BFF [Best Friends Forever]

8. ¿Cómo pude formar la HP en un Campamento?

8. ¿Cómo pude formar la HP en un Campamento?

Llegué a mi dormitorio con esfuerzos sobrehumanos, y claro, un poco de ayuda. Caminar duele más que atravesar el Sahara cojo y sin agua, créanme, fresamente agotador.

Ricardo me deja en mi cama y tras decirme que no se queda más tiempo porque no quiere que piensen que me da una atención especial, se va con una sonrisa radiante.

Hablamos por un tiempo y recordamos varias anécdotas, algunas incómodas (por no decir asquerosas), pero experiencias que no podré borrar de mi vida, ni de su memoria al fin y al cabo.

La vez que eructé y vomité su comida favorita como especie de venganza por haberse chivado con mi mamá de que había olvidado cepillarme los dientes el día anterior.

La vez que me rompí un diente saliendo del cuarto de baño y estuve todo el día sin abrir la boca porque me daba vergüenza, y tuvieron que llevarme al hospital porque me desmayé por causa de la deshidratación. Me dijo que estaba muy precupado por mí ese día y que se imaginaba cosas como que unos duendes habían cocido mi boca por ser tan maleducada o que mi mamá lo había hecho para mantenerme callada por un rato.

Sí, no era precisamente lo que se puede decir un "ángel" de pequeña, pero que él haya pensado eso es cruel, ¿no lo creen?

Y que haya creído que mi madre era capaz de hacerlo es aún peor. Xd.

Y más veces, y otras veces más...

A mí me sorprendió que recordara cosas que yo creía tener enterradas en mi memoria, y sentada sobre la cama, con la sonrisa más tonta del planeta mundial y dolores corporales intensos, me llegó el primer síntoma fatal: mariposas en el estómago.

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Aún tomando una ducha la sensación extraña no salía de mi cuerpo. Era como si estuviera flotando suspendida en el espacio exterior, alejada de todo ruido perturbador y concentrada sólo en él y su aura encantadora.

Y vaya que estoy mal si hasta me he puesto filosófica.

Trato de tirarle una piedra al globo que me tiene volando como estúpida y aterrizar, pero fallo y lejos de un buen descenso tengo una caída brutal y sin paracaídas.

Literal, o sea, me caí en la ducha.

Me levanto inmediatamente tratando de conservar mi dignidad pero erro fragorosamente al soltar una carcajada rara de la que no estoy para nada orgullosa.

¿Recuerdan la lección de los primeros caps de reírse de uno mismo?

Pues eso es algo que aplico siempre, y con siempre me refiero a siempre siempre casi siempre.

-Además de zorra, loca...

-¿Cómo puede andar por ahí haciéndose la santa y andar con dos tíos tan buenos?

Como el chisme nunca descansa, cierro la llave de la ducha y me seco mientras escucho con atención.

¿Qué descubro? Que siemple y sencillamente, estaban hablando de mí.

-De recontra, el imbécil de Sebastián no me quiere dar ni la hora. ¡Agh!

-Y Ricardo aparte de que no me quiso dar su número, se negó a besarme, prácticamente me le tiré encima y el NO me lo deletreó como si estuviera enseñándome a leer. ¡Nunca un tipo me había tratado así!

>Eso le pasa por tanga fácil, ¡pártele la cara mami!

Para estas alturas ya estoy poniéndome la ropa interior, y no salgo así solamente porque la arrastrá' que les planeo dar no va a ser nada privada. Siempre se los digo, háganle caso a su "yo" interior, él siempre tiene la razón.