Un rubio caminaba tranquilo por los pasillos de la universidad. Todo su cuerpo mostrando confianza absoluta, a excepción de sus dedos que apretaban con fuerza alrededor del maletín pegado a su torso. Con las manos sudadas y a paso firme caminó evadiendo todo contacto que no fuera su destino en aquel lugar.
Después de un par de minutos caminando y tratando de ignorar las miradas de algunos docentes y trabajadores, al fin había llegado a su destino.
Con cuidado separó una de sus manos para abrir la puerta. Al entrar vio a la persona que buscaba y caminó hasta ella.
-Jin hyung -llamó a su hermano quien estaba sentado en uno de los asientos del lugar.
-¿Qué haces aquí? -le dijo en un susurro, tomándolo del brazo y llevándolo a un lado- sabes que no debes venir aquí.
-Sabes que no puedo esconderme para siempre -respondió separando su brazo del agarre de Jin-.
-No es esconderte y no será para siempre. Pero por tu bien debes evitar exponerte. Recién ha pasado un año y el proceso aún sigue en pie.
-Año y medio -le corrigió evitando su mirada-. Y de todos modos, sólo vine a traerte la comida, la habías olvidado en casa -le entregó el pequeño maletín.
Jin recibió el maletín y lo dejó en el suelo, para luego tomar al rubio de los costados y mirarlo fijamente.
-Gracias, pero la próxima vez si me olvido la comida no la traigas, no vengas, sólo debes venir si Nam o Tae no están disponibles y es una emergencia. Ahora quiero que vayas a tu instituto, ya has perdido la mitad de tu horario por venir -le sonrió tratando de ser suave- te quiero Jiminnie, anda con cuidado, en este momento todos están en clase, anda rápido -finalizó para darle un ligero abrazo y soltarlo.
El rubio solo suspiró de forma pesada y asintiendo salió de la sala, ante la atenta mirada de su hermano, quien a pesar de querer acompañarlo no podía ya que debía dar clases o sería despedido, de por si ya estaba prohibido las visitas de familiares en horario de trabajo.
Afuera del teatro el rubio sacudió su cabeza y volvió a su pose altiva, pasos firmes y mirada indiferente mientras pasaba nuevamente por las miradas de lástima.
Ya sólo le faltaba cruzar un pasillo y saldría al patio, luego al fin estaría fuera de aquel lugar y podría respirar tranquilo.
Pero al parecer la suerte sólo lo había acompañado en el camino de ida.
-Pero que tenemos aquí… el famoso Park Jimin, ¿o debería decir “mariquita”? -aquella voz, la detestaba tanto, pero solo era eso, repulsión. Sólo era la mascota, no había nada de que temer.
Así que decidió ignorarlo y seguir con su camino, pero aquel tipo no pareció querer dejarlo.
-¿No respondes?, ¿qué paso?, ¿al niñito le comió la lengua el ratón? -se puso delante de él, evitando que avanzara.
Inhalando profundamente y con una mirada sería el rubio lo apartó del lugar y con nerviosismo caminó más rápido.
De pronto un fuerte jalón en el brazo lo detuvo abruptamente.
-Park… -el sujeto que lo había detenido le habló, el corazón de Jimin se detuvo por un momento, con el rostro pálido y su cuerpo ignorando sus ordenes, se odiaba por aquello.
-No pensé volver a verte Park, me enteré que cambiaste de casa -comentó casualmente aquel sujeto, mientras acorralada al rubio, quien se dio cuenta que estaba rodeado por aquel tipo y dos hombres más, los conocía a todos, no le agradaba esto. Se preguntaba porque no estaban en clases como había dicho su hermano.
ESTÁS LEYENDO
Un hijo... ¡¿JUNTOS?! || KookMin
Fiksi PenggemarDos chicos que por azares del destino terminan siendo padres, juntos. O donde Jungkook es un tipo "no" homófobo y super "respetuoso" que será padre junto a Jimin, un chico gay muy "sumiso". [No sé hacer resúmenes o sinopsis, sólo lee la historia y s...