36. No lo creo...

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Jungkook entre sueños sentía como sus labios se humedecían repentinamente.

El cansancio hizo que abrir los ojos le fuera algo complicado, así que sólo dejo ser aquella presencia sobre sus labios.

Segundos después escuchó una risilla lejana y comenzó a despertar poco a poco.

Entre suaves parpadeos abrió los ojos con extrema sorpresa al ver que un pequeño perro le lamia la boca y mejillas.

Al instante se sentó espantando al pequeño animal que salió huyendo del lugar no sin antes tomar un pedazo de pollo del mantel, el rubio al ver esto sólo rio más.

Las fuertes carcajadas terminaron de despertar al pelinegro, quien al instante notó que el cielo estaba oscuro, luego miró al otro que se reía libremente de lo que el animal había estado haciendo con él.

Sintiéndose ofendido miró al otro molesto.

-No le veo lo gracioso -gruñó mientras estiraba sus extremidades.

-Yo sí -murmuró el mas bajo tratando de parar de reír, fallando al ver como el otro limpiaba sus labios con asco y al sentir la baba del animal se quedaba casi pasmado.

-Por su puesto que lo haces y de todos modos ¿Por qué rayos no me quitaste al animal? -reclamó el alto limpiando con servilletas su rostro.

-Alergia -respondió simple al rubio, obteniendo una mirada seria del otro.

Ante la mirada sombría del pelinegro Jimin sólo levantó una de sus cejas en la dirección del otro, el cual respondió el gesto frunciendo aún mas su ceño.

El rubio ignoró aquello, levantando su vista al cielo y notando lo oscuro que todo se estaba poniendo, recordando algo volteó apresurado a ver al otro.

-Está oscureciendo mucho, debemos irnos antes de los aspersores comiencen a funcio… -no pudo terminar porque como si hubiese ordenado que sucediese los aspersores del parque se encendieron para ser regados como cada noche.

Ambos soltaron jadeos de sorpresa y frio al sentir que eran mojados por aquellas pequeñas boquillas que al ser decenas rociaban todo el lugar incluyéndolos.

-¿Tenías que hablar? -gruñó con frio el pelinegro mientras ayudaba al rubio a recoger todo.

-Cálla… -Jimin se detuvo de repente al mirar la cámara que habían traído, con rapidez se acercó al objeto y lo cubrió con su protector de plástico. Suspirando al ver que al estar sobre el trípode no se había mojado, agradecía también que las pequeñas cosas al inicio solo regaban la parte baja.

Asegurando la cámara se giró para terminar de guardar todo e irse antes de que todo el lugar pareciera un parque acuático cuando las llaves del  agua se abrieran completa…

-¡Joder! -gritó Jeon al ser empapado de pies a cabeza por los aspersores, ahora en completa función.

-¿En serio Jimin? -se preguntó a si mismo el rubio en un bajo susurró para sin responderse ir a ayudar al otro en la tarea de guardar todo.

Sin preocuparse por acomodar las cosas sólo las colocaron dentro de la canasta.

-¿Tenía que ser agua helada? -preguntó el pelinegro molesto, sintiendo su cuerpo enfriarse y sus dientes queriendo castañear.

-¿Esperabas un baño temperado acaso? -comentó el rubio con sarcasmo, terminando de cerrar la canasta y poniéndose en pie junto al otro que sujetaba la cámara.

-Esperaba no ser regado como una planta.

-Después puedes quejarte, ahora vamos rápido por las bicicletas -indicó el más bajo para luego junto al pelinegro emprender camino abajo por la pequeña colina.

Un hijo... ¡¿JUNTOS?! || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora