You!! STOP!! 🔸️JungHope🔸️

Mensajes

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Uno, dos timbrazos suenan hasta que ella se digna a tomar la llamada.

-¡Jiwoo! ¡Dios! Estoy que ardo ahora mismo. ¡Auh!- ese quejido casi se convierte en gemido porque acaba de tocarse más abajo solo para acomodar el bulto entre sus piernas, y digamos que terminó rozando un erecto y doloroso pedazo de carne.

-¡Hobi! Cuenta, cuenta ¿Qué pasó?

-Es ese chico. Uff, me tiene muy mal.

-Oh wow, ya le metiste mano o qué.

-Es precisamente ese el problema. Me tiene loco literalmente. Acabo de regresar de estar con él y todavía mi corazón late horrible y tengo una erección que vamos. Pero no sé por qué...se me ha hecho difícil entrarle.

-¿Pero qué estoy escuchando? ¿Mi lindo hermanito teniendo problemas para ligar?

-No es solo ligar...él me gusta mucho, de verdad. Es...es diferente a lo que planeaba en un principio. Ayyy, ¿ya te dije que tengo una erección horrible? ¿qué debo hacer?

-Descargar el rifle ¿no te jode?

-Sí sí, eso haré, cuando acabe contigo.

-Hobi, no te vayas a enamorar de un japonés. El abuelo moriría otra vez si supiera, además ¿no que regresa?

-Sí...lo sé. Pero es inútil. No puedo dejar de pensar en él y me jode porque es el típico chico puntualito, ¡pero me encanta! Es tan lindo y sus músculos wow, oh my god.

-Exijo evidencias.

-Nop, este chico es mío. Sorry lady.

-Estúpido egoísta.

-Voy a escribirle, chao.

-¡Oye! ¡No me cuelgues!

-¿Qué quieres?

-Descárgate primero, ¡no vayas a asustarlo! Cochinote.

-Pero si soy un angelito.

-Cuando te conviene.

-Besoooo chao.

.....

Kukiko se sienta en el borde de su cama, aún procesando lo que acaba de pasar en la puerta de su habitación. Alza su mano y fija sus ojos en su muñeca, donde mismo hace unos minutos el chico lindo la sostuvo para apartarla de sus labios. Puede sentir una sensación cálida subir por su barriguita hasta llegar a sus mejillas y acentuar el rojo ya existente.

Inconscientemente lleva sus dedos a sus labios, acariciándolos suavemente y sintiéndose un idiota al dejarse llevar por sus emociones en estos momentos.

Un suspiro sale de sus labios, su corazón parece comenzar a calmarse poco a poco. Se gira hacia atrás y se topa con su celular aún apagado cerca de las almohadas. Frunce sus labios y se acerca a él, mirándolo unos segundos hasta decidirse por encenderlo. Ni siquiera sabe por qué lo hace, pero ahora mismo él no recuerda la razón por la que lo apagó.

Por eso cuando su fondo de pantalla del monte Fuji se refleja en sus ojos, no puede evitar sentir ese nudo volver a atorarse en su garganta cuando inmediatamente una llamada de otro número desconocido hace presencia.

Su corazón vuelve a doler y ese temor regresa, maldice internamente decidido a apagar su teléfono otra vez. Pero la llamada cesa luego de unos segundos y la notificación de la entrada de varios mensajes despiertan su curiosidad, ya que la barra le notifica que provienen del chico lindo coreano.