No se toca

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Cuando Hoseok dijo que se llevaría un ejemplar de cada sabor no estaba jugando y Kukiko debería empezar a adaptarse a ello.

Él nunca se imaginó que iba a terminar caminando por las calles de un país extranjero, con un novio especial y extranjero, y dos bolsas llenas de pomitos de lubricantes, ah y otra más que lleva Hoseok con una enorme sonrisa más adelante.

Él está sonrojado, aunque nadie puede saber o siquiera adivinar lo que cargan ambos chicos que se ve tan pesado.

Hoseok terminó de convencerlo, cuando notó que ya iban 3 bolsas llenas de pomos, diciéndole que así no tendrían que regresar cada semana por lubricantes y entonces él se pregunta ¿cada semana? ¿Acaso esa es una directa indirectosa de que Hoseok es un caliente supremo en la cama?

Hoseok iba a empezar a hacerle pucheros cuando lo notó callado con sus ojos fijos en las tres bolsas, como si se estuviera cuestionando comprarlas o no. Pero en realidad Kukiko estaba pensando en que no era tan mala idea, nunca está de más tener un poco extra en el bolsillo, así se evitarían situaciones donde un adolorido y lastimado Hoseok terminara.

...

Ambos están ahora frente a la puerta de la habitación del menor, las bolsas en el suelo y Hoseok remueve sus manos ansiosas por su ropa, buscando algo que no aparece y le está comenzando a asustar. Kukiko se apoya a la pared, sus brazos cruzados y una sonrisa pícara en su rostro mientras observa a su torpe novio comenzar a hiperventilar al no encontrar la llave.

-Ay shit...lindo...

-¿Perdiste la llave? Seguro la dejaste en la tienda.

-Y ahora qué- Hoseok se nota molesto, pero es una molestia que le hace ver tierno ante ojos del castaño, porque tiene sus manos empurruñadas, sus cejas fruncidas y sus mejillas infladas y levemente coloreadas.

-Vamos a mi habitación, llamamos al servicio y listo. No te pongas así.

-Maldición...odio ser así.

-Tranquilo, cosas peores pasan- Kukiko lleva sus palmas a sus mejillas y presiona un poco para que este suelte el aire y cambie su expresión. Él sonríe para tratar de quitarle ese ceño fruncido y esa mueca en su rostro, pero Hoseok realmente está molesto consigo mismo, especialmente cuando esta no es la primera vez que pasa.

Y aunque a Kukiko semejante descuido le hubiera sonado impensable y estúpido hace unas semanas, ahora solo puede pensar en que debería ser él quien se encargue de esas cosas. Como ser el que guarde el dinero, las llaves, la identificación de Hoseok y ese pensamiento le llena de ternura el corazón. Después de todo ser tan diferentes tiene sus ventajas, y a Kukiko le encanta ser responsable y si es para ayudar a su torpe y lindo novio mucho mejor.

-Ve a mi habitación, yo voy a buscar la llave.

-Mmmm.

-Pero cambia esa cara, no volverá a pasar ya verás.

No por gusto dicen que pasar mucho tiempo con una persona puede hacerte adherir sus cualidades. Kukiko solo espera no terminar volviéndose un lindo torpe y descuidado, sin embargo él no se ha dado cuenta, pero desde que conoció a Hoseok ha cambiado, alejándose poco a poco de su estricta y perfecta personalidad donde todo debe cumplirse y debe realizarse como es.

-Bueno dame un besito.

Y los ojitos grandes y brillosos frente a él le hacen acercar su rostro y unir sus labios en un corto y paciente beso.

.....

-¿Nam? Oh, hola Tae.

-Hola~

You!! STOP!! 🔸️JungHope🔸️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora