14. Paracetamol.

5.1K 679 92
                                    

-¿Cómo rayos te hiciste eso? -dijo impactado el rubio mirando el tobillo inflamado.

-Ya te dije, me caí de la bicicleta… -respondió un distraído pelinegro, quien aún miraba atónito su deforme pie.

-Bien, no hay problema, primero vamos a ver si no te has roto algo, si no deberíamos llevarte al hospital -dijo calmado el rubio, pero por dentro rezaba que no debieran ir al hospital, los odiaba.

Con algo de recelo toco el pie del pelinegro quien al ver que quería hacer solo tomo con fuerza los costados del sofá, apretó sus dientes y levantó la cabeza hacia el techo.

Park lo miro y negando con la cabeza movió levemente el pie del pelinegro, oyéndolo quejar, esperando unos segundos hizo unos movimientos circulares y toco los costados de aquella bola de tenis antes llamada tobillo.

Mirando dudoso el tobillo deicidio hacer algo para confirmar sus sospechas, y con un leve “perdón” susurrado, tomo el pie del pelinegro y presiono en la inflamación, ganándose un grito del pelinegro, quien por inercia jalo su pie fuertemente, haciendo que el rubio se tropezara y cayera de lado.

-¡Oye! -se quejo Park levantándose del suelo.

-¿Qué jodidos te pasa? -gruño con rabia el pelinegro, sus dientes mostrándose cual perro con rabia, o así lo veía el rubio.

-¿Qué? -respondió Park confundido por la actitud del pelinegro.

-“¿Qué?” -lo imitó Jeon molesto. -¿No podías ser mas delicado? -le reclamó molesto, aquel movimiento del rubio le había dolido bastante.

-Perdón, era para ver si estaba roto -le explicó el rubio. -Y alégrate, no esta roto -le sonrió, ganándose una mirada de desdén del pelinegro, haciendo que borrara su sonrisa.

-Humm, ahora que sabemos que un doctor no es necesario, vamos a ver que podemos hacer -habló en voz alta el rubio, aunque parecía más que hablara con él mismo.

Parado en medio de la sala por unos segundos, Park terminó de ver el tobillo del pelinegro y salió por una de las puertas de la sala. Jeon se quedó esperando ahí, preguntándose, ¿Por qué iba a dejar que el rubio le “ayudase”? No terminaba de creerse que fuera enfermero.

En menos de cinco minutos Park ya estaba de vuelta, y traía con el varias cosas que gracias al dolor el pelinegro no quiso reparar mucho en ellas. Le dolía el pie a cada mínimo movimiento, además de que sentía la vena del tobillo punzar cada cierto tiempo.

-¿Te pusiste hielo ayer u hoy? -preguntó el rubio sacando unas cuantas cosas del maletín que había traído, el mismo que la vez anterior que le había ayudado, tal vez, solo tal vez pudiera ser que si fuera enfermero, o tal vez sólo eran prevenidos con el botiquín, mas probable, pensó para sí el pelinegro.

-No -respondió Jeon después de unos segundos.

-¿Qué?, ¿Qué hiciste para bajar la inflamación? -reclamó el rubio, ¿Cómo qué no le había puesto hielo?

-Diablos Park, me puso una compresa caliente, de todos modos, no dolía mucho hasta el entrenamiento de hoy -se defendió Jeon del tono molesto del rubio.

-¿Qué?, ¿has entrenado con el pie así? -preguntó entre molesto y sorprendido el rubio.

-Sí, ya te dije, no dolía mucho, además he tenido varios dolores musculares antes y la compresa lo solucionaba -explicó el pelinegro, le molestaba la mirada casi indignada del rubio.

-¿Compresa caliente?, ¿En serio Jeon? -dijo incrédulo Park, mientras sacaba una bolsa para poner hielo, al mismo tiempo que tomaba unos hielos que también había traído y lo ponía dentro de la bolsa, ante la atenta mirada del pelinegro.

Un hijo... ¡¿JUNTOS?! || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora