No soy pasivo...- Anjá

577 65 104
                                    

💜💛💜💛

☀️Aclaración☀️

En el capítulo anterior no lo especifiqué pero cuando Kukiko se quitó la camisa no se quedó desnudo, abajo tenía un tshirt. Quise aclarar porque es importante para este capítulo.

+3600

....

-¿Qué pasa?

-Maigot estás...

>>MAMADÍSIMO<<

Hoseok tiene sus ojos abiertos bien grandes, sus labios en una mueca de asombro y sus dedos picando por tocar esa perfecta piel. Kukiko se está cubriendo el pecho como puede pero el menor le aparta las manos para luego pasar las suyas por la piel. Él se sonroja un poco cuando puede sentir las suaves y pequeñas manos del azabache acariciar su piel, prácticamente manoseando todo a su alcance y jadeando cuando llega a sus pectorales.

-¿Puedo apretar?

-Claro.

-Wow, estás buenísimo- Suelta totalmente emocionado mientras pellizca su piel y aprieta sus sobresalientes pectorales. El mayor se limita a sonreír gracias a ese rostro desfigurado y por las cosquillas que siente. No tarda en imitarle llevando sus manos hacia el pecho de Hoseok, acariciando con curiosidad la acanelada piel.

Ambos parecen dos niños explorando el cuerpo ajeno y la verdad a ambos les gusta por igual, como si hubieran descubierto un nuevo y lindo juguete.

Ahora, ¿cómo llegaron a esto?

Cómo terminó Kukiko sentado sobre la cama, con un caliente Hoseok sentado a horcajadas sobre él, ambos desnudos del torso y a punto de explotar de tantas emociones acumuladas.

¿A quién le importa? Continuamos.

A Hoseok le fascina el cuerpazo que trae el mayor, la dureza de sus músculos así como la suavidad de su piel. A Kukiko le está encantando el camino que recorren los delgados dedos del menor, así como la suavidad de estos. Solo manos ásperas han tocado su piel antes y la verdad ahora se pregunta dónde ha estado Hoseok toda su vida. También le gusta su cuerpo, no es ni muy delgado ni muy atlético. Está seguro de que podría cargarlo en peso fácilmente y esa idea hace que sienta un apretón en su jeans más abajo.

Hoseok pudo verlo pero no ha dicho nada. El tatuaje borroso y nada estético que se aferra al hombro y parte de la espalda del mayor, solo son líneas gruesas sin aparente sentido y aunque le causan una terrible curiosidad, él prefiere callarse y tomar sus mejillas ahora, para unir sus rostros en un beso.

El castaño gime en su boca porque la lengua de Hoseok no ha tardado en presentarse y ambos han empezado una guerra de chasquidos y sabores, de mordidas y lamidas, y Kukiko no puede retener las ganas de apretar sus muslos con fuerza. Hoseok lo toma de los cabellos mientras introduce su músculo húmedo todo lo dentro posible, sus caderas moviéndose con excitación contra las del mayor más abajo.

Las manos del mayor urgen por contacto, por eso ahora viajan a sus nalgas y aprietan fuerte, sacándole un grito al otro, por tanto sus labios se separan por un segundo.

-Auu qué haces...

-¿Qué? ¿No te gusta?- le reclama dando otro apretón, esta vez más suave y en un sitio que sabe le va a gustar. Hoseok se siente un poco incómodo al ser tocado en esa zona pero sería un mentiroso si negara que se sintió rico, esos dedos amasando sus nalgas ahora.

-Nunca me han tocado ahí...

Kukiko continúa amasando sus redondeadas carnes, ya deseando hacerlo directamente.

You!! STOP!! 🔸️JungHope🔸️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora