10. Clarita.

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-Buenos Días muchachos -entró una mujer a la sala, sonriendo cordial a todos las personas del lugar.
La mujer se sentó en la silla frente a su escritorio, miro los rostros que la observaban sentada ahí, esperando a que hablara.

-Jeon, Park, ¿Por qué no están en sus lugares? -preguntó al ver como todas las parejas de proyecto estaban juntas en sus lugares, a excepción del segundo grupo masculino.

-¿Jóvenes? Le pregunté algo -dijo al ver que ninguno le respondía. El rubio sólo se dedicaba a mirar fijamente la pared, y el pelinegro la miraba directamente a los ojos.

-¿Jeon, por qué no estás con tu compañero? -preguntó directamente al pelinegro.

-Este es mi lugar, él es quien debe venir, yo no me voy a mover -dijo mientras se  sentaba despreocupado en su silla.

-Joven Jeon, este es un trabajo de dos, ambos deben poner de su parte.

-No, en serio, él debe venir, si no ha notado, en el sitio de él no entra ni una maleta más, mucho menos un cubículo- habló con obviedad mientras miraba al sitio del rubio, donde efectivamente una mesa no entraría.

-Eso es correcto… -dijo pensativa la mujer. -Joven Park, traiga sus cosas y colóquese junto al alumno Jeon -dijo para solucionar el problema, ganándose una mirada sorprendida del pelinegro, quien alzaba sus cejas en su dirección, pero aún así en silencio comenzó a mover sus cosas.

Llegando a la mesa del pelinegro, el rubio dejo con algo de fuerza su mochila y libros en la mesa del pelinegro, regresando a su anterior lugar para traer la mesa y silla.

-Señor Jeon, ayude a su compañero con sus cosas, no quiero tardar más -dijo la mujer mientras sacaba algunas cosas de su maletín, ignorando la mirada de enojo que le dedicó el pelinegro.

Así que con pesadez se levantó de su sitio para ayudar al rubio a traer los muebles, sorprendiéndose en demasía al verlo cargar la mesa y la silla al mismo tiempo, convirtiéndose en un bulto de madera y patas de metal.

-Vaya, el minion tiene lo suyo -dijo con una divertida sonrisa al ver a Park dejando la mesa en el suelo para luego instalarla correctamente.

-A algunos no nos gusta presumir por tonterías -respondió el rubio sin mirarlo y en modo automático.

-Bueno, en eso tienes razón, cargar una mesa y una silla son tonterías, dudo que pesen más de diez kilos juntas -se cruzó de brazos mientras sonreía al ver al rubio tratando de desenganchar la pata de una silla que se había quedado prendada  de su ropa.

-Jeon, ¿No tienes nada mejor que hacer? -habló Park cansado, para luego sentarse en la silla que ya había puesto bien y posteriormente empezaba a retirar sus cosas de la mesa del pelinegro.

-La verdad sí, pero es divertido fastidiarte -le dijo jovial mientras también se sentaba en su sitio.

-¿Qué? -el rubio volteó a verlo molesto.

-¿Qué de qué? -dijo confundido el pelinegro respondiéndole la mirada de igual forma.

-Ah -dijo irritado el  rubio-, nada -finalizó.

-Que raro sujeto -dijo para si mismo el pelinegro mientras miraba a la maestra, quien había empezado a pegar algunos papeles en el pizarrón.

-¿Yo? -Park lo miró estupefacto.

-Sí, tú.

-Yo no soy quien dice “Mi gisti fistidiirti” -dijo haciendo muecas con los labios.

-Yo no dije que me gustaba, yo dije que me divertía fastidiándote -le dijo confuso el pelinegro.

-¿En serio Jeon? -dijo mirándolo de reojo.

-¿Qué…. -el pelinegro fue silenciado por la voz de la profesora.

