34. El loco mentiroso.

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Jungkook miraba al rubio dormir en su cama, habían pasado casi dos horas de aquel suceso.

Con preocupación vio como el cuerpo contrario temblaba de vez en cuando en sus sueños, se sintió mal por este.

Nunca había perdido a nadie cercano a él, pero las lágrimas del rubio sólo confirmaron el desgarrador dolor de  algo así.

En ese tiempo y mientras velaba el sueño del contrario, pensó en las decisiones que había tomado, analizó su vida nuevamente.

Mirando una vez mas los desordenados cabellos dorados suspiró y miró al techo de la habitación.

Unos minutos más pasaron cuando escuchó ruidos en la planta baja de la casa. Automáticamente los vellos del cuerpo se le erizaron.

Con precaución bajo lentamente las escaleras. Apenas llegó al primer piso la voz de alguien lo asustó.

-¿Jungkook?, ¿qué haces? -habló el recién llegado.

El pelinegro no pudo mas que sentir sus músculos destensarse al saber que era el hermano del rubio, Jin.

-Yo pensé que alguien había entrado… -murmuró sin saber que decir, no sabiendo como le diría aquello, sabía que debía decirlo pero no como comenzar a hacerlo.

-Sí, nosotros -entró Namjoon por la puerta principal, trayendo consigo varias bolsas-, buenas noches muchacho -saludo al pelinegro con un asentimiento, yendo directo a la cocina a dejar lo que traía.

-¿Y Jimin? -preguntó Jin dejando al ver como el peliplata desaparecía por una de las puertas, ahora mirando nuevamente al pelinegro.

-Eso, algo pasó… -empezó Jeon con una mueca en el rostro, obteniendo la mirada preocupada del mayor quien miró rápidamente a su alrededor sin ver rastro de su hermano.

-¿Qué sucedió? -preguntó Jin serio.

-Alguien lo atacó.

-¿Qué? -justo en ese instante salía el moreno de la cocina, y al oír lo dicho por el menor de los tres preguntó preocupado.

-¿Dónde está Jimin? -cuestionó Jin sólo queriendo ver como estaba su hermano.

-Está en su habitación, pero… -no terminaron de oír al pelinegro cuando ambos daban zancadas a la habitación del rubio.

Jeon al ver aquello fue tras ellos siendo más veloz, tomándolos a ambos antes de que abriesen la puerta de la habitación del ojos miel.

Ambos mayores al sentir que eran jalados voltearon y miraron con molestia al pelinegro quien se intimidó un poco por aquello, soltándolos lentamente.

-Yo… quería decirles que él estaba dormido y que… -susurró sin saber como decir lo que ahora pensándolo era absurdo, ellos eran su familia después de todo-, yo sólo no quería que lo despertasen… -terminó bajo.

Jin y Namjoon miraron al pelinegro más calmados, notando los destellos de preocupación en el rostro de su menor.

-Está bien, gracias, pero debemos verlo -indicó Jin, no había preguntado más de la situación, pero saber que su hermano había sido atacado era más que suficiente para él, después podría preguntar.

Los dos adultos entraron lo mas silenciosos que pudieron a la habitación del rubio menor, siendo seguidos por el pelinegro, quien entró también a la habitación.

Las tres personas en pie observaron el cuerpo inmóvil de Jimin en la cama.

Jin fue quien se acercó primero, viendo la expresión de dolor en las suaves facciones de su hermano. Con delicadeza pasó su mano por la fría mejilla contraria, haciendo que el cuerpo de Jimin temblara y soltara un quejido entre sueños, el mayor retiró su mano al instante.

Un hijo... ¡¿JUNTOS?! || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora