Entramos al bar y vimos a nuestros padres. Ana estaba casi llorando mientras cantaba, mamá empinaba su copa como si no hubiese un mañana y nuestros padres se abrazaban y cantaban juntos.
-Ay por Dios- murmuré.
-Mejor vámonos- ofreció Alex y se dió media vuelta.
-No- dije y lo agarré del brazo-, vamos, va a ser divertido.
Nos acercamos a su mesa en silencio.
-Wendy, proba esto- me dijo mi madre y me pasó su copa.
Mi mamá borracha quería alcoholizarme, interesante.
-A ver- dije y le di un trago-. No está mal.
-Alex, anda a pedirte algo- lo animó su madre-. Ya tienes edad.
¿Qué les pasaba a nuestras madres esa noche?
-Está bien- aceptó Alex-. ¿Venís?- me preguntó.
-Claro- respondí.
Me apoyé en la barra y miré a Alex, se veía realmente atractivo esa noche. Pidió una bebida con un nombre bastante extraño y me miró.
-Y un daikiri de frutilla- ordenó y yo levanté una ceja-. Sí, es para vos- me dijo.
-¡Gracias!, ¿cómo sabías que me gusta?
No me gustaba el alcohol, pero no podía resistirme al daikiri de frutilla. De las bebidas esa era mi debilidad.
-Sé muchas cosas sobre ti, princesa- bromeó Alex.
-Dale, ¿cómo sabes?- insistí.
-Una vez hablaste de eso y todavía me acuerdo- me respondió.
***
Volvimos con nuestros padres y mamá me miró frunciendo el ceño, pero no dijo nada.
-Escuchen- nos llamó mi padre-. Hicimos este viaje por el cumpleaños de Alex y Wendy y todavía no brindamos por ellos.
-¡Tienes toda la razón!- exclamó Ana-. Por Alex y Wendy.
-Por Alex y Wendy- repitieron los adultos levantando sus bebidas.
-Por nosotros- dije y miré a Alex.
-Por nosotros- repitió él.
Los cristales chocaron entre sí y yo sonreí.
***
-Eu- me llamó Alex unos minutos después-. ¿Me decís dónde está el baño?
Lo miré sin entender, él sabía perfectamente donde estaba el baño.
-¿Qué?- le pregunté y él me sonrió provocativamente-. Te acompaño- le ofrecí.
-Bien- dijo y se levantó.
-Tendríamos que avisarles- dije y señalé a nuestros padres, ellos estaban más ebrios que sobrios y seguían admirando a la mujer que cantaba hacía veinte minutos.
-No se van a enterar, vamos- me ordenó él y empezó a caminar.
Me escabullí de la mesa y lo seguí. Ambos nos dirigimos al baño en silencio.
-¿Por qué querías que te mostrara el baño?- me giré para enfrentarlo y él me acorraló contra la pared.
-Según vos así se piden las cosas ahora- me recordó.
Miré a sus ojos y luego a sus labios.
-¿Vas a besarme o tengo que hacerlo yo?- me preguntó.
ESTÁS LEYENDO
Tú me completas
Teen FictionPor culpa de su hermano, la dulce Wendy termina viviendo en casa de Alex, el chico que no ve desde niños y que, para ella, tiene los ojos más hermosos que ha visto. Wendy sabe desde el principio que Alex le traerá problemas, y cuando la cosa empiec...