-Jeon y Park, veo que se llevan muy bien, me da mucho gusto, pero la clase no es para ponerse a socializar -los miró a ambos, y luego volteó a ver a todos los alumnos y sonrió.

-Bueno jóvenes y señoritas, han pasado dos días desde que empezamos el proyecto de planificación familiar, y me gustaría saber si alguno de ustedes ha avanzado algo. ¿Alguno? -extendió su mano a todos, esperando que alguien opinara o acotara algo.

Y así fue, un pelirrojo levantó la mano, mientras el peli-menta a su costado estaba serio como estatua, y pálido como la misma.

-Ah, señor Jung, usted es el único que evita que me quedé parada esperando alguna respuesta voluntaria, dígame, ¿Qué tal van con su proyecto? -le habló amable.

-Pues bien señorita profesora, YoonGi y yo ya hemos nombrado a nuestro hija, ya tenemos sus documentos y ropa, sólo nos falta la casita la cual haremos en estos días -habló señalando al chico a su lado, quien sólo asintió a sus palabras.

-Me alegra oír que ya están avanzando, y, ¿Cómo se llama su hija? -preguntó la profesora, sonriendo al recordar la forma en la cual el pelirrojo había llamada al huevo, “nuestro hija”.

-Se llama Clarita Min Jung -dijo feliz, mostrando su resplandeciente sonrisa enmarcada con dos pequeños hoyuelos -algunas risas se oyeron  de fondo.

-¿Clarita? Nombre, peculiar -dijo la maestra.

-Sí, ya sabe, el huevo tiene una yema y una clara, pues nuestra hija es clarita, ya que yemita no suena muy bien -dijo serio, aunque después de su acotación toda la clase se río fuertemente, incluso la profesora soltó una pequeña risa y negó con la cabeza.

-Muchas gracias, señor Jung, esperamos ya conocer a Clarita -finalizó la profesora. -Y ustedes, Jeon y Park, ya que hace un momento estaban hablando, ¿Qué tal les va con su hijo? -se dirigió a la segunda pareja masculina en el salón.

-Pues… -empezó el pelinegro.
Bien… -continuó el pelirrubio.

-De uno en uno, por favor, primero usted Park -puso orden la profesora al ver como aquel par se había mirado al  notar que empezaron a hablar juntos.

-Ya hemos avanzado con casi el sesenta por ciento de la casa, y creo  que lo estamos finalizando en dos días más- dijo simple el rubio.

-Entiendo, ya saben, el día Martes deben presentar sus avances -habló para todos en el salón, haciéndolos asentir. -Y usted Jeon, me podría decir como van con su hijo en si, ¿YA tienen sus documentos o nombre? -Preguntó al notar como Park sólo había hablado de la casa.

Al oír la pregunta en silencio el pelinegro volteó a ver al rubio, quien se encogió de hombros ante la duda en los oscuros ojos, bufando el pelinegro volvió su vista a la profesora y sonriendo burlonamente habló.

-Los documentos aún no los hemos hecho, pero se llama Tony Stark -respondió, ganándose la mirada confundida de la profesora y las risas de todo el salón, y no olvidemos la mirada de furia que le dirigía el pelirrubio, el pelinegro sólo lo miro y se encogió de hombros sonriendo cual niño que había hecho una travesura.

-Pues… espero conocer a Tony Stark -dijo la profesora.

-¡Yo también! -gritó un alumno del fondo del lugar, haciendo reír y murmurar a los demás.

-Bueno, silencio, no se burlen del proyecto de sus compañeros -les llamo la atención para que hicieran silencio.

-No nos burlamos, la verdad admiramos a ese huevo -dijo un chico aguantando la risa.

-Ya señor Sehun, silencio -dio por finalizado el bullicio.

-Bien, ahora, la clase de hoy va a ser bastante tranquila, quiero que coloquen en una hoja cuales son los cuidados básicos que creen debe tener un bebé, y también los secundarios. No se olviden, debe ser con sus parejas y saldrá a exponer, tienen media hora, no hagan ruido.

