28. ¿Por qué a él? ¡Pobre Sebas!
Su camisa blanca se había pegado demasiado a su torso masculino y bien tonificado. Me preguntaba qué tan bien se verían sus músculos contraídos cuando estuviera...
¡Por Dios! ¡Me estoy pasando!
-Pareces una maniática acosadora... ¡No me mires así!__Dice mientras ríe como un tonto arrogante y se termina de levantar de su asiento en la montaña rusa.
La tarde había llegado más regia que nunca. El sol se mantenía con sus rayos medio rosáceos iluminando el firmamento, manifestando que en cualquier momento volvería a su escondite y sumiría a la ciudad en una oscuridad refrescante. Amo la noche, pero debo volver antes de que mamá se preocupe. Tampoco es como si todo en mi vida estuviera de fresitas ahora mismo... Hay un psicópata que quiere tener un encuentro conmigo, cosa que, obviamente, no se la voy a permitir. ¡Siéntate a esperar querido, porque este cuerpo quiere party!
-Miro lo que me dé la gana, y soy tu mejor amiga. Especialmente a ti, puedo mirarte cuanto quiera.__Objeté.
-¿Especialmente?__Pregunta, con expresión pícara. Me gusta a donde se fue esa mente...
-Eres un pesado.
-A ti no te gustaría que te mirara así.__Afirma, totalmente serio.__-¿O sí?__Dice mientras alza ambas cejas y me mira expectante, riendo bajito, sacando a la luz sus hermosos hoyuelos.
¡Tengo que parar de zabrotzearme a este hombre! (*meditación interna).
Río un poco para disminuir su atención y me adelanto, pasándole por delante y bajando las escaleras.
-¿No me vas a responder?__Pregunta mientras sigue mi paso.
-No tengo por qué hacerlo.
Y seguí caminando sin darle más importancia. Me gusta poder responderle así, jugar de esa forma. Hace que mi ya alta autoestima crezca, además de que, obvio, es divertido. Me hace sentir como una mujer grande, sin miedo a nada y capaz de tomar el control en cualquier situación, algo que, obviamente, no soy, pero me gustaría ser.
~~~°°°~~~
Camino a casa, Sebastián tuvo que cargarme en su espalda. Estaba demasiado cansada, habíamos pasado todo el día caminando. Hipócritamente, estaba preocupada por mi amigo, no entendía cómo podía cargarme sin protestar, pero no le dije que no cuando se ofreció a llevarme ni insistí en bajar cuando sólo quedaban unas pocas cuadras para llegar a casa porque no tenía fuerzas ni para pensar.-¿Estaba lloviendo? ¿Por qué no me llamaron? Podría haber ido por ustedes.__Fue lo primero que mamá dijo apenas cruzamos la puerta.
-Culpa de Laura.__Dijo mi mejor amigo inclinándose un poco para que bajara de su espalda.
-¡No es cierto!__Defendí mi inocencia.
-Querido, toma un baño y quédate a cenar. ¿Te queda ropa aquí?
-Sí, creo que sí.
-Iré poniendo la mesa, suban ya.__Dijo mi madre, apartando un poco de mi cabello y dándome un beso en la frente, antes de sonreínos y caminar a la cocina. ¡Uy qué tierna!
~~~°°°~~~°°°~~~°°°~~~
-¿Y entonces?__Pregunta mi padre para romper el silencio.__-¿Cómo van los estudios?
Estábamos cenando los cuatro, bueno, los cinco si contamos al gato de la tía María Luisa que se estaba quedando en casa unos días mientras su dueña se hacía unos exámenes para su próxima liposucción.
Llevábamos como quince minutos comiendo silenciosamente, en paz. El comedor era un lugar sencillo, con algunos arreglos florales colgados en la pared, uno que otro cuadro extraño, una mesa de ocho sillas en medio y un pequeño gavetero donde reposaba un jarrón de mi bisabuela, cuya parte trasera estaba minuciosamente pegada por mí; creo que mi arte es el de pegar cosas y que nadie lo perciba, digo, han pasado como cuatro años y jamás alguien se ha dado cuenta. Marcelo estaba al centro de la mesa, mamá a su lado derecho y Sebas y yo del otro lado. No tenía demasiada hambre, pero ver una imponente fuente con pescado a la parrilla me abrió el apetito de forma descomunal. ¿Qué diré? He gastado mucha energía hoy, tengo que recargar mis fuerzas.
-¡Genial!__Dije al mismo tiempo que mi amigo intervenía, diciendo:
-Suspendimos el último examen de Química.
Y él tan bello, lo dice así como si estuviera hablando de su tipo de almohada favorita, A LO CASUAL.
Mamá alzó las cejas y papá clavó la vista en mí. No entiendo por qué confían más en Sebas que en mí. ¡Oigan! ¡Soy su hija!
-Al menos no fue porque nos botaron del aula por reírnos...__Dije con naturalidad, así como que todo es relativo.
No supero ese meme.
Mi madre giró hacia donde estaba mi amigo con cara de: "estoy cansada de esta pendeja" y le dijo:
-Fue por eso, ¿verdad?
-No.
-Sí.__Admitió él.
Dígame usted Diosito, señor de todas las cosas, ¿para qué quiero enemigos, psicópatas o bicharracas envidiosas? Con este ser que tengo al lado es más que suficiente.
Le pellizqué con fuerza una de sus piernas debajo de la mesa, y él, actuando de lo más inocente, chilló.
-¡Ay! Laura, ¡¿por qué me pellizcas?!
Lo miré con odio, desmembrándolo con los rayos lásers que tenía por ojos, pero no duré mucho porque, después de ver como sus hoyuelos empezaban a marcarse y sus labios trataban de apretarse lo más posible, solté una carcajada.
~~~°°°~~~°°°~~~°°°~~~
No podía dormir. Estaba súper cansada, pero mi organismo se esforzaba en mantener mi mente trabajando a mil, y el sueño se rehusaba a llegarme.
Intenté encender la luz y apagarla para fatigar mis ojos, pero no funcionó. Me levanté de la cama y hasta llegué a coger un libro en mis manos, pero sentía que leerlo me haría mantenerme más despierta aún, puesto que no suelo ser paciente y acostumbro saltarme capítulos o leer demasiado rápido para llegar al final, así que ni siquiera lo abrí. Oír música relajante nunca iba bien, así que tampoco lo intenté.
Empezaba a desesperarme.
Bajé a la cocina con la linterna de mi teléfono, media casa estaba totalmente a oscuras. Mis padres saben que odio la ocuridad, por eso cuando era pequeña dejaban parte de las luces encendidas, pero parece que ahora piensan que porque crecí dejé de ser pendeja, ¡eso nunca veivi!
Saqué un pote de helado de almendras (mi favorito) y me senté en el suelo a comerlo. Para cumplir con el cliché de sentarme en la encimera tendría que usar una escalera, así que nop.
Pensando en algo que podría traerme sueño, tuve una idea imperpoinflamabletermobombaplum. Iré a joder a Sebas.
ESTÁS LEYENDO
BFF [Best Friends Forever]
HumorBest Friends Forever Ellos tienen una conexión que supera las amistades comunes y corrientes. Son mejores amigos, son hermanos, y puede que, incluso, lleguen a ser amantes. Laura está distorsionadamente loca, con un montón de pensamientos bizarros y...