Habían pasado unos días desde que Tomás había roto con Lucía. Ella, sorprendentemente, parecía estar muy bien, demasiado diría yo. En cambio, yo seguía sintiéndome la peor amiga del mundo.
Esa mañana llegué al liceo agotada, la noche anterior casi no había dormido, y así era desde el día en que le conté todo sobre lo que Lucía había hecho a Tomás.
Alex me vio llegar y dejó de hablar con sus amigos para acercarse a mí. Ni siquiera podía sonreírle de lo agotada que me sentía.
—Te ves horrible— me dijo, sin rodeos.
—Gracias, siempre tan tierno— respondí sarcásticamente y él disimuló una sonrisa.
—Hoy estamos solos en casa, ¿lo sabías?
—Sí, mamá me lo dijo— respondí.
Era bastante triste darse cuenta de que tus padres salían más que vos.
—Después decime cuáles van a ser nuestros planes— me guiñó el ojo y yo sonreí.
—La verdad es que ver películas y comer es mi mejor plan— le respondí y él hizo una mueca.
—Qué aburrida— se quejó.
—¿Qué tenías en mente?— le pregunté, divertida, y él levantó una ceja.
Entonces, Alex dejó de mirarme para pasar a ver algo al parecer más interesante detrás de mí.
—Una chica muy buena está viniendo para acá— me avisó y yo me giré.
La "chica muy buena" era Valeria, y estaba dirigiéndose a mí mucho más animada que nunca.
—¡Wendy!— me llamó ella y me saludó con la mano, yo le sonreí.
Volví a mirar a Alex, con los brazos cruzados sobre mi pecho, y él sonrió con arrogancia.
—No te pongas celosa, princesa— bromeó y yo rodé los ojos.
—Hola, Vale, ¿qué pasa?— le pregunté a la chica, dándole la espalda a Alex.
—Mejor las dejo solas— habló Alex detrás de mí—. Nos vemos, princesa.
—Nos vemos— le respondí.
—Rubia— dijo con un asentimiento de cabeza y Valeria hizo lo mismo, con una sonrisa.
—Te gusta, ¿eh?— me preguntó con una mirada insinuadora y yo miré hacia otro lado—. Lo siento, no quería incomodarte.
—No te preocupes, ¿querías decirme algo?— intenté cambiar de tema.
—Sí, bueno, en realidad quería agradecerte. Gracias de verdad por haber hablado con Tomás, estoy muy contenta por haber arreglado las cosas con él.
—Me alegra que todo se haya aclarado entre ustedes, y me alegra verte tan bien— dije, sinceramente.
—Muchas gracias, Wendy, de verdad. Eres un sol.
—No es nada. — Sonreí, y entonces vi a Lucía a unos metros de nosotras, mirándome—. Me tengo que ir. Nos vemos en clase, Vale.
Caminé hacia mi amiga y me preparé para una lluvia de preguntas y acusaciones.
—Hola, linda— me saludó, sonriente, y yo fruncí el ceño cuando no me estaba viendo.
—Hola— respondí, todavía sorprendida.
—Estaba pensando en que hoy podríamos hacer una tarde de películas en mi casa, ¿qué te parece?— me propuso ella, mientras caminábamos hacia el salón de clases.
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Tú me completas
Teen FictionPor culpa de su hermano, la dulce Wendy termina viviendo en casa de Alex, el chico que no ve desde niños y que, para ella, tiene los ojos más hermosos que ha visto. Wendy sabe desde el principio que Alex le traerá problemas, y cuando la cosa empiec...