
Ginés: a mí tampoco, pero una vez una chica muy lista y guapa me dijo que una pareja empezaba a ir enserio después de su primera pelea-sonreí, recordaba que yo le dije eso hace poco más de un año en aquella misma ciudad después de que discutiese con Irene por primera vez.
Leire: valla ¿quien es esa chica? ¿Debería estar celosa?
Ginés: claro que si, es una chica guapísima, muy lista emocionalmente, huele súper bien, es muy atractiva, cariñosa, buena,comprensiva y me apoya siempre en todo, estoy planeando en irme a vivir con ella y eso me asusta mucho pero sé que si está a mi lado todo va a salir bien, porque a su lado los miedos desaparecen-le miraba a los ojos y le brillaban mientras hablaba.
Leire: parece muy buena chica.
Ginés: lo es ¿pero sabes que es lo mejor?-negué- que salgo con ella y me hace muy feliz.
Leire: a mi también me haces muy feliz cariño-me acerqué a él hasta besarle en los labios, el me siguió aunque fuese un beso corto estaba lleno de ese sentimiento tan confuso y desconocido pero qué ambos estábamos descubriendo en el otro que es el amor.
Ginés: ¿sabes?-dijo mirando hacia el mar.
Leire: ¿qué pasa?
Ginés: Barcelona es una ciudad muy bonita.
Leire: lo es, y a ti te da suerte.
Ginés: creo que la suerte me la das tú.
Leire: ¿con lo gafe que soy? Disculpa pero no, y como no voy a discutir más veces contigo, así que sigamos hablando de lo bonita que es Barcelona.
Ginés: me parece la mejor idea del mundo.
Leire: a mi me perece una ciudad genial.
Ginés: a mi también, es grande,bonita.
Leire: joven, es una ciudad muy joven, llena de universitarios y universitarias.
Ginés: estaría muy guay ser uno de ellos.
Leire: estoy de acuerdo, las huelgas aquí tienen que ser la hostia.
Ginés: y las clases también, es una de las mejores universidades de España.
Leire: y ambos tenemos notas para entrar.
Ginés: si, además, está lo suficientemente lejos de Málaga y de Murcia como para que ninguno esté muy cerca de casa.
Leire: es una buena opción para vivir la verdad.
Ginés: sería genial.
Leire: pues si quieres le digo a Bruno que mire a ver si hay algún piso o así en alquiler o en venta que no sea muy caro y este cerca de la universidad.
Ginés: venga dale.
Leire: si al final encontramos algo, va a ser un paso muy importante y difícil para ambos.
Ginés: lo sé, pero quiero hacerlo contigo.
Leire: yo también-sonreí.

Seguimos hablando hasta que el sol se empezó a poner sobre nuestras cabezas, nos levantamos y volvimos juntos hasta el hotel, el día de después volveríamos cada uno a su ciudad con su familia, tenía muchas ganas porque llevaba casi un mes sin pisarla, eso solo me hacía plantearme lo difícil que sería irme, de no ver a mi hermano cada mañana, no pelearme con las chicas por ver qué taza cogíamos cada una, no comer la comida de mi madre después de un día difícil, no despertarme con Aaron llamando a mi puerta cuando me quedaba durmiendo, sin Kira saltando encima mía cada vez que hablaba con alguien por teléfono, estar estresada y no poder llamar a Cristo para ir a jugar al baloncesto, no ir más a mi estudio de baile, sabía que iba a seguir bailando pero también que sería muy difícil, pero bueno, haya que sacrificarse para poder seguir hacía delante y evolucionar,porque si no evolucionas, te extingues.