Tú me completas

Capítulo 43

-No puedo creer que mañana terminemos las clases- decía Emma mientras caminábamos.

No teníamos nada para hacer, así que Tomás, Valeria, Emma y yo decidimos ir hasta la plaza cerca del liceo a conversar un rato. Cuando estábamos saliendo nos encontramos a Alex y a Diego que de inmediato quisieron acompañarnos. Emma y yo estábamos felices por eso.

-Yo no puedo creer que casi te lleves biología a examen cuando estamos estudiando diversificación biológica- agregó Valeria y Emma rió nerviosamente.

-Fue un año difícil- se excusó Emma y Valeria negó con la cabeza a modo de desaprobación.

Alex rió y yo lo miré, estaba igual de hermoso que siempre. Apreté su mano y él me miró con amor en sus ojos.

-¿Pasa algo, princesa?- me preguntó y yo negué con la cabeza. Alex rodeó mi cintura con su brazo y me acercó a él.

***

Llegamos a la plaza y en seguida nos sentamos en la sombra. El calor ese día era abrumador y más porque ya era cerca del mediodía.

-Chicos, se me ocurrió una idea genial- nos comentó Emma con emoción-. El novio de mi madre tiene una casa en la playa y me dijo que fuera con ustedes cuando quisiera. ¿Qué les parece este fin de semana? Podemos celebrar el final de las clases.

-Es una gran idea- admitió Tomás y Emma respondió "lo sé" con suficiencia.

-¿Yo también estoy invitado?- preguntó Diego.

-Obvio- respondió Emma con una sonrisa tonta. Valeria y yo nos miramos.

-Funcionó el amarre- bromeó Tomás y Emma le pegó.

-Hablaste con ellos, ¿no?- me preguntó Valeria y yo asentí en respuesta-. Eres genial, siempre formando parejas- bromeó y yo sonreí.

Miré al frente y ví a una pareja tomados de la mano mientras paseaban a un hermoso golden retriever. Parecían simpáticos, así que me acerqué a ellos.

El perro movió la cola y empezó a dar saltos mientras me acercaba. De verdad amaba a esos perros.

-Le caíste bien a Tiana- habló el hombre y yo le sonreí mientras acariciaba a la perrita.

Después de conversar un rato con la pareja y de seguir jugando con Tiana, volví con mis amigos. Me senté al lado de Alex y él me sonrió.

-Así vamos a ser en el futuro- le dije y volví a mirar a la pareja, estos reían mientras esperaban a que Tiana les trajera la pelota.

-Claro que sí, princesa- aseguró Alex y yo apoyé la cabeza en su hombro.

***

Llegó el sábado y yo estaba ansiosa y emocionada a partes iguales. Había preparado la mochila la noche anterior y estaba despierta una hora antes de la hora acordada para irnos. En cambio mi hermoso casi novio dormía como un bebé.

-¿Ya estás despierta?- me preguntó él con sorpresa mientras entraba a la cocina.

-Sí, hace cuarenta y cinco minutos para ser exactos- le respondí mirando la hora.

-¿Por qué tan ansiosa?- preguntó y apoyó los codos en la mesada frente a mí.

-¿Por qué tan despeinado?- bromeé y desordené su ya de por sí desordenado pelo.

Alex sonrió y me depositó un dulce beso en la frente antes de decirme que tenía que subir a preparar lo que iba a llevar al viaje.

-¿Todavía no preparaste tus cosas?- le pregunté con voz de regaño mientras lo seguía por la escalera.