Era sábado en la mañana y me desperté debido a un gran escándalo en el piso de abajo. Presté atención y me pareció que era una discusión, aunque no lograba identificar las voces.
Mi lado curioso me pedía a gritos que fuera a ver qué pasaba.
Me di media vuelta para levantarme y me encontré cara a cara con el peluche que Simón me había regalado, lo agarré y lo tiré lejos de mí.
-Wendy- me llamó Alex con su sexy voz de recién despierto mientras tocaba la puerta.
Me levanté a abrir y me encontré con un Alex adormilado y con el pelo alborotado.
-Deberías peinarte- bromeé y él frunció el ceño-. Ven aquí- me puse en puntas de pie y pasé mis dedos por su pelo desordenado para acomodarlo un poco-. Así está mejor.
-Gracias- me dijo mientras me analizaba con sus intensos ojos avellana.
-¿Pasó algo?- pregunté después de desviar la mirada.
-Cierto, iba a decirte que lo que está pasando abajo te va a interesar- respondió.
"¿Acaso me leyó la mente?", pensé.
-No me interesa escuchar peleas ajenas- mentí.
-Esta pelea sí va a interesarte, acércate a la escalera- me ordenó.
Le hice caso a Alex y me acerqué hasta lograr ver a los culpables del escándalo. Mis padres y Lucas estaban teniendo una acalorada discusión.
"¿Qué hace Lucas en casa?", me pregunté.
-¡¿Cómo pudieron mentirle así?!- gritó Lucas y luego miró hacia la escalera, nuestras miradas se cruzaron-. Wendy.
Mis padres también me miraron, y podría jurar que él estaba más blanco que el papel.
-¿Qué está pasando?- pregunté mientras bajaba la escalera-. Hasta los vecinos deben estar pegados a la pared escuchando el chisme.
-¿Por qué no nos contaste que tu hermano había vuelto?- me preguntó mi madre y yo me quedé helada.
-Bueno, yo...- no sabía qué decirle.
-Eso no es lo importante- interfirió Lucas-. O se lo dicen ustedes o se lo digo yo.
Mis padres se quedaron callados, se miraban a uno y a otro de forma nerviosa.
-Díganme de una vez qué está pasando- ordené alzando la voz.
-Ellos te mantuvieron engañada todo este tiempo- respondió mi hermano-. Yo jamás abandonaría a mi hermanita por una chica, Wendy, te mintieron porque decirte la verdad era muy complicado, les fue más fácil ponerte en mi contra y quedar como los buenos.
-No entiendo nada- admití y mi madre suspiró.
-No nos mudamos para acá por culpa de tu hermano, Wendy, tu padre perdió el trabajo, por eso estamos acá- me confesó mi madre y yo la miré estupefacta.
-¿De qué estás hablando?- pregunté nerviosamente-. Lucas se robó el dinero, no, me están mintiendo.
-Sí, por seis meses te mintieron.- Agregó mi hermano-. Yo no me fui de la casa, ellos me echaron.
-¿Qué?- pregunté.
-No quise trabajar y me mandaron a la calle- continuó Lucas.
-Eso no fue así- habló mi padre por primera vez-. Tuvimos una discusión y en el momento te dije que si no trabajabas podías irte de la casa, nunca te echamos, fue el enojo del momento.
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Tú me completas
Teen FictionPor culpa de su hermano, la dulce Wendy termina viviendo en casa de Alex, el chico que no ve desde niños y que, para ella, tiene los ojos más hermosos que ha visto. Wendy sabe desde el principio que Alex le traerá problemas, y cuando la cosa empiec...