-¿Tony Stark?, ¿en serio Jeon? -le dijo gruñendo bajo el rubio.

-¿Qué? Es un nombre genial -se defendió el pelinegro entre susurros.

-¿Pero, Tony Stark? Es un jodido personaje ficticio Jeon, lo vamos a cambiar- sentenció Park, mientras volteaba en su sitio para abrir su mochila y sacar algunos materiales.

-No lo vamos a cambiar, ya se lo dije a la maestra -le respondió el pelinegro, mientras seguía los movimientos del rubio.

-No me importa, no debiste decir esa estupidez -le gruño Park.

-Tony Stark no es ninguna estupidez Park, mide tus palabras -Jeon sonó ciertamente herido, ganándose una mirada de confusión del rubio.

-Jeon, es un personaje ficticio, debemos cambiar el nombre le dijo calmado.

-No, no lo haremos, y el  señor Stark no es ficticio, es muy real -actuó casi en un berrinche el pelinegro, siendo observado cual bicho raro por el rubio.

-Jeon, es un actor, por favor, su nombre real es Robert Downey Jr -habló un serio rubio.

-Calla, tú no sabes nada, mundano -le dijo volteando al frente molesto e indignado el pelinegro.

-¿Qué rayos? Ahora también vas a pelear por Harry Potter? -le dijo burlón el rubio.

-Sí, ¿Y qué? Tú sólo eres una persona que no sabe de lo bueno, yo pensé que al menos por ser un elfo sabías de la magia, muggle -dijo como si estuviera hablando de cosas científicamente comprobadas y estuviera indignado con la falta de razón en el rubio.

-Friki -le dijo en gruñido bajo el rubio, mientras empezaba a escribir en su hoja.

-A mucha honra, al menos Tony Stark tendrá a un padre inteligente -habló Jungkook mientras miraba lo que el rubio escribía en su libreta.

-Sí, a mi -le dijo aburrido de sus historias raras, no quería lidiar con las cosas infantiles del pelinegro.

-No, tu serás su niñero elfo, y que sepas, nunca te daremos un calcetín -le dijo burlón.

-Jeon, dime que estas bromeando y que lo que dices no lo piensas en verdad, por favor -se sobo las cienes el pequeño rubio.

-Obvio que no son reales, sólo estaba bromeando, serás su elfo padre -y soltó una risa.

-Te detesto -dijo en un susurro Park.

-Ya niño, no hagas corajes, parece que te explotará algo. Y dime, ¿Qué escribes? -dijo tranquilo, sacar de quicio al rubio sin duda lo relajaba.

El rubio tomó una fuerte respiración y miró al techo frotándose el tabique y cerrando los ojos, en su mente contaba del una al diez y al revés

-Cuidados básicos de un bebé… -leyó el pelinegro- alimento, juguetes, libros, música... ¿libros, música? ¿Qué clase de bebé sabe leer Park? ¿Y para qué la música? -le dijo confundido el pelinegro.

-Deja eso -le quitó la hoja-. La música es un buen estimulante para los niños, los ayudan a desarrollarse mejor, está comprobado -habló a la defensa el rubio.

-Ya, ¿Y los libros? ¿También esta comprobado que los bebés de un mes pueden leer? -le dijo burlón.

-No, es para que los padres les lean, y puedan estimular su razonamiento mas rápido, algo que sin duda tus padres debieron hacer -ahora era el pelirrubio quien sonreía con burla.

-No sonrías así, pareces el hámster de mi prima -le dijo con desagrado.

-Pues que bien, los hámsteres son lindos -dijo con orgullo.

-Se murió de rabia -sonrió inocente a un serio pelirrubio.

-En serio, eres insoportable -respondió cansado y en un pesado suspiro.

