El director nos hizo un interrogatorio individual para que cada uno diera su "testimonio" del hecho. Me sentía sospechosa de un asesinato, pero por suerte salí ilesa del crimen, al igual que Alex y Tomás. En cambio Valeria, Emma y Lucía seguían en la oficina. El director necesitaba hablar con ellas sobre el café encima de Lucía, el video, los mensajes, los empujones, los golpes y las cinchadas de cabello.
Las chicas estaban solas en la oficina y me daba miedo que se mataran allí mismo. El director se había ido a buscar agua, al parecer tres adolescentes peleando le daban dolor de cabeza.
Recién habían pasado cinco minutos y Emma ya había levantado la voz tres veces. El director había cometido un terrible error dejándolas solas. No dudaba que abriese la puerta y se vieran sillas volando.
-Fuimos muy malos con Lucía- pensé en voz alta todavía viendo la puerta e imaginando a Emma con una silla en la mano persiguiendo a Lucía.
-Sabía que esto iba a pasar- suspiró Alex y se despegó de la pared en la que estaba apoyado-. Princesa- agarró mis manos-, ella te usó, te lastimó, te humilló y es más que seguro que te haya mandado esos mensajes.
-Tirarle un café frío arriba y mandar un video a dos personas no es nada comparado con todo lo que les hizo a vos y a Valeria- habló Tomás-. Además también estaba usando a Julieta y a Fabricio, ahora ellos saben la verdad sobre su supuesta amiga.
-Sí, pero parecía tan sincera diciendo que lamentaba todo y que no había mandado ese mensaje... me da miedo estarme equivocando- admití.
-Ella estuvo meses engañándote, Wendy- me recordó Alex.
-Tienes razón.- Acepté con una sonrisa triste y él me rodeó con sus brazos desde atrás-. Alex, ¿por qué te estaba buscando tu profesor?- le pregunté frunciendo el ceño-. ¿Te escapaste de clase?
-Algo así- respondió y yo lo miré por encima de mi hombro-. Tomás fue a buscarme y yo le pedí a mi profesor salir de clase, cuando ví el video ni pensé en ir contigo, simplemente empecé a correr.
-No deberías escaparte de clase por mí- lo regañé. Aunque agradecía que hubiese ido-. Tu futuro está en juego.
-Tú eres mi futuro- me aseguró y agarró mi cara para besarme.
Recordé que Tomás estaba con nosotros y lo miré poniendo cara de "disculpa por tener que presenciar esto", él negó con la cabeza y sonrió quitándole importancia.
Ofrecí ir al patio y los dos chicos aceptaron. Estar al lado de la oficina del director no me parecía algo interesante.
En el camino Tomás jugó con mi pelo y lo revolvió, dejándome despeinada. Yo le grité mientras reía e intentaba arreglarme el pelo otra vez.
-Lo siento- dijo Tomás y apretó los labios para evitar reír.
-Ya lo vas a sentir de verdad- respondí apenas salimos al patio y empecé a perseguirlo para hacerle cosquillas.
Una vez finalizada nuestra guerra me di cuenta de que Alex había desaparecido. Busqué al rededor y lo ví en un banco de hormigón. Estaba sentado a lo largo y recostado en el muro a la derecha del banco con los brazos cruzados sobre su pecho. Me senté en el banco de forma que los pies de Alex quedaban a mi derecha. Le sonreí y él desvió la mirada.
Agarré mi celular y me puse a ordenar mi pelo mientras me veía en el reflejo de la pantalla del mismo. Tomás sonrió y me aseguró que mi pelo estaba bien.
-Si bien es sinónimo de "Rey León" puede que sí esté bien- bromeé y Tomás rió.
Alex seguía con la mirada perdida. Sabía que sentía mi mirada sobre él porque se había removido nerviosamente. Me estaba ignorando.
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Tú me completas
Teen FictionPor culpa de su hermano, la dulce Wendy termina viviendo en casa de Alex, el chico que no ve desde niños y que, para ella, tiene los ojos más hermosos que ha visto. Wendy sabe desde el principio que Alex le traerá problemas, y cuando la cosa empiec...