Simón y yo estábamos yendo al apartamento de mi hermano tal como él me había dicho.
Le había explicado todo a Simón por mensajes y él había aceptado acompañarme, aunque se notaba que estaba nervioso.
-Tranquilo, Lucas no va a matarte- bromeé.
-No puedo evitar ponerme nervioso- me respondió-. Es tu hermano después de todo.
-Entiendo, sólo intenta no preocuparte demasiado- lo tranquilicé y él sonrió-. ¿Qué?
-Pareces una niña pequeña en navidad- rió él-. Estás emocionada, ¿no?
-Lucas aparece después de meses de no saber nada de él, claro que estoy emocionada.
-Entiendo- dijo-. ¿Sabes por qué se fue?
-Creía saberlo, ahora no estoy tan segura- respondí.
-¿Por qué?
-Cuando lo sepa te cuento- le aseguré.
-Vas a intentar averiguarlo, ¿verdad?
-Probablemente- respondí y ambos sonreímos.
Caminamos otra cuadra en silencio. Llegamos al apartamento y cuando iba a tocar el timbre Simón me lo impidió agarrándome de la muñeca y girándome hacia él.
-¿Qué pasó?- le pregunté, parecía todavía más nervioso que antes.
-No estaba nervioso solamente por conocer a tu hermano- me contó-. Te traje un regalo y me daba un poco de vergüenza, igualmente prefiero dártelo acá que con tu hermano mirándonos.
-¿Por qué te daría vergüenza?- pregunté y Simón bajó la mirada-. ¡Ya quiero verlo!- exclamé entusiasmada y él sonrió.
Simón abrió su mochila y sacó un hermoso perro de peluche de dentro de ella. Mi mirada se iluminó cuando lo agarré entre mis manos.
-¡Me encanta!- exclamé viendo el peluche-. ¡Gracias!- le dije y lo abracé fuertemente.
-Me alegro de que te haya gustado- me sonrió tiernamente, parecía realmente feliz de que me hubiera gustado su regalo.
-¡Ahí están!- exclamó una voz familiar detrás de mí, me giré y ví a Lucas caminando hacia nosotros-. Ya me estaba asustando que no llegaran.
-Tu hermana se atrasó- le explicó Simón.
-¡Eso es mentira!- exclamé.
-Tranquilo, yo te creo- le aseguró mi querido hermano y yo lo miré indignada, los dos se rieron-. No te enojes, hermanita- sonrió y me abrazó.
-Entremos antes de que me arrepienta de haber venido- dije.
-Los dos sabemos que eso no va a pasar- me aseguró Lucas y yo rodé los ojos-. Bueno, subamos.
Lucas abrió la puerta y un pequeño apartamento apareció frente a nosotros. Lo primero que se veía era una pequeña sala de estar, a la izquierda había un pasillo y frente a nosotros la puerta a la cocina.
-Es hermoso, me encanta- dije con total sinceridad. Me gustaba que fuera pequeño y acogedor.
-Es mejor que nada- agregó Lucas. Él era más de las casas grandes.
-Está genial- intervino Simón-. En unos años voy a mudarme a uno así- me miró y yo desvié la mirada.
-Me caes bien- le dijo Lucas y ambos chocaron puños.
Me esperaba una larga noche de soledad, se notaba que esos dos no iban a separarse.
Me senté en el sofá y Simón se sentó a mi lado.
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Tú me completas
Teen FictionPor culpa de su hermano, la dulce Wendy termina viviendo en casa de Alex, el chico que no ve desde niños y que, para ella, tiene los ojos más hermosos que ha visto. Wendy sabe desde el principio que Alex le traerá problemas, y cuando la cosa empiec...