You!! STOP!! 🔸️JungHope🔸️

Vacaciones

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-¿Cómo te sientes? ¿Mejor?

-Uhum.

-Qué bueno...Todavía no puedo creer que estés aquí. Estoy soñando ¿cierto?

El castaño mueve su cabeza un poco para poder observarle con ese brillo en sus ojos y no puede evitar reír tiernamente al encontrarle tan agotado entre sus brazos, con sus párpados cerrados y sus labios entreabiertos, aunque sabe perfectamente que no está dormido aún.

-Pues cree que no es un sueño. Después de todo lo que pasé para estar aquí...- Su voz sale suave y despacio, puede sentir sus párpados pesar demasiado sobre sus enrojecidos orbes. Su cuerpo se siente agotado pero su mente y corazón le obligan a permanecer despierto.

Kukiko sonríe un poco burlón aunque se siente mal por él, de la larga travesía que tuvo que atravesar su novio para estar ahora acurrucado entre sus brazos. Él realmente aún no puede creer que tenga a su lindo y torpe Hoseok aquí, acostados ambos sobre su cama a unas horas de que el reloj anuncie la madrugada.

Y Hoseok no puede estar más conforme como lo está ahora, con una  leve sonrisa en su rostro que llega hasta sus párpados cerrados mientras su nariz se restriega en la piel del cuello de su novio.

Y le hubiera gustado haberle dado una mejor bienvenida, salir a pasear o algo así, pero para el azabache este momento es suficiente, no solo porque están finalmente juntos sino porque el viaje en avión le hizo enfermar tanto que tuvo que usar los sobres de vomitar de varios asientos mientras sentía su alma salirse de su cuerpo cuando finalmente tocó tierra.

Sin embargo su odisea no terminó allí. Luego de casi desmayarse y necesitar ayuda de una azafata para salir del avión, terminó perdiéndose entre la multitud, ignorante de que dos chicos irían a recogerle y acabó dando vueltas por el enorme aeropuerto por casi dos horas.

Pero, ¿cómo pasaron de estar separados por todo un año a estar ahora acurrucados y juntos?

Hace solo unas semanas atrás, el curso escolar había terminado para ambos chicos. El promedio de Hoseok había aumentado considerablemente y Kukiko había discutido su tesis con broche de oro. Una noche luego de hablar con el castaño, Hoseok se topó  a su hermana en la puerta con un semblante decaído. Seguramente lo había escuchado todo pero a él realmente no le importaba. La miró curioso y ella se acercó a su lado de la cama, causándole un extraño sentimiento en el pecho al ver sus ojos tristes.

-¿Estás bien?- Fueron las palabras dirigidas a su pequeña, hermosa y perfecta hermana. Ella le hizo pucheros y lo abrazó de pronto, haciéndolo casi caer sobre el colchón. Solo unos minutos después le contaría la razón de su extraño comportamiento.

-Yo hablé con mamá. Sobre la herencia del abuelo...

Hoseok la miró curioso y algo confundido, ella jugó con sus dedos algo nerviosa.

-Cuando cumplamos 22 podremos ejercer nuestro derecho como herededos del abuelo.

-Cierto.

Muy cierto. Hoseok ya tenía planes para cuando ese dinero le sea entregado justo el día en que cumpla un año más. Mas su ceño se frunce ante el repentino tema de conversación de su hermana.

-Yo quiero darte mi parte...para que puedas ir a Japón.

-¿Qué?

-Estas vacaciones. Sé que estás ahorrando porque piensas irte a vivir solo cuando te gradúes y mamá no puede darnos mucho dinero tampoco. Ya averigüé cuánto es el pasaje y cuánto podrías gastar en un mes...