🎨 Cuadros Pintados 🎨

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Advertencia: Posibles spoilers y que te den un chingo de ganas de morirte de nuevo.

No se esperen mucho romance

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Cuidar de Kaburamaru y los cuervos kasugai sin dueño


Despertó una mañana le picaba un poco la nariz, al abrir los ojos se encontró con aquella serpiente sobre su rostro.

-Buenos días Kaburamaru- sonrió, se levantó de la cama y se arregló un poco -Supongo que todos tienen hambre-.

Al salir al patio con varias cazuelas de semillas las colocó en un muro y luego de eso varios cuervos llegaron a comer, _____ y Kaburamaru solo los observaban comer.

Al cabo de un rato regresó a la cocina, preparó té y su desayuno. Comió en compañía de la serpiente que estaba alrededor de su cuello.

Ya habiendo hecho sus tareas de la casa caminó hasta un cuarto donde tenía muchos cuadros y pinturas.

-Bien hoy ¿Que debería pintar?- se colocó un mandil sobre su ropa y se cubrió el cabello con un pañuelo.

Comenzó a dar varias pinceladas, tenía todas las puertas abiertas dejando que la luz entrase, se dejaba ir apasionada entre cada color y cada trazo, era algo que la mantenía con energía, con vida.

-¿A que no se ve muy guapo?- _____ había pintado a la serpiente en su máxima expresión, esta solo siseaba lo más seguro es que si le haya gustado - Bueno, se quedará para mí galería-.

La dejó secando bajo la luz del sol, hizo los quehaceres que faltaban y preparó su almuerzo, un cuervo estaba en la ventana, por su singular accesorio en la cabeza lo distinguió a la perfección.

-Supongo que ya es hora- se colocó su haori para salir y con la serpiente en el cuello y el cuervo en su hombro salió de su finca, pasó por un puesto comprando unos ramos de flores y caminó un buen tramo colina arriba hasta llegar a un claro lleno de tumbas, caminó un poco hasta llegar a un par en específico.

-Hola a ambos- se sentó frente a las tumbas -Ha pasado un buen tiempo desde que no venia- siempre mantenía esa sonrisa -Habían un par de criaturas que querían verles hoy, el cielo esta despejado es un día hermoso-.

Mientras seguía platicando, colocaba las flores en los jarrones, cambiando el agua y dejando el lugar presentable.

-Iguro... Quiero que sepas que he cuidado muy bien de Kaburamaru, me aseguro de darle un ratón muy bueno cada vez que tiene hambre- sonrió -Y Mitsuri... Tu cuervo sigue comiendo las mejores semillas que encuentro-.

El viento soplaba moviendo las ramas de los arboles, lo cual le traía mucha paz.

-Ha pasado un año ¿No es así?- al voltear se encontró con Giyuu.

KNY One Shots | Characters x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora