BFF [Best Friends Forever]

24. ¿Por qué "vergüenza" es la palabra del día? Predecible, ¿verdad?

24. ¿Por qué "vergüenza" es la palabra del día?
Predecible, ¿verdad?

El timbre de la casa resonaba haciendo que mi pecho se encogiera aún más, si es que eso era posible.

Todo el valor que había reunido para encararlo se había evaporado milagrosamente y aquí me tenía, escondida debajo de la mesita de las llaves. No es como si él pudiera verme, ni tampoco es como si hacerlo me infundiera valor o sirviera para algo (por ínfimamente pequeño que sea) pero ya saben como soy, las emociones fuertes no son muy buenas para mi cerebro.

Mariah articula gestos exagerados desde su escondite también, detrás de un muro. La puerta es de cristal y madera, así que probablemente Ricardo la ha visto, pero ella solo parece estar interesada en hacerme abrirla.

Si viéramos la situación desde otro punto, pudiéramos compararla a un juego de niños, donde yo soy la valiente guardiana de la puerta que protege la entrada a la fortaleza, Mariah la ágil vigilante que mantiene seguro el perímetro, mientras que el enfermero se convierte en un feroz y gigantesco dragón que amenaza con bultorunear (quemar) absolutamente todo lo que se encuentre a su paso.

Incluso podría trasformar este escenario en disímiles formas diferentes, pero eso no hará que el problema desaparezca, así que, apretando con fuerza mi maltrecha valentía, me levanto del suelo y me detengo detrás de la puerta.

Ricardo sigue diciendo mi nombre dando golpes secos a la puerta. ¡Mierda Mariah!

Respiro profundo y antes de siquiera esperar que el aire termine de salir por mi nariz, abrí la puerta de un tirón. Ya saben, como cuando el agua está súper fría y te la echas encima de golpe. Nadie entiende por qué los humanos tenemos esa reacción, pero si nadie lo ha entendido, eso definitivamente no lo tengo que descubrir precisamente yo.

-¿Estás bien?__Fue su primera pregunta al tenerme frente a él.__-¿Por qué abriste hasta ahora?__Segunda pregunta__-¿Qué quisiste decir con los mensajes?__Ok, la tercera, ¿será que ya se quitó las dudas o todavía tiene más interrogantes?__-¿Por qué me mentiste sobre el sarampión?

Uff, no pasaron siquiera dos minutos antes de que me descubriera. Recuérdenlo por si acaso alguien me contrata de agente encubierto, la seguridad del Estado estaría en grave peligro si de mí dependiese.

Aunque no es como si me dieran esa carrera de todas formas, con las notas que tengo...¡ni pa' mesera creo que alcanzan!

Ok, no.

-Lo siento.__Fue lo único que pude decir antes de bajar la cabeza y mirar la alfombra de la entrada.

-No tienes que disculparte, tu madre me dijo que estabas pasando por un momento difícil.

Laura, alias, el resorte humano, levantó su cabeza tan rápido que incluso asustó un poco al pobre Riki. ¡Uy! ¡Tan bello!

-¿Hablaste con mi madre?

-Sí, le pregunté por ti.

La dulzura de su voz ya estaba haciendo estragos en mi corazón. Había olvidado lo que se siente hablar con él, tenerlo de frente y que me mire con esos ojos ardientes. Es intenso, pero tiene su lado tierno.

>>Decídete hermanita, porque el otro día estabas diciendo que te gusta tu mejor amigo y ahora estás aquí, ¡derritiéndote por tu ex-profesor!

>>¿A quién le importa? ¡La que no es puta no disfruta!

No puedo creer que el lado más oscuro de mi subconsciente haya pensado eso. Yo no era así, yo no era así, no sé quien me dañó.