-Ya, lo siento, pareces mas un pato haciendo eso con tus labios- señaló el pequeño puchero del rubio, quien lo borró al notarlo-. Y para tu tranquilidad, no conozco a ningún pato que haya muerto de rabia, cocinados a montones, pero de rabia no.

-¿Sabes qué? Sólo terminemos la hoja -dijo sin ánimos el rubio, ganándose una mirada del pelinegro, quien pensaba “ah, que aburrido, yo quiero seguir peleando”, sorprendiéndose, porque tal vez le estaba empezando a gustar las discusiones con el rubio.

-Que loco… -dijo para sí.

-¿Qué? -dijo el rubio.

-Nada. Terminemos esto, tengo hambre -murmuró mientras le quitaba la hija al rubio y terminaba se colocar unas cuantas cosas.

Estuvieron en silencio repasando un poco la hoja mientras salían en parejas a exponer. Después de media hora aproximadamente sonó el timbre de salida, debido al tiempo algunas parejas no habían salido al frente, entre ellas estaban el rubio y el pelinegro.

-Bien alumnos, debido al tiempo no vamos finalizar las exposiciones, pero como no son un proyecto solo un tema diario, por favor, los que no expusieron pongan sus nombres en las hojas y dénmelo para calificarlos por el trabajo escrito. El rubio fue quien puso sus nombres y entregó la hoja.

Al estar en su sitio se dirigió al pelinegro.

-¿Hoy puedes ir a mi casa? Debemos avanzar el proyecto -dijo y empezó a guardar sus materiales, mientras el pelinegro también lo hacía.

-Sí, iré a la mima hora -respondió simple.

Sin decir nada más, Park se enderezó y en silencio se dirigió a la puerta del salón, el cual ya estaba vacío, ningún alumno quería quedarse ni un segunda mas después de que tocara el timbre de salida.

-Park -se detuvo al escuchar ser llamado, y como si estuviera en un película de terror, giró lentamente.

-¿Qué? -contestó al pelinegro, quien se dirigía hacia el a paso lento.

-Dame tu número -dijo Jeon estando a su lado

-¿Para qué? -respondió confuso el pelirrubio.

-Ya  sabes… estamos haciendo un jodido trabajo y puede que necesitemos comunicarnos y no deseo ir a tu casa para hacerlo -dijo en medio de un gruñido, ¿Por qué no le daba su número y ya? No era como que él fuera a escribirle para nada mas que lo necesario.

-Bien -dijo Park, mientras tomaba el teléfono del pelinegro y ponía únicamente su número.

-Listo -murmuró Jeon, mientras guardaba su teléfono en el bolsillo.

-Uhummm -dijo incómodo Park, mientras murmuraba un pequeño “chau” y salía del lugar, siendo seguido por el pelinegro, ambos al parecer se dirigían al mismo lugar, la salida del instituto.

Ya afuera, ambos tomaron caminos diferentes para su tranquilidad, ya habían pasado mucho tiempo juntos, y en la tarde incluso sería mas, no deseaban estar cerca mas del tiempo explícitamente necesario.









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REMEMBER, you nice keep going ^^. Y si te gustó, no te olvides dejar una estrellita y algún comentario, me haría mucha ilusión.

>>> Ah, perdón la demora, y gracias por su espera, los adoro. Con eso de la cuarentena todo ha estado muy loco, la verdad espero que ustedes esten bien al igual que su familia, ya saben, quedense en casa, no porque vayas a morir si no lo haces, ya que puede que seas alguien joven y saludable, pero hazlo para evitar que alguien vulnerable no este en peligro, también que de todos modos esto está afectando la economía mundial, así que, no estemos llorando y en pánico, pero tampoco lo tomemos a la ligera.

♤》Sin más, espero que les guste este capítulo, e informarles que 7u7, publicaré varios capítulos esta semana, y voy a amar leerlos, asi que, comenten, que me emociona ¡-¡.



WhysAnn.

Un hijo... ¡¿JUNTOS?! || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora