-¿Qué vas a hacer?- me preguntó Emma. Yo no dejaba de dar vueltas dentro del pequeño baño.
-Hablar con Alex, supongo- respondí y seguí jugando con mis manos, como venía haciendo hacía unos cuantos minutos.
Entonces tocaron la puerta y yo salí de mi ensimismamiento. Probablemente habían unas cuantas personas queriendo usar el baño, pero ahí estaba yo, teniendo una crisis de pensamientos.
Abrí la puerta y lo primero que ví no era exactamente algo bueno.
-Hola- me saludó Simón, mirando a cualquier lado menos a mis ojos. Le sonreí de lado y seguí caminando.
Bajé la escalera cada vez más furiosa y salí al patio, barriéndolo con la mirada para encontrar a ese idiota con los ojos más hermosos que hubiera visto jamás.
-Wen, mejor cálmate- habló Emma y yo la miré frunciendo el ceño. Ella no era la clase de chica tranquila y pacífica, por así decirlo-. Retiro lo dicho, mejor dale donde más le duela.
-Princesa, ahí estás- escuché la voz de Alex y me estremecí de pies a cabeza-. Ya me estabas preocupando- me abrazó desde atrás y yo cerré los ojos, disfrutando de ese pequeño momento, antes de separarme de él y comenzar con el conflicto.
-Tenemos que hablar de algo- le dije tan fríamente que hasta a mí me sorprendió.
Emma se acercó a nuestros amigos y les pidió que nos dejaran solos a los dos por un rato. Luego le agradecería por ello.
-¿Qué pasa, princesa?- me preguntó Alex, cada vez más preocupado.
Desbloqueé mi celular y le di a reproducir al mensaje de voz que Anonymous me había enviado.
La voz de Alex no tardó en aparecer: "ya te dije, Wendy y yo no somos nada, ella es un capricho para mí, después de que consiga que caiga probablemente me aburra de ella, ¿bien? Ya déjame en paz"
Alex abrió los ojos con sorpresa y después desvió la mirada para no verme directamente a los ojos.
-No es lo que parece- dijo.
-Cada vez que alguien dice eso resulta que sí es lo que parece, Alex- respondí.
-Esta vez es real, déjame explicarte porqué dije eso- me pidió.
-Tú lo dijiste, ¿verdad?- pregunté y él se tardó un momento en asentir-. No necesito saber la razón, Alex- me mordí el labio inferior con fuerza-. No quiero estar contigo y que de repente pase algo y todo se arruine, para que después volvamos al inicio. Es como un bucle sin fin, y no quiero pasar por eso.
-Lo entiendo, Wendy, y me gustaría evitarlo, pero no sé cómo- me dijo.
-Quizá deberías haberlo pensado mejor antes de decir todas esas cosas- respondí.
-No vas a escucharme, ¿verdad?- preguntó.
-Te amo, Alex, te amo y no quiero que esto termine- Alex me miró con real sorpresa, nunca le había dicho directamente que lo amaba-. Pero ahora no quiero explicaciones, necesito espacio y pensar en esto, porque por alguna razón no siento nada.
Era verdad, no estaba enojada, ni tampoco triste. Se sentía feo, muy feo, pero no era algo que pudiera explicar con palabras. Era como un vacío dentro de mi pecho que me pedía estar lejos de Alex y nada más.
-Estás decepcionada- habló Alex-. Eso te pasa.
Se sentía mucho peor estar decepcionada que estar enojada, porque no sentía ningún tipo de emoción. No podía descargarme cuando no sentía nada.
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Tú me completas
Teen FictionPor culpa de su hermano, la dulce Wendy termina viviendo en casa de Alex, el chico que no ve desde niños y que, para ella, tiene los ojos más hermosos que ha visto. Wendy sabe desde el principio que Alex le traerá problemas, y cuando la cosa empiec...