25. ¿Por qué nunca estoy tan segura de nada por pensar en ti?

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25. ¿Por qué nunca estoy tan segura de nada por pensar en ti?

El tiempo para mí se detuvo cuando sus fuertes brazos me alzaron del suelo, dejando a la pobre Laura sin más opción que agarrarse a sus hombros y profundizar aún más el beso.

Sí, terrible, ¿no? ¡Pobre yo!

Me colocó sobre la mesita de las llaves, y ahí empecé a preocuparme seriamente por mi salud mental. Me importaba tres pepinos podridos que se rompiera la débil mesita, lo único que merecía la pena para mí en esos momentos era que no parara de besarme, lo cual sucedió, obviamente, porque sino ambos íbamos a morir.

Me miró a los ojos y me dio un pico tierno en los labios. Luego hizo lo peor que cualquier ser humano podría hacerme.

Me quedé sin aire cuando sus mojados labios empezaron a atacar mi cuello. Empecé a sentir un cosquilleo terrible entre mis piernas, y me sentía desprotegida porque ni siquiera podía juntarlas, ya que Riki estaba en medio.

Respiraba muy entrecortadamente, al tiempo que hacía esfuerzos sobrealienígenas para no soltar ruiditos vergonzosos. Ricardo subió sus besos hasta detrás de mi oreja, para luego bajarlos hasta el pequeño escote que tenía mi blusa de pijama.

Sin previo aviso subió la prenda hasta la altura de mis brazos, amenazando con quitármela.

Para mí no hubiese sido un problema, al menos traía brasier. Mi cuerpo hacía lo que le daba la gana sin pensar absolutamente en nada más. No tenía planeado perder la virginidad hoy con él porque: número uno, las cosas buenas no deben ir tan rápido, y número dos, no estaba depilada, pero sí quería dejar que esto llegara hasta donde podía llegar.

¿Ya lo notaron? Quería.

La cosa es que la voz de mi padre comenzó a sentirse cercana, bajé de inmediato mi blusa y le di un empujón a Riki que casi lo siembro en el piso.

Le susurré unas "disculpas" y me bajé de la pobre mesita de las llaves.

Mi madre estaba trabajando, pero desde que pasó lo que pasó en la escuela, ellos se turnan para no dejarme sola en casa nunca. Así que adiós a cantar las de Adele como si no tuviera miedo a quedar afónica de por vida.

La figura de mi padre apareció por el pasillo, parece que venía de la cocina. Estaba al teléfono, como casi siempre, y de inmediato se dio cuenta de la presencia de Riki. Se excusó en ese bendito aparato y nos dedicó toda su atención.

¡Genial!

-Buenas tardes.__saludó Riki.

-Buenas tardes.__dijo mi padre extendiéndole la mano__-Tú eres...

-Es mi amigo pá, éramos vecinos de pequeños y hace poco nos volvimos a ver.

¡No empiecen a maldecirme! ¡No le puedo soltar de a fly a mi padre que tengo novio!

Ricardo me miró un momento algo extrañado, pero de inmediato se recompuso y le aceptó la mano a papá.

Me sentí como una mierda, pero como no es la primera que me pasa, creo que puedo superarlo.

-¿Quieres beber algo?__Le preguntó mi padre__-¿Por qué no van a sentarse en el patio? Puedo prepararles una merienda, sólo si tu quieres, claro...__Dijo dirigiéndose a mí.

No lo entendía. Era la primera vez que había traído un chico extraño a casa (bueno, traído yo precisamente no, pero weno) y no se supone que los padres actúen así, aunque, como pueden haber visto, mi familia es todo menos normal.

-Sí, suena bien...__Fue lo único que pude decir, aún sentía mi corazón latiendo justo en mi garganta, pero gracias a Obatalá, Orula, San Lázaro y a todos los santos, mi padre no se dio cuenta.

^^ ¡Niña! ¡Deja la brujería y el fanatismo ya!

Reí un poco por dentro y traté de no sacar al exterior mi repentino ataque de risa-interior.

Ya saben, siempre profesional, nunca improfesional.

Caminamos en silencio hasta la parte trasera de la casa, el señor Marcelo se perdió en la cocina y lo seguí con los ojos, sintiendo en parte algo de arrepentimiento y alivio.

-Lo siento, mi papá...sólo no quiero decirle tan rápido esto...no sé, él es bueno pero no estoy segura...__Balbuceé sin encontrarle mucho sentido a lo que decía.

-¿Tus padres no te dejan tener novio?

-No lo sé, nunca he salido...con nadie, tampoco es como si hubiese querido salir con alguien antes, y tampoco he hablado de esto con ellos, es...incómodo.

-¿Es incómodo salir conmigo?__Dice algo contrariado y con el ceño fruncido.

Respiré hondo. No hay nada más desesperante que tratar de hablar con alguien que no te entiende.

-¡No! Lo que quise decir es que es incómodo hablar con ellos de temas de novios y eso.

-Umm.

El silencio que siguió a continuación fue exasperante, el ambiente estaba muy tenso.

Era obvio que las cosas entre nosotros habían cambiado. Aún me seguían gustando sus besos (estaría loca si dijera lo contrario) pero se había perdido un poco la buena onda que solíamos tener. Antes le decía lo primero que se me ocurría sin preocuparme de que la estuviera cagando.

Sé que están confundidos, yo también lo estoy, pero de verdad quiero que esto funcione. Nunca he tenido un novio y Ricardo es una muy buena manera de empezar mi vida amorosa: buena persona, sexy, alto, guapo, musculoso, sexy, inteligente, responsable, sexy y mayor que yo.

🎵¡A mi me gustan los mayores!🎵

-Nunca he tenido una novia tan...__¡Uf! Va a decir "insoportable".__-pequeña. __¿Guat de fok?__Eres todavía una niña y a veces me siento como una mierda por nuestra diferencia de edad, pero te cogí demasiado cariño desde que éramos niños, por eso estoy aquí. Sólo que...a veces no entiendo lo que dices ni lo que sientes.

Esperé que terminara porque parecía ser una confesión importante, o al menos eso me pareció por el tono en que lo dijo. No me gustó que dijera que soy una niña, que tenga dieciséis y un coeficiente intelectual bastante bajo, además de una pizca de estupidez no quiere decir que sea inmadura. Me baja demasiado la autoestima que me digan que soy una niña. Me da rabia, tristeza y un sentimiento de reflexión profundo, además, florece en mí una necesidad de cambiar que no me gusta, porque cambiar significa dejar de ser yo, y no quiero porque me amo mucho, otzea, ¡LOVE YOURSELF!

Como ya van viendo, conmigo ninguna situación seria es 100% circunspecta, siempre le saco el punto de humor que me permite mantenerme cuerda, o al menos un poco.

-¿Tú quieres seguir conmigo?__Pregunté con cierta duda y un extraño sentimiento. Creo que estaba anhelando que dijera que no. ¿Qué me pasa?

-Sí.

La rapidez con que contestó me sacó una sonrisa y me hizo cambiar de parecer, otra vez. Me gusta Riki, y él me quiere de verdad, así que, ¿qué es eso que hay dentro de mí que me hace sentir tantas inseguridades sobre nuestra relación?

BFF [Best Friends Forever